Agustín Urbina Viguri (1885-1969) que
bajó de Gallarta en 1913, fue uno de los cooperativistas y presidente de las
“Casas baratas de Villa Nueva” en Repélega, teniendo una presencia importante
dentro del movimiento democrático republicano.
Electricista de profesión, estableció en
1932 en el nº 4 del Ojillo, un “comercio de venta e instalación de aparatos de
radio y artículos de electricidad”, que con su rótulo luminoso anunciaba que
era representante oficial de la casa Philips Radio.
Agustín tuvo una actuación que llegaría
a ser histórica al presentar al Ayuntamiento en 1933 una oferta para la
adjudicación de los tradicionales corros de baile que con pianos de manubrio o
acordeones animaban las fiestas y días festivos en la Plaza. Se ofrecía con
“una instalación amplificadora de micrófono radio y gramófono con sus
correspondientes altavoces”, por un importe más barato que los demás grupos de
música.
Ante el éxito del nuevo sistema, se
prolongó el horario de la música hasta las 9 de la noche, una hora después de
retirarse la Banda, ampliándose a los domingos y festivos al mediodía de 12 a
1.
Se había producido un cambio radical en
los bailes de la Plaza, haciendo desaparecer a los pianos de manubrio y a los
acordeonistas callejeros, de tal manera que al año siguiente, 1934, ya toda la
animación musical era con el aparato de radio que se colocaba en el kiosko y
los altavoces que se repartían por toda la plaza, cobrando el adjudicatario a
los que bailasen, una perra gorda los domingos y media los demás días. Por supuesto
las mujeres no pagaban.
Ayudado por algunos de sus hijos (tuvo 7
varones y 2 mujeres), tras la guerra sufre un periodo en la cárcel, que
ralentiza su actividad, y en 1950 traslada su local a la nueva calle de Carlos
VII, donde continuaría su hijo pequeño Juan Urbina Santamaría, que en 2002
abriría otra nueva en General Castaños, gestionadas hoy por la segunda
generación de los Urbina.
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