martes, 23 de febrero de 2021

RECORDANDO A LOS PRIMEROS PRESIDENTES DE LA NÁUTICA

 


Para que no se pierda en el olvido, quisiéramos recuperar los orígenes de uno de los principales club deportivos de la Villa como es la DEPORTIVA NAUTICA, motivo por el que estamos recabando colaboración a quienes vivieron aquellos años.

Tras la guerra civil las primeras aficiones deportivas que resurgieron fueron el fútbol, creándose el Nuevo Club Portugalete y la natación con travesías a nado por la ría o partidos de waterpolo entre cuadrillas, utilizando la Punta o el Dique, y fundándose la Deportiva Náutica en 1948.

El que figuró al frente de este movimiento cuya misión se definía como de “fomento de la natación y el waterpolo”, fue Julián Bayo Bellés, que tenía 37 años, y que por sus antecedentes políticos dentro del régimen era admitido perfectamente para conseguir la solicitud como presidente.

La nueva sociedad legalmente constituida permitió acoger a los remeros de la Cofradía de San Nicolás, que estaban también gestionando constituirse como Club de Remo, para que pudieran competir en la prueba de bateles que a nivel nacional se celebraría el año siguiente en Avilés.

Ya ese año Julián Bayo fue elegido concejal y dos años después, en 1951, alcalde. Su labor a favor de la NÁUTICA se plasmó en la construcción de la piscina de 33 metros, inaugurada en 1959, poniendo al frente como presidente a José Luis Fernández Ruiz (Chelu), hijo del director de la Banda Municipal de Música, que había sido quizás el principal promotor de la idea de que el club fuera uno de los pocos en Bizkaia que dispusiera de piscina como medio de desarrollarse plenamente.

El, que destacaba entre los jóvenes que se movían en la entidad, fue a sus 21 años el verdadero revulsivo que el club necesitaba tras una década en horas bajas. Los habituales nadadores de la Punta, algunos muy buenos, fueron pasando a engrosar las filas de la NÁUTICA y en la piscina municipal de agua salada se podía seguir viendo muchas de las ocurrencias que se daban en la Punta pero ahora tirándose desde el trampolín.

Además dos años después entró en la corporación municipal como concejal siendo, en 1964, 2º teniente alcalde y siguió de concejal con Esparza en 1965 y 1967.

Enamorado de la natación, su manera de ser, su cargo en el Ayuntamiento, como director de Radio Nacional de España en Bilbao, o como periodista en La Hoja del lunes o Hierro, hizo que pudiera “meterse” o acceder a personas del ámbito oficial para conseguir sus objetivos deportivos. Con él como presidente, y preparador, además de participar en las travesías de la Ría, se fueron organizando pruebas de natación o campeonatos de waterpolo, consiguiendo la NÁUTICA bajo su gestión la medalla al Mérito Deportivo.

La NÁUTICA se desenvolvía en aquellos años en régimen prácticamente de club paramunicipal, con el apoyo del Ayuntamiento a quien anualmente en una memoria rendía cuenta de su actividad, lo cual no quiere decir que para ello no recurriera a todo tipo de medios, desde usar el propio vehículo de Chelu o el de la Radio, para trasladar a los nadadores, hasta organizar verbenas en el parque para recaudar fondos para financiar sus actividades.

Su meta para llegar a las bodas de plata de la Náutica, en 1973, fue conseguir la inauguración de la piscina de 50 metros y foso con torre de saltos, preparando para dicho evento un importante programa que incluía los campeonatos de España de waterpolo.

Conseguido este importante acontecimiento, Chelu consideró finalizada su etapa al frente de la Náutica y como concejal.

Es Txerra Aroma, uno de los nadadores activos de la sociedad aquellos años, quien nos cuenta su relevo. Se había barajado que el siguiente presidente fuera él o Gabi Madariaga, y se iba a acordar en una comida en la txabola de Landaberri. Sentados a la mesa, Txerra empezó adelantándose para notificar que terminada su carrera y empezando a trabajar, el no podía comprometerse, por lo que en consecuencia Gabriel Madariaga Izurza, fue el presidente en la nueva etapa que se comenzaba.

 

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