Entre las fotos del archivo de Chus Navarro, figura esta que
presentamos hoy y que corresponde a este sacerdote tan conocido y recordado en
la Villa, ya que estuvo aquí casi medio siglo.
Había nacido en un caserío de Mújica y tras
cursar estudios de Humanidades en Durango y los de Filosofía en el Seminario de
Vitoria fue ordenado sacerdote en junio de 1916, celebrando su primera misa
meses después.
Tras ejercer de párroco en el pueblecito
alavés de Atauri, en 1920 pasó de coadjutor a Lejona y en 1924 fue trasladado a
Portugalete.
Aquí estaba de párroco León Fernández
Martínez (ejerció durante casi 50 años) al que sustituyó en 1930 Eduardo Escarzaga,
y en 1932 Angel Chopitea con el que tuvo una gran relación hasta que este fue jubilado.
Euskaldún de nacimiento, por su carácter fue
muy recordado en la Villa, y algunos recuerdan también sus discusiones, o
conversaciones que no querían que trascendiesen, en euskera con Angel Chopitea,
también euskaldun.
A Chopieta le sucedió en 1961 Pablo
Bengoechea, y con este de párroco celebró sus bodas de oro de sacerdote con
gran repercusión en la Villa, el día de San Juan Bautista de 1966.
A la misa solemne en la Basílica asistió el
obispo Pablo Gúrpide y el presidente de la Diputación el portugalujo Placido
Careaga, siendo sus padrinos el alcalde José Manuel Esparza y su esposa María Teresa
Palacio.
Tras bailarle un aurresku en el pórtico de la
Basílica se celebró un banquete en el Hotel, mientras en el Hospital Asilo, por
invitación personal suya, se servía una comida especial.
Seguramente que muchos de los que le
conocieron podrán contar particulares anécdotas de este cura que nunca quiso
dejar “su pueblo portugalujo”, aunque tuvo ofertas para hacerse cargo de
parroquias vecinas, y que recordaba con especial satisfacción de su larga
permanencia en la Villa, el día en que su parroquia adquirió la categoría de Basílica.
Según su sobrina Pilar, en la foto aparece
junto con su madre.
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