Aurelio Gutiérrez Martin de Vidales, nos está ofreciendo en su blog LA VIDA PASA interesantes noticias de la historia
jarrillera en el siglo XIX a través de sus investigaciones en las hemerotecas
con la prensa de la época.
Si nosotros en el
libro de la colección El Mareómetro, Crónica
de la historia de Portugalete. Siglo XIX, recogíamos sacados del Archivo
Histórico Municipal programas de las fiestas patronales, el más antiguo de ellos
de 1863, firmado por Bernardo Castet, Aurelio ha encontrado en el Irurac Bat el
correspondiente a 1859.
La reseña periodística dice lo siguiente:
Invitados por el alcalde de Portugalete Sr. Leocadio Castet, en la Fonda Bilbaína del Muelle Viejo se
celebró un banquete al cual acudieron los empleados e ingenieros de la casa
Brassey y Compañía adjudicatarios de las obras del ferrocarril Tudela Bilbao.
Desplazados a la villa a bordo del vapor Nervión, además de ser
agasajados con los ricos manjares que les fueros preparados por la Señora
Brígida Murua Izaguirre, también pudieron disfrutar
de los siguientes festejos organizados para celebrar las fiestas de
Portugalete:
1- Gran salva de chupinazos a las 5 de la mañana para que todo vecino sepa
que hay quien los dispare.
2- Gran regateo, en el cual tomarán parte las lanchas que quieran,
3- Cucaña en la ría con un premio arreglado a las circunstancias.
4- Lanzamiento de una grande y descomunal cometa, emblema del hombre
navegando por el espacio.
5- Lanzamiento de un globo o mongolfiera de nueva invención.
6- Paseo triunfal de
dos señores de Vizcaya magníficamente engalanados y cargados de dos
monigotes que representan los genios de los muelles del Este y del Oeste.
7- Famosa novillada. En ella podrán presentarse cuantos lidiadores gusten.
8- Fuegos de artificio.
9- Fuegos de barricas, tamboril, música.
10- Gran baile de etiqueta o sin ella en el ayuntamiento.
11- Brillante iluminación.
12- Gran cena en el Muelle a campo raso. Los que quedaren lisiados en este
combate, tienen la impagable comodidad de ir adormir al río o a la Fonda
Bilbaína, porque la mesa estará equidistante de ambos puntos. Entrada
gratis.
Además, a bordo del vapor Nervión acompañando a los fuegos artificiales, se quemó un bote alquitranado cuyas llamas iluminaron perfectamente la villa, el muelle y el recinto por donde las gentes trascurrían.
Aurelio también nos ofrece información del citado vapor Nervión que
realizaba el trayecto por la Ría desde Bilbao, a través de su anuncio de
prensa, así como por tierra a través de un Omnibus que había comenzado a funcionar el 28 de julio y que saliendo de la Plaza
de toros de Abando llegaba hasta la Plaza del Cristo, y tenía 10 asientos.
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