lunes, 28 de abril de 2025

EL ULTIMO PORTUGALUJO PRACTICO MAYOR DE LA RIA DE BILBAO.

  



En este blog se ha contado muchas aventuras acaecidas en la ría, sobre todo con la famosa barra, y los protagonistas han sido muchas veces nuestros pilotos mayores.

En las últimas décadas su figura la representa el portugalujo Joserra Marin (n. 1957) a quien más de una vez hemos recurrido pidiendo ayuda y datos para nuestras entradas, que lleva 34 años como práctico y más de 20 años como práctico mayor del Puerto de Bilbao.

Ahora que encara la recta final de su carrera laboral, le cuenta al periodista Koldo Dominguez de EL CORREO en la edición del pasado domingo día 27 algunos de sus recuerdos:

Empieza, entre risas, reconociendo que el práctico mayor es el puto amo del puerto. Un puerto, el de Bilbao, que es un puerto seguro. Tiene mucho calado, no es muy estrecho y los barcos, cuando están atracados y viene temporal, pueden salir y entrar. Pero eso no significa que sea cómodo. De cómodo no tiene nada.

En estas tres décadas, reconoce que todo ha cambiado. En 1991 el tráfico estaba en Bilbao, en el canal de Deusto, Zorroza... Todavía no venían los grandes barcos y tecnológicamente el cambio ha sido radical. Con los barcos que venían antes estabas acojonado porque no sabías si iba a arrancar la máquina o no. Ahora los barcos son buenos, tienen de todo.

El primer barco al que ayudó a entrar en puerto fue el 'Federal Calumet', de 200 metros de eslora, uno de esos que navegan por los grandes lagos americanos, que tienen mucha eslora y poca manga. Fue perfecto, no rompí nada, porque todos hemos tenido golpes pero yo de los gordos, de esos que dices 'jooooder' y tienes que hacer grandes papeles, no.

Y si alguna vez se ha jugado la vida, ha sido desembarcando. No es ninguna chorrada. Cada vez que vas allá fuera, te juegas el pellejo con olas de 7 metros. Tienes que bajar una escala y saltar a la lancha. El problema es la diferencia de tamaño del barco y la lancha, que hace que no suban ni bajen a la vez. Tienes que andar con cuidado y claro, hay veces que te equivocas.

Los navíos más complicados son los gaseros con unos protocolos de seguridad que hay que cumplir, así que está todo muy controlado. Pero te viene un barco 'normal' de 90 metros al río y estás tú como Gary Cooper, solo ante el peligro.

Los petroleros se manejan con remolcadores y con paciencia y tranquilidad. Date cuenta que mover 300.000 toneladas de peso son 300 millones de kilos, tienes que ir muy despacito. Si tienes una avería con un petrolero, lo primero que te hacen es meterte a la cárcel de Basauri y luego ya veremos. Como el 'Prestige'.

Los megayates que atracan son puro lujo. A mí sólo me ha tocado uno. Decían que había sido de Frank Sinatra. Recuerdo que me pusieron unas de esas pantuflas de plástico de hospital para no estropear las moquetas. Como los cruceros pequeños, no a esos grandes, que son muy de plástico, en los pequeños de lujo pisas la moqueta y se te mete el pie y te dices, 'hostia, no tendré grasa porque me matan'.

Pero para trabajar son cómodos porque el protocolo del crucero es muy estricto. Hay mucha seguridad.

Si hubiera que recordar dos nombres estos serían: El 'Ocean Saphir' al que se le estropeó la máquina y empezó a garrear y no podía dar máquina avante. Tuvimos que salir con remolcadores para que no se fuera a las rocas. Estuvimos acojonados toda la noche.

El 'Modern Express' es otra historia de las buenas. Mis amigos los holandeses, venían remolcando el barco y yo tenía la seguridad, y no voy de listo, de que el cabo de remolque iba a fallar al llegar a puerto. Que iban a romper. Y claro, rompió. ¿Por qué? Porque los holandeses son los piratas del siglo XXI. Estuvimos al borde de un gran accidente porque no sabíamos a lo que nos enfrentábamos. Se había corrido la carga y no sabíamos por qué. Ellos eran los únicos que habían estado en el barco pero no decían nada. Se quisieron pasar todos los protocolos por el Arco de Triunfo.

Y finalmente una anécdota. Salimos a pruebas en un pesquero construido en los Astilleros Murueta y entre los invitados venía un notario. Cuando estábamos entrando a puerto se nos acercaron tres veleritos. Y le dije al notario: 'Va usted a levantar acta notarial de lo que va a hacer esa cuadrilla de quinquis'. Venían por estribor y creían que tenían preferencia. Pero no. Nosotros seguimos a rumbo y el notario decía que íbamos a colisionar. 'Qué va', le dije. 'Ya va a ver'. Y cuando estaban a cinco grados, pegaron una bordada en dos segundos y se fueron.

Que por qué lo hicieron? Por tocar las pelotas. Muchas veces entre ellos se apuestan una cerveza a ver quién aguanta más. Los capitanes griegos, ante esa situación, son muy tranquilos. Te sueltan 'ya se apartarán' y tiran.

Y otra vez denuncié a unos a Capitanía. Estábamos en un petrolero grande, de unos 280 metros en lastre, con una arboladura de 15 metros. Y cuando estábamos justo en la boca de Lucero, entre el rompeolas y el bloque, se nos acercó un velero. Llegó un momento en que no le veíamos. Nos preocupamos. Ahí no puedes torcer. Paramos máquinas. Al final apareció. Entonces, llamé a la lancha y cogimos la matrícula del velero y lo denunciamos. Y multa. A cotizar. Pero los... de corbata, creyendo que nos lo habíamos llevado.



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1 comentario:

  1. Zorionak Joserra.
    Por toda una vida dedicada a la Ría y a Portugalete y puerto de Bilbao.
    Con el privilegio de ser tu horizonte la ría desde tu casa que tú familia y la mía compartimos, un saludo y tengo muchos recuerdos desde la casa de Elías y Merce con los catalejos disfrutar de la ría en primera linea y en familia.
    Un orgullo de que seas hace años el que nos la cuida ZORIONAK

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