Todo empezó en febrero de 2020 cuando a instancias de Andrés Vitores, nos reunimos con José Luis Landaluze quien nos relató su experiencia de haber visitado décadas atrás el subsuelo del Campo de la Iglesia a través de galerías que unían su casa de la calle Santa María nº 26 con la Iglesia y con la torre de Salazar describiendo la existencia de dos salas con sepulcros.
Tras realizar un detenido estudio histórico del mismo y contactar con la Sociedad Aranzadi, lo dimos a conocer en este blog causando una gran expectación.
Interesado el Ayuntamiento en el tema, le cedimos el testigo encargándose se contratar a una empresa que hiciera la prospección correspondiente que corroborase dicha existencia.
En noviembre empezaron los trabajos y en enero de este año dieron a conocer los resultados que indicaban que estábamos ante un importante campo arqueológico, pero sin rastro de las citadas cámaras y pasadizos.
No podemos negar cierta decepción que nos produjo dicho informe pues resultaba difícil creer que José Luis Landaluze nos hubiera mentido.
Andrés Vitores, no quedó contento con el sistema utilizado y defendiendo la credibilidad de su amigo Lanzaluce, decidió buscar una segunda prospección por su cuenta.
La ocasión la encontró al enterarse de que con motivo de la construcción del ascensor que unirá la estación de la Canilla con la calle Mier, se había contratado a una empresa catalana la realización de un estudio con modernos sistemas de georradar y que dado que los gastos de desplazamiento ya estaban cubiertos podría realizar este segundo estudio de una manera más económica.
Vitores, a través de su empresa URDAX BIMILA S.L., y con la colaboración de Aranzadi, contrató la exploración, notificándonos a la Fundación El Abra y al Ayuntamiento de Portugalete sus intenciones.
Notificó a la Diputación el comienzo del trabajo consistente, según nos señaló, en un ensayo de tomografía eléctrica mediante un método de resistividad multielectródico, basado en la modelización 2-D de la resistividad del terreno mediante el empleo de técnicas numéricas (elementos finitos o diferencias finitas) y un análisis de Georradar Deep Inspection con un equipo Malags con antena de 100 MH y un alcance de profundidad de 3 metros, todo ello sin ninguna acción invasiva del terreno, y finalmente la pasada semana, el martes y jueves, realizaron el trabajo.
Al margen del resultado del informe que recibirá la empresa de Andrés Vitores, a los que presenciamos los últimos momentos de su trabajo se nos ha trasladó la existencia de marcadas imperfecciones del terreno, pendientes de analizar, que podían apuntar en la dirección de las posibles galerías descritas por Landaluze, para lo cual habría que recurrir a un equipo de arqueólogos.
Esperamos que próximamente tengamos noticias definitivas del informe detallando exactamente sus conclusiones, que junto con el resultado de la anterior prospección, obligará a acordar un plan de actuación conjunto, pues la importancia de los hallazgos es enorme para la Villa dado los beneficios que aporta desde el punto de vista turístico, comercial y de espaldarazo a la celebración del Portugalete 700.
No hay comentarios:
Publicar un comentario