viernes, 22 de septiembre de 2023

GENTE PORTUGALUJA: VICENTA MARTÍN DE VIDALES MILLAS (1914-1995) “LA NAVARRILLA”

 


Va a hacer ya un año que vio la luz el Diccionario Biográfico Portugalujo, con unos cuantos centenares de personajes portugalujos, que sirven para conocer perfectamente la historia de nuestra Villa a través de la vida de su gente.

Todavía existen ejemplares en el Centro Cultural Santa Clara pero nosotros no perdemos la ocasión para añadir a un futuro apéndice, mas personajes que encontremos.

En este caso nos lo ofrece nuestro amigo Aurelio Gutiérrez, en su blog LA VIDA PASA, al escribir la historia apasionada de su madre.

Todas las personas que hemos ido recogiendo son importantes, aunque llevaran una vida corriente en su época, como es el caso de Vicenta “la navarrilla” que nos recuerda a tantas otras mujeres de su época, (una familia con 11 hijos) represaliadas por el régimen, viviendo de “pupilas”, arenando escaleras, trabajando en el lavadero, en el matadero o como colchonera en las campas, …

Recomendamos pinchar en dicho blog para leer el artículo completo pues el formato de nuestro diccionario obliga a reducirlo inexorablemente a una página:

 

Nació en Mora (Toledo) donde en 1941 fue expulsada del pueblo tras ser fusilado su marido por los franquistas, llegando aquí en 1945 con sus tres hijas, que serían ingresadas en las Esclavas del Amor Misericordioso de Sestao.

Se alojó como pupila con derecho a cocina en la casa de “El Negus” en la calle del Medio, realizando trabajos en las casas. En 1948, al casarse con Patricio Gutiérrez, pasaron a vivir a Abatxolo, ella con tres hijas, y él tres hijos, que con los otros cinco que tuvieron, formaron una conocida familia de once hijos, y siendo conocida como Vicenta “La Navarrilla” con el apodo de su suegra María Soledad, que a su vez trasmitió a su descendencia.

Patricio trabajó como marinero en el Sporting y en AHV y con la pesca como ayuda a la economía familiar, mientras ella incansable trabajadora se doctoró arenando escaleras, o en diversas actividades laborales. Así en el mismo portal donde compartía vivienda con el “Negus” estaba la confitería de Barriocanal, donde se dedicó a tareas de limpieza, igual que en otros portales, o en la pastelería de Mendizábal o en la sastrería de Lafuente donde trabajarían sus hijas de costureras, y donde con retales guardados en la faldiquera haría apaños en la ropa familiar.

Trabajó en el matadero municipal limpiando vísceras, en la carnicería de Lucita en el Ojillo, picando cebolla, en el lavadero lavando ropa o como colchonera en las campas del lavadero.

De la pesca de su marido, las mejores piezas, sobre todo jibiones, eran destinadas a equilibrar la balanza del fiado de las tiendas de comestibles donde la compra se liquidaba el día de paga.

Practicó el estraperlo viajando en el tren de la Robla con el excedente de pesca que su marido traía a casa volviendo desde Valmaseda con algo a cambio, engañando a los del fielato.

Hasta que alcanzó la edad de 65 años, unos quince años, trabajó en el bar Paco, aunque ninguna de estas actividades, en las que no estaba dada de alta, le dejó pensión alguna.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario