En entradas anteriores, ya hemos hablado del
escudo de armas de los Salazar, pero ahora vamos a analizar un escudo, que no
debía lucir en la vieja torre cuando esta fue pasto de las llamas en Octubre de
1934 o quedó destruido por el posterior derrumbe de la fachada que da a la
iglesia, ya que no se aprecia en las fotografías existentes de la época, no
figuraba en el proyecto que redactó Santos Zunzunegui en 1938, ni se realizó su
reposición en el proceso de reedificación realizado entre 1958 y 1959, como
muestran varias fotografías de la época.
Años después, a finales de los sesenta o durante
los primeros de los setenta, el Ayuntamiento decidió colocar el blasón de los
Salazar sobre la nueva puerta que se había abierto en el muro derrumbado (AHMP
C96-170 de 1894), a la que se dio acceso por un patín. Al escudo con las trece
estrellas de ocho puntas, le fueron ahogando las hiedras que crecieron sin
control por los muros durante los siguientes años, hasta que se decidió
eliminarla dejando la torre y el escudo a la vista.
Durante las obras de reforma de 2002, que
convirtieron la torre en museo y restaurante, dado que lo iba a tapar el tejado
del restaurante, se intentó arrancar el escudo de la pared para cambiarlo de
posición pero se partió en la maniobra, debiendo realizarse una copia en
mortero mediante un molde con el escudo arruinado. Esta copia es la que hoy en
día preside el comedor del restaurante.
JOSE LUIS GARAIZABAL
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