jueves, 18 de agosto de 2022

LA GOLONDRINA BLANCA DE ABARO

 


Una vez más y de chiripa, me he encontrado con una curiosa noticia en El Liberal del 14-8-1935 donde se publica una carta, sin firma, que decía así:

 “Desde el 10 del presente mes, a la villa de Portugalete le cabe la dicha de poseer una verdadera maravilla de la naturaleza. Se trata de una golondrina, cría de este año, completamente blanca, que el vecindario del elegante barrio de Abaro, entre el nuevo Instituto y el chalet y jardines de Martínez, tiene la dicha de admirarla en vuelo y en reposo.

Se ha dado conocimiento del fenómeno viviente y animado al director del Instituto y también al señor alcalde, para evitar, si es posible, que la chiquillería se arme de tiragomas y dé en tierra con esta joya preciosa que surca el aire causando la admiración de cuantos tienen la dicha de contemplarla en sus no muy rápidos revoloteos, pues, como dejamos dicho, se trata de una cría de este año.
Las oscuras golondrinas… que dijo el poeta.
Rara avis… que decimos nosotros”. 

El barrio de Abaro era un extenso vergel. Cada finca rivalizaba con las contiguas en arbolado, jardines y huertas, así que no es de extrañar que la golondrina albina se quedara en la villa donde nació, volando feliz tras los insectos por la zona comprendida entre el actual Colegio Santa María que en aquella época acogía el segundo Instituto de 2ª Enseñanza de Bizkaia, creado en 1933 como filial del de Bilbao, en el antiguo Hotel de José Dueñas que había sido proyectado en 1901 por Emiliano de Pagazaurtundua; y la mansión de Alejandro Martínez proyectada en 1902, sita en el solar donde se levantaron las casas en cuyos bajos estuvo el Coliseo Java, y hoy, el Supermercado BM.
Según nos cuenta la Asociación de Educación Ambiental El Bosque Animado:
No es muy frecuente encontrarnos aves con coloración blanca en sus plumas y a veces es complicado determinar qué clase de trastorno o aberración cromática presentan. Tanto el albinismo como el leucismo, ambos causados por mutaciones genéticas, producen este tipo de desórdenes pigmentarios debidos a la incapacidad del ave para fabricar melanina. El albinismo se manifiesta por un plumaje blanco puro que se mantendrá así toda su vida, pero también en su piel, pico y patas, que serán pálidos, y en sus ojos, rosados o rojizos”.
Esperamos que la golondrina emigrara felizmente en Septiembre, junto a su pareja y compañeras, a los lejanos parajes de África, sin haber sido blanco de los tiragomas infantiles. 

JOSE LUIS GARAIZABAL

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