De este personaje se
encuentra en internet muchas noticias dado que es un verdadero referente en
la historia de la aeronáutica española. Sin embargo su relación familiar hay
que buscarla en el Archivo Histórico Municipal donde Roberto Hernández Gallejones, Amaia Álava y José Manuel López Diez nos
completan la información.
Sus antecedentes familiares en la Villa comienzan cuando en
1849 se estableció aquí un marino gallego Jacobo Babío Amor que al casarse con Dominica Osteocoechea tuvo varios hijos, como
Aquilino (que también sería marino), José Tomás, María, o Felipa que se casó
con Isidoro Lafita Andraca, un joven
de Plencia que había venido con 12 años y que también eligió la profesión de
marino.
Ambas familias vivían en la misma casa del Muelle Viejo, el
nº 16, y allí el matrimonio de Isidoro y
Felipa, tuvieron sus cuatro hijos, Isidora
(1893), Gloria (1896), Manuel (1890) y finalmente Felipe (1902).
Tras nacer este último muere su madre y su padre
se traslada a Santurce, donde sería socio y director gerente de la Compañía
Santurzana de Navegación que constituida en 1904 adquirió el vapor Desierto.
Mientras a Manuel le envía a estudiar medicina (en 1952 el ayuntamiento le
felicita al ser galardonado con la Orden Civil de Sanidad) a Felipe le envía a
estudiar ingeniero naval al Ferrol.
Dotado de grandes
capacidades intelectuales Felipe estudió allí primero la carrera de Ingeniero Naval, obteniendo
con 23 años el doctorado, y después siendo ya comandante de la Armada, su
segunda carrera en la Escuela Superior Aerotécnica de Madrid, lo que le supuso
ante la brillantez que mostró la concesión en 1934 de la Cruz de segunda clase
del Mérito Naval. Su tercera carrera sería la de Ingeniero Industrial en
Barcelona.
Fue catedrático en las
Escuelas de Ingenieros Navales y Aeronáuticos, campo donde su asombrosa
actividad dio lugar a muchas aportaciones de carácter muy diverso, que
fueron de gran importancia para el desarrollo de la Ingeniería Aeronáutica
Española. De hecho su nombre figura en los anales de la aviación militar
española donde ocupa un puesto de honor
Tras la guerra civil, en 1942, cuando se fundó el Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica fue
él su primer Director General, (era entonces coronel de ingenieros
aeronáuticos), cargo que ocupó durante 20 años y cuyos diversos
objetivos eran analizar, desarrollar y homologar las características de
funcionamiento de aviones, motores, equipo y armamento y los materiales
empleados en su construcción, dependiendo directamente del Ministro del Aire. El
convertiría este Instituto en una cátedra internacional por donde desfilaron
las figuras más prestigiosas de la Ciencia y Tecnología Aeronáutica de Europa y
América, jugando un papel esencial en la consolidación del nivel científico de
la actividad aeronáutica en España.
Su sede empezó en
el aeródromo de Torrejón de Ardoz, donde dirigió además las obras de construcción
de la base aérea militar. Fue
también Director y Profesor de la Escuela Superior Aerotécnica, que se
convertiría más adelante en la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos de
la que sería profesor.
Publicó gran número
de obras relacionadas con el mundo aeronáutico destacando entre ellas: Introducción al Estudio de Vibraciones Mecánicas, Vibraciones Mecánicas en
Ingeniería, Problemas de Torsión, Técnica del Hidroavión, Teoría de la
Elasticidad y Fundamentos de la Resistencia de Materiales, o Aerodinámica
Aplicada. Dentro de esta especialidad escribió trabajos sobre física y
matemáticas.
También brilló como hombre de acción, llevando la presidencia de diversas empresas nacionales.
Por sus años de estudio, docencia e investigación fue elegido en 1961 miembro
de número de Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de Madrid,
y de la Real Academia de Ciencias y Artes, de Barcelona, y Gran Cruz del Mérito Aeronáutico. Su prestigio internacional le llevó a ser miembro
de honor del Instituto Aeronáutico Lilienthal de Berlín y comendador de la Corona de Italia.
Consejero de la Fundación
Juan March dimitió al llegar a los 80 años ocupando su puesto su hijo Alfredo
Lafita Pardo, abogado del Estado que posteriormente sería designado
director-gerente y luego vicepresidente ejecutivo de la Banca March.
Cecilio Goitia y en 1940 es nombrado vocal del recién
creado Consejo General del Montepío Marítimo.
Jon Koldo Fernández García de Iturrospe nos
completa la información de Isidoro Lafita Andraca (Plencia 1867- Santurce
1945), el padre de nuestro personaje Felipe Lafita Babio, ya que tras el
nacimiento de este y la muerte de su mujer se traslada a Santurtzi, donde se casa en 1904 con Leonor Arzuaga Mendizábal.
Como ya
dijimos ese año es uno de los socios de la nueva compañía Compañía Santurzana de Navegación adquiriendo el Vapor
Desierto, continuando con su actividad como empresario
naval, entre la que encontramos en 1907 la adjudicación de un
concurso para poner a flote el buque General Valdés, que en 1909 rescinde el
contrato iniciando un largo pleito
contencioso-administrativo contra los Ministerios de Marina y Guerra.
Si 1907
forma parte en el jurado de las regatas internacionales que se celebraban en la
ría, en 1911 se le autoriza a construir un casino balneario en el inicio
del rompeolas exterior bajo proyecto de
Su firma aparece en diversos artículos de la
revista Marina Civil, órgano de la Federación Española de Oficiales de la
Marino Civil.
Jon nos adjunta también la foto de su
panteón familiar en el cementerio municipal.
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