MÁS DATOS SOBRE EL PÓRTICO DE 1681

 

Cuando escribimos la historia de los distintos pórticos con los que ha contado la Villa y en concreto sobre los pórticos o tejadillos de la Basílica de Santa María, trabajo que fue publicado parcialmente en el libro de la Colección El Mareómetro “Crónica de la historia de Portugalete, Siglo XIX”, citamos escuetamente unos datos de 1681 referentes a cuando el portugalujo Bartolomé de Casares llevó a cabo la urbanización del pórtico y el enlosado del Campo. Nada sabíamos de sus características o localización hasta que Aurelio Gutiérrez “Navarrillo” ha publicado en su blog LA VIDA PASA (21-9-2021) nuevos datos sobre un expediente de 1688 relativo al cierre de tres ventanas en la Parroquia de Santa María, con el fin de prevenir robos que se venían produciendo durante el año 1688 en diversas iglesias del Obispado, que aclaran la posición y amplitud de este pórtico. Archivo Diocesano de Bizkaia F 006.283(3045/001).

El maestro cantero y albañil Bartolomé de Casares informó: “que la obra de la iglesia tiene tres ventanas tapiadas de ladrillo a media asta, que la una está sobre el tejadillo de la entrada de la puerta del lado de la iglesia a medio estado de hombre de alto, la otra está así mismo a la esquina del tejadillo que cubre los pilastrones de la torre a la misma distancia y la otra debajo del mismo tejadillo de la puerta principal de dicha iglesia, las cuales necesitan de asegurar por cuanto del tiempo y las aguas que baten estas ventanas y por estar al cielo y poniente se ha comido el ladrillo, de que están cerradas y se trasparenta la luz sin que se pueda tener firmeza en la cerradura”.

Por lo tanto, este párrafo nos da todas las claves para poder recrearlo. Considerando que “la puerta del lado” es la de la ribera (mirando a la ría), el primer tramo del tejadillo (pórtico) abarcaría desde el lateral derecho de esta puerta hasta el contrafuerte que sirve de separación del muro oeste. Sobre él, estaba y está la primera ventana mencionada, que al igual que las otras dos permanecieron tapiadas de sillería labrada hasta la remodelación de la Basílica de los años 1988 a 1994. Rodeando el citado contrafuerte, continuaría el siguiente tramo hasta llegar a los pilastrones de la antigua torre.

Junto al rincón y sobre el tejadillo de la puerta principal (la de la torre), la segunda ventana, y bajo él, la tercera ventana abocinada que facilitaban el juego de pelota a mano en nuestros años mozos, aunque en la superior se quedasen las pelotas en el alféizar y tuviésemos que intentar su caída a base de pedradas. Hay que recordar, que la torre actual se comenzó a levantar en 1690 según proyecto del guipuzcoano Lucas de Longa (hijo) y que en 1740-45 aún estaba acabándola Manuel Arróspide.

La parte de este pórtico más cercana a la puerta de la Ribera seguía en pie en 1740 y 1764, tal y como se aprecia en las imágenes inferiores, aunque ya sin el tramo cercano a la torre y seguramente, duraría hasta 1861, año en que hubo de reconstruirse, “de forma urgente e indispensable necesidad de reconstruir el pórtico, últimamente destruido por su mal estado, con tanto más motivo cuanto que en la proximidad del invierno es el único asilo que ofrece aquel sitio a las gentes que concurren a la Iglesia”.

Hemos actualizado el trabajo completo que he realizado con la colaboración técnica de mi buen amigo Xabier Martínez Bilbao, que quedará para su consulta en la Biblioteca Digital Portugaluja. (pinchar). 

JOSE LUIS GARAIZABAL