1.- Guerra
Iniciada la
sublevación militar en julio de 1936, la corporación republicana y la Junta
local de defensa destituyeron o privaron de sus derechos de jubilación a las 19
personas que figuran en la lista adjunta, no porque hubiesen
hecho algo contra la República sino porque eran sospechosos de poder hacerlo. En
palabras de la comisión de Gobernación “son
notoriamente desafectos y hostiles al Régimen e incompatibles, por eso mismo,
para seguir a su servicio en puestos cuya primera y principal condición debe
ser una adhesión y afecto acendrados hacia él y un entusiasmo ilimitado hacia
las instituciones republicanas y democráticas”.
A pesar de
que varios compañeros y los partidos políticos PNV y PSOE defendieron a algunos
de los castigados, el ayuntamiento consideró esos testimonios poco fidedignos.
El consejero de Gobernación del Gobierno de Euskadi, Telesforo Monzón, a
finales de noviembre resolvió que quedaban sin efecto las suspensiones de cinco
empleados. La Corporación protestó esta decisión. Ignoro qué sucedió después
porque no hay documentos sobre ello.
2.- Posguerra
El 19 de
junio de 1937, al ser ocupada Bilbao por las tropas llamadas nacionales, el
ayuntamiento de nuestra Villa evacuó a Santander-capital. Los concejales y la
mayoría de los funcionarios municipales, junto con más de 2.000 portugalujos
obedientes, acompañaron al alcalde Cándido Busteros. Cuando cayó Cantabria, en
setiembre, Busteros evacuó a Catalunya, Francia y México y la mayoría de los
concejales, funcionarios y vecinos volvió a casa. Los funcionarios se
encontraron con que había otra corporación municipal, que ya había decidido, el
10 de julio, “con objeto de enjuiciar la
conducta de todos los empleados de este Ayuntamiento, durante la época roja, y
no aceptar servicio alguno de nadie de quien no conste de forma inconcusa su
lealtad al Glorioso Movimiento Nacional, (…), se acuerda destituir a todos los empleados municipales, no obstante lo
que continuarán en sus puestos hasta que sean resueltos los expedientes
personales que se les incoarán (…)”.
La expulsión
era el primer paso del proceso de depuración. El segundo era rellenar un
cuestionario sobre su actuación política y la de sus compañeros en la guerra.
En el tercero, el 15 de enero de 1938, el ayuntamiento decidió admitir a 24
funcionarios y expulsar definitivamente a 48 (los que aparecen en la lista superior). El mayor delito de éstos fue el no haberse presentado en sus
puestos en los diez primeros días de la ocupación de la villa.
El homenaje
será en el salón de plenos del ayuntamiento como el lugar más representativo de
éste y, dada su pequeña capacidad, va dirigido fundamentalmente a los
familiares directos de los funcionarios citados.
Tasio Munarriz
A lo publicado en esta entrada hay que añadir que :
ResponderEliminarFalta en la lista Laureano López Pelaez, el padre de José Benito López Ocariz, y ha sido difícil localizar a todos los parientes de los citados funcionarios, quedando por localizar a los de los siguientes:
Fortunato Niño Abad*
Fernando Pérez Quintana*
Juan Eugenia de la Hija*
Vicente Gallastegui*
Santiago Llorente Muñoz*
Julián Chinchurreta*
Félix Arribas Rojo*
Gerardo Gallo Calvo*
Marcial Neira Fernández*
Pedro Fuertes Aparicio*
Si algún usuario de este blog conoce a alguno, puede informar de ello al teléfono municipal 944729216 o enviar un mensaje a participa@portugalete.org
Eskerrik asko.
Tasio Munarriz