martes, 22 de mayo de 2018

EL FUERTE DE SAN ROQUE DE 1875: EL PROYECTO




Tras las noticias que José Luis Garaizabal nos dio sobre el fuerte militar de San Roque en los años 30 del siglo XIX, recogemos la parte de su trabajo que se refiere al que se volvió a construir tras la última guerra carlista, analizando en esta entrada su proyecto y en otra próxima su construcción:



Tres décadas después de que se demolieran las fortificaciones sobre Abatxolo y el cerro de San Roque, aquel deseo “…a fin de que en ninguna ocasión pueda servir de baluarte a los enemigos del Gobierno“, se lo llevó el viento, ya que los carlistas sitiaron de nuevo la Villa en 1873 e instalaron sus baterías en la cima desnuda y aplanada de ambos cerros (la foto superior corresponde a ese año) y seguramente sobre el solar del “llamado el nuevo”, instalaron la batería nº 4 (Plano del Sitio de Portugalete – J. Pajares 1874).

Según nos contó en su diario, Marcos Escorihuela, el 10 de Octubre de 1873: “Noticiosos los carlistas de la próxima traída de Bilbao de unas casas blindadas para fortificar el Alto de San Roque, han hecho obras ofensivas o trincheras en Campanzar y en el Pozo de Abacholo”. Dos días después, los carlistas disparaban su artillería sobre la Villa desde San Roque.

La Villa se rindió el 21 de Enero de 1874, retirándose los carlistas el 1 de Mayo. De lo sucedido el 18 de Mayo, Escorihuela nos narra: “Se trabaja activamente hace días para fortificar principalmente los altos de San Roque y Campanzar, donde quedan colocados ocho grandes cañones, que si se hubiese hecho en Agosto pasado, se hubieran evitado ruinas dolorosas e irreparables…”.

Dado que había que alojar a los militares de los batallones Barbastro y Segorbe, y que la Villa no contaba con instalaciones adecuadas, surge el proyecto de “Cuartel defensivo en la Villa de Portugalete, en el Alto de San Roque”. El proyecto, descripción, presupuesto y pliego de condiciones lo hemos localizado en el Archivo Histórico Foral de Bizkaia (Bilbao Primera 0196/003) fechado el 26-8-1874, y nos permite conocer las características del acuartelamiento.

El plano dibujado en tela, se encuentra en pésimo estado, ya que al haberlo doblado en fresco o a temperatura o humedad inadecuada, ha provocado que se calquen unas imágenes sobre otras y me ha requerido un arduo trabajo de borrado de los trazos calcados. Está fechado el 11 de Agosto de 1874 y firmado por el Comandante de Ingenieros, Eduardo de Mariategui.

Se trataba de alojar de forma urgente a 150 hombres en un edificio compuesto por un piso central elevado y en otro piso menor debajo de las dos alas. El contratista debía acabar la obra en 70 días.

El edificio de 115 m de longitud por 12 de anchura (deducimos por el plano), contaba con tres grandes puertas (p’, p’, p’) de 2,20 m, dos de ellas chapadas con plancha de hierro “para que no pasen las balas de fusil”, lo mismo que las ventanas de la cocina (v, v’), excusados (L, M), las estancias (d’, d’, d’, d’) y las puertas de las casamatas que están frente a la escalera. El dormitorio de la tropa contaba con claraboyas en el techo y un suelo de madera desmontable en su parte central, para tener acceso a las rampas que permitían conducir las piezas a las casamatas (G, G). Los blindajes con madera eran de medio metro de espesor. El suelo de los dormitorios iba empedrado para facilitar el paso de las piezas. Las aspilleras del dormitorio de tropa, lo mismo que en otras dependencias podían cerrarse con tablas dotadas de bisagras. Unas escalerillas (E) daban acceso a las dependencias del gobernador, oficiales, oficial de guardia y telégrafo (d’, d’, d’, d’). Mediante cuatro tubos de hierro galvanizado se ventilaban las dependencias subterráneas, sobresaliendo un metro por encima del tejado. El tejado era únicamente de chapa galvanizada (776 m2), lo que hace suponer que originaría unas temperaturas extremas para los alojados. Contaba con un depósito de agua de 6 m3. Las diferencias entre tropa y mandos eran evidentes, contando con cocinas y excusados diferentes. Igualmente, solo los excusados de oficiales contaban con inodoro. El cuartel contaba con foso que debió ser excavado, etc.

El presupuesto se fijó en 27.309 ptas. con tres plazos iguales para los pagos: 1º a la mitad de la obra, 2º a la conclusión y 3º dos meses después de entregar la obra, estableciendo una multa diaria de 25 ptas. por retrasos y en caso de adelanto se le bonificaría con 12,50. Las ofertas se podían presentar hasta el 3 de Septiembre, ganando el portugalujo Pedro Lecue e Ibarreche, casado, carpintero de 38 años de edad, domiciliado en la calle Santa María nº 9-pral., que ofertó 26.625 ptas., contra las 26.800 que ofertó el abandotarra Pedro Bilbao.







 



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