Hace tiempo en este
blog
Tasio Munarriz, tratando la incautación de bienes en la posguerra, trató la situación de la casa de Gabino Egusquiza que se dedicó a cuartel de la guardia civil (pinchar para ver).
Hoy nos completa la biografía de este personaje que aunque es ignorado en la Villa, los Gabino Egusquiza son muy conocidos.
Tasio Munarriz, tratando la incautación de bienes en la posguerra, trató la situación de la casa de Gabino Egusquiza que se dedicó a cuartel de la guardia civil (pinchar para ver).
Hoy nos completa la biografía de este personaje que aunque es ignorado en la Villa, los Gabino Egusquiza son muy conocidos.
Nació
en Portugalete en 1876.
Navegó
como maquinista naval hasta que entró en la fábrica de motores que la empresa
Echevarrieta y Larrínaga tenía en Lamiako. En 1917 Horacio Echevarrieta le
contrató como inspector de trabajos en la empresa Astilleros de Cádiz que
acababa de comprar. Una de las naves que construyeron y que sobrevive todavía es
el barco-escuela Juan Sebastián Elcano.
En
mayo de 1936 hubo una huelga provocada por la incautación de Astilleros
Echevarrieta y Larrinaga por parte del gobierno republicano. Egusquiza no
participó en ella porque estaba enfermo. Cuando se recuperó, volvió al trabajo
y le nombraron director interino.
El
18 de julio de 1936 triunfó en Cádiz la rebelión franquista y el astillero fue
militarizado. A Egusquiza lo detuvieron el 17 de octubre y lo juzgaron en
consejo de guerra el 9 de enero de 1937. Lo acusaron de pertenecer a UGT y de
promover la citada huelga. Lo avalaron varias personas adictas a la causa
franquista como persona moral, honorable y no marxista. Pero fue inútil. El
juez lo condenó a muerte como directamente inductor de un delito de rebelión
militar. El secretario del consejo de guerra le dio a firmar la notificación de
la sentencia, pero Egusquiza se negó a firmarla.
Lo
ejecutaron el 17 de mayo en los Fosos de Puerta de Tierra. (He añadido a su
foto el documento que testifica esta ejecución porque es el único que ha llegado
a mis manos).
La
Comisión de Incautaciones de Cádiz le incautó un piso y un terreno en esa
ciudad y la casa de G. Castaños 70 de Portugalete, donde se instaló la Guardia
Civil. Además, el Tribunal de Responsabilidades políticas le sancionó con 7.500
pesetas, que tuvieron que pagar sus herederos.
No se necesitan comentarios su fortitude lo dice todo. Que valiente victima de la oppresion que sigue.
ResponderEliminar