Hoy
llega el turno de hablar de una empresa familiar nonagenaria dedicada a esas
flores que nos acompañan toda la vida, desde que nacemos, al cortejar a una
novia, al casarnos, cuando queremos hacer la pelota, para adornar nuestras
casas, al recordar a los muertos o hasta que llega el día en que los allegados
nos despiden con coronas.
Juan
José Basañez Aberasturi (1893-1958), hijo de Juan José Basañez Legina, que
fuera jardinero de Martínez Rivas, nació en Sestao, en la zona del Carmen, pasó
a vivir a Barakaldo y por su profesión de jardinero hizo varios viajes a
Francia para formarse y adquirir experiencia en jardinería.
A
su vuelta, trabajó en varios chalets y casonas de Portugalete y Getxo, como la
de Gandarias, donde conoció a Modesta Otaola Valle, (Llodio 1893-1968), que
ejercía como “señorita de compañía”, con la que contraería matrimonio en 1925.
Ese
año, compran un terreno frente al cementerio, presentando en septiembre al
Ayuntamiento de Portugalete, el proyecto y la solicitud de construcción de una
casa en Pando firmado por Santos Zunzunegui, a imagen de las que había visto en
Francia.
En
diciembre de 1926, solicitaron permiso para la instalación de un invernadero,
de ladrillo y cristal, en un rincón de la huerta donde cultivarían sus propias
flores, que se dedicaban fundamentalmente a coronas y ramos para el cementerio
que tenían enfrente y los vendían directamente en la casa.
En
una factura de 1929 que se conserva en el archivo del Santo Hospital Asilo,
vemos como Juan José se definía con “Horticultor” dedicado a la
“Construcción,
conservación y reparación de jardines. Planos y presupuestos. Venta de Plantas
y semillas”. Por día y medio de trabajos de poda cobró 18 ptas.
En
1926 nació su única hija, Asun Basañez Otaola.
Asun
se casó con José Luis Alonso Ziarsolo, nacido en Las Arenas (1926-1989) y
sastre de profesión. Tuvieron cuatro hijos: Asun, Begoña, José Luis y Gontzal,
que hoy en día siguen el negocio familiar. Junto a ellos, los biznietos
constituyen la cuarta generación.
En
1966, se derribó la casita familiar que daría paso al edificio donde se
encuentra actualmente la floristería, frente al cementerio.
En
1971, obtuvieron la licencia para realizar las obras necesarias para instalar
una floristería en una de las lonjas del edificio, donde contaría con la
colaboración de su esposo hasta su fallecimiento en 1989.
En
1976, cogieron en traspaso una lonja en Carlos VII, abriendo al público otra
floristería el 3 de Marzo de 1976, por lo que este año se cumplen 90 años del
establecimiento del negocio en Portugalete y 40 y 45 respectivamente, de
servicio a los portugalujos bajo la marca A. BASAÑEZ FLORISTAS.
JOSÉ LUIS GARAIZABAL
¿Quienes son los de la foto de abajo?, sus nombres por favor. Gracias
ResponderEliminarFoto blanco y negro, en la huerta nevada: Jose Luis Alonso y Asun Basañez con sus tres primeros hijos, Jose Luis, Bego y Asun.
ResponderEliminarFoto de 2016: Asun Basañez (centro) y sus hijos Gontzal, Jose Luis, Asun y Begoña.
Me gustaría saber Jose, el parentesco entre esta familia y otra que tenía un chalet en Retuerto y que creo que también trabajaban en la floricultura en otra finca cerca de Landaburu en Barakaldo. Y si hay forma de comunicarse con ellos.
ResponderEliminarBuenas Mikel, disculpa la tardanza en responder, hacía tiempo que no leía esto. Soy Mikel, también, y nieto de Asun, que apararece en el centro de la última fotografía. Consultando en casa, me dicen que la madre de Asun vivió en barakaldo, en la zona de la actual telefónica, que puede ser landaburu 🤷🏽♂️, pero no consta nada negocio floral en barakaldo. Si tienes alguna duda más, pregunta sin problemas, y si tienes a bien puedes pasar por la floristería, en frente del cementerio de Portugalete, que sigue estando en funcionamiento.
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