jueves, 29 de diciembre de 2011

JACINTO BENAVENTE EN PORTUGALETE

El dramaturgo Jacinto Benavente (1866-1954), Nobel de Literatura en 1922, nos dejó unas interesantes y olvidadas Memorias, recogidas en sus Obras Completas, tomo XI. En la parte I: 1866-1886 habla sobre Portugalete:

“Otro verano pasamos unos días en Portugalete. Portugalete era entonces un pueblecillo de pescadores, sin más comodidad para los veraneantes que unos hotelitos frente a la entrada de la ría, y la fonda de la Brígida, en donde nos hospedamos.

La Brígida, doña Brígida, era vizcaína de pura raza, tan carlista como vizcaína. En su fonda había almorzado alguna vez Don Carlos con su cuartel general durante el sitio de Bilbao. A los huéspedes los trataba como a liberales. En Portugalete como diversiones no había otros recursos que los naturales, aparte los que cada cual se proporcionara particularmente, también muy naturales, y a cargo casi siempre de las criadas del establecimiento. Unos pobres cómicos amenizaban las veladas con la representación de sainetes y piececillas en un acto, de tres o cuatro personajes. Era toda la compañía. Pero esto sólo cuando los huéspedes del hotel, previa consulta, acordaban asistir a la función y adquirían localidades. El local destinado a teatro era un cocherón del hotel. Los cuartos de los actores eran los pesebres. La primera y la única actriz cantaba tonadillas y malagueñas. La parte popular del público la trataba sin compasión. Por el día, los cómicos se dedicaban a la pesca con caña; sin duda, para reforzar su alimentación. ¡Pobres hijastros de Talía!(*).

A la ida y a la vuelta de Portugalete pasamos unos días en Bilbao, que me pareció horrible. Verdad es que el Bilbao de aquel tiempo no tenía nada de agradable. Fuimos también a Las Arenas, Santurce y Algorta. De ninguno de estos lugares tengo muy buen recuerdo”.


(*) Talía: la musa de la comedia. Se representa coronada de yedra y con una máscara en la mano derecha.


Daniel Docampo

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