La aparición de un libro titulado MONEDAS DE NECESIDAD,
JETONES DE PROPAGANDA Y FICHAS DE CASINO. PAIS VASCO-EUSKADI 1900/1960, que
hemos tenido la posibilidad de hojear, nos ha hecho recurrir a Txomin Hermosilla, el coleccionista por
antonomasia en nuestra Villa, que además ha colaborado en el mismo, para que nos
resuma el tema en lo que a Portugalete se refiere.
Hay que empezar recordando que nos retrotraemos a años de
escasez del siglo XX, en que nuestros antepasados se unieron en
cooperativas o economatos para hacer frente a aquella situación. Dichas asociaciones
suministraban a sus socios los productos básicos y acuñaban las chapas-monedas
de necesidad que eran aceptadas en parte de las tiendas de la Villa como
pago fundamentalmente de productos alimenticios.
Una de las muestras que recogemos arriba corresponde a la COOPERATIVA
VASCA con el anagrama en el anverso del sindicato ELA-STV, por valor de 50 céntimos
o una peseta, y que hechas de latón tenían unos 25 mm. de diámetro y 5,5 gramos
de peso.
Junto a ella las que surgían del ámbito parroquial de Santa
María, cuando los feligreses más pudientes aportaban alimentos o dinero para
apoyar a los más desfavorecidos. En este caso figuran acuñadas como CATECISMO PARROQUIAL,
por valor de 1 ó 5 céntimos, fabricadas de aluminio con un diámetro de 20
mm. y 0,7 gramos de peso. Con el fin de difundir el mensaje religioso entre los
más pequeños que acudían a las catequesis preparatorias de la Primera Comunión
incentivaban su asistencia con estas “monedas” que les podían ayudar a ir, por
ejemplo, al cine.
En la ESCUELA DOMINICAL que fundara Fernanda Carranza se
utilizaron también chapas de aluminio de 26 mm. y dos gramos de peso, que no
tenían valor monetario y que desconocemos cómo se usaban.
La cuarta chapa que recogemos en la muestra superior
corresponde al de FRUTAS POR MAYOR ANTONIO MARTINEZ. Este establecimiento al
por mayor y menor estaba en el nº 15 de la calle Coscojales. Solía ser habitual
en este tipo de establecimientos de venta de frutas, como forma de transacción
en los sacos o envases o gratificando a sus clientes con estas monedas que reconocían
su fidelidad o pagar en especie a personas que realizaban pequeños trabajos.
Finalmente bajo estas líneas las chapas de la CONFERENCIA DE
SEÑORAS DE SAN VICENTE PAÚL. Esta asociación caritativa católica laica de
origen francés, se organizaba en grupos de trabajo denominados “Conferencias”
que desarrollaban su labor social con el apoyo de voluntarias, orientadas por
un consejero espiritual de la parroquia.
Las mujeres donaban dinero para distribuirlo entre los más
necesitados mediante el reparto de unas fichas que llevaban grabado su valor del
genero alimentario, como podía ser leche o en el caso que mostramos era de
medio kilo de tocino.
La citada ficha era de aluminio, y pesaba 3 gramos con un diámetro de 31 mm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario