La medicina como la gran mayoría de las ciencias, estuvo
vetada a las mujeres hasta siglos recientes, aunque se permitió que se
encargaran de traer a los niños al mundo, al igual que en el ámbito familiar
cuidaron de ancianos y enfermos llegándose a convertir en verdaderas “sanadoras”.
Sin embargo en el siglo XVIII los médicos cirujanos se
empezaron a inmiscuir en su campo intentando vetar a las comadonas o parteras.
En Portugalete Jaime
Villaluenga, en su trabajo “La
sanidad y la beneficencia de Portugalete a mediados del siglo XIX”, nos da
la noticia de que la primera profesional sanitaria de la que se tienen noticias
es de la partera Inés Salutregui a quien en 1841, con motivo de su
contratación, se le hizo presentar su diploma conseguido el 27 de octubre de
1817 en Madrid, que le facultaba para “libremente
y sin pena alguna ejercer y usar el arte de partear, los usos y cosas a
él tocantes y concernientes en todas las ciudades, villas y lugares de los
reinos y señoríos de S.M”.
La contratación de los profesionales de la medicina quedaba,
al igual que los de otros empleados, a expensas de cada nueva corporación
portugaluja y este puede ser el motivo de que durante los primeros años no se citen
los nombres de sus facultativos y de que sí se conozca el nombre de esta mujer
que para empezar a ejercer el 5 de marzo de 1941 se le hizo presentar su
diploma.
Un siglo después encontramos que en el programa de fiestas de 1935 se anunciaba Josefa Aróstegui que a buen seguro ayudaría a venir al mundo a alguna
de nuestros mayores actuales.
Ilustramos esta entrada son detalles femeninos de fotos del
archivo de Juan Antonio Cortés, perteneciente al Ayuntamiento Municipal de
Burgos.
Ya en 1824 en una relación de las actividades más notables De la Villa, aparece Inesa Salutregui, comadrona, natural de PORTUGALETE.
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