lunes, 25 de enero de 2021

EL ENTORNO DE LA BASILICA, UN IMPORTANTE CAMPO ARQUEOLOGICO

  


Tras la entrada anterior con las reseñas de prensa y el comunicado oficial sobre el resultado del estudio arqueológico realizado por el Museo de la Minería, vamos a recoger también aquí las principales conclusiones del mismo.

En la presentación expusimos, de una manera jocosa e intentando trasladar un poco el sentir popular, nuestra desilusión por no vernos ya a lo Indiana Jones entrando por los famosos pasadizos que dice haber visitado José Luis Landaluze, y quizás también influidos por uno de los técnicos con los que el año pasado contactamos previamente, que nos enseñaba cómo desde el exterior se podía “filmar” el mapa arqueológico del subsuelo de bodegas en el caso concreto de un pueblo riojano.

Pero la realidad de cómo se trabaja en estos espacios urbanos protegidos previamente por la declaración de casco histórico medieval, hay que dejarla en manos de los profesionales como en este caso han sido los arqueólogos del Museo de la Minería a los que se les había adjudicado el estudio. No está permitido en un lugar público realizar excavaciones sin que previamente estos expertos dictaminen la posibilidad de la existencia de restos arqueológicos de interés.

Los métodos geofísicos que utilizan, en este caso desde la superficie, proporcionan siempre una información de carácter indirecto producto del procesado y de la interpretación de las medidas obtenidas de parámetros físicos del subsuelo.

Y nos tenemos que felicitar ya que el informe que han realizado analizando dichos parámetros detecta una treintena de puntos que pueden responder a realidades de gran interés arqueológico para conocer el pasado de la Villa.

Aunque recomiendan cierta cautela inicial sobre la posible existencia de los pasajes subterráneos relatados por José Luis Landaluze, algunos de los indicadores detectados, que pueden ser cavidades, quizá estén relacionados con dichas galerías y cámaras subterráneas. Se podría decir que casi coinciden dos anomalías de tipo gravimétrico y georadar en la zona en que él describe las dos primeras cámaras funerarias. El resto de la narración no coincidiría con el resto de anomalías (si es que su orientación en descenso por el lateral E de la Torre Salazar fuese la correcta). En todo caso, el trazado de las galerías y cámaras narradas coinciden casi exclusivamente con zonas urbanizadas y pavimentadas, algo que dificulta el trabajo arqueológico

Curiosamente han detectado un punto también de interés, como es la existencia, ya conocida por algunos de los que viven en la esquina oeste del campo de la iglesia, de un zulo perforado en la propia roca a unos 4 m. de profundidad y escaso desarrollo, hoy en día tapiada su entrada y que fue utilizado como refugio en la guerra civil. (Lo hemos señalado en el plano inferior con la A).

Tampoco debemos olvidar que en nuestra Villa jarrillera numerosas plantas bajas de las casas disponían de sus lagares y bodegas subterráneas donde almacenar sus caldos y que también forman parte de nuestra historia.

Ahora que estamos ante el 700 aniversario de la fundación como Villa, debemos reconocer la casi nula existencia de noticias anteriores, sobre el asentamiento de los moradores aquí y que quizás estuvieran en este alto donde la fundadora encargó levantar una iglesia dedicada a Santa María. Por lo que no sería de extrañar que algunas de las “anomalías” detectadas tuvieran relación con la época anterior a esta fecha, al igual que se encuentran del momento de construir la actual iglesia por encima de la primitiva más pequeña a final del siglo XV.

Así en la zona entre la Basílica y la zona del mirador (señalado en el plano con la B) se han detectado una serie de evidencias alineadas en el subsuelo que se corresponderían con muros de contención y rellenos, cuyo fin parece haber sido el de crear un rellano que salvase el desnivel del terreno y permitiese construir la iglesia actual, edificada como hemos dicho sobre los restos de una anterior más pequeña.

El segundo motivo de satisfacción es la propuesta del Equipo de Arqueología de abordar nuevas campañas de investigación para conocer la naturaleza de varios indicadores detectados, y que nuestro alcalde Mikel Torres, coincidiera que “con los datos con los que contamos, es necesario seguir investigando para continuar conociendo la historia de nuestra Villa, siendo nuestra intención que estas labores puedan hacerse a lo largo de este año”.

El plan a seguir a partir de ahora, se basará en las dos propuestas sugeridas en el informe, con la doble intención de dilucidar materialmente la existencia de galerías subterráneas y de reconocer la naturaleza de las otras anomalías detectadas.

Dentro de la dificultad que suelen entrañar los trabajos arqueológicos, se intenta ser prácticos con unos sondeos sencillos y poder empezar lo antes posible con una intervención arqueológica mínima, por lo que se ha seleccionado un grupo de 11 anomalías agrupadas en dos zonas en las que se podría empezar fácilmente a trabajar por ser zonas verdes ya que el trabajar en ellas no generaría grandes afecciones a la ciudadanía.

La primera intervención, señalada en el plano con el nº 1, consistiría en un sondeo de tamaño reducido en la esquina superior del jardín de la calle Santa María frente a la entrada del Colegio del Carmen, y de la casa superior esquinera de la calle Santa María, que es una propiedad privada, que podría coincidir con una de las cámaras de las galerías a las que José Luis Landaluze dice que entró desde dicha casa hace 40 años.

La segunda intervención señalada en el plano con el nº 2, consistiría en realizar varios sondeos arqueológicos (pequeñas excavaciones de evaluación), más extensos que el primero, en la zona trasera de la Torre Salazar, dado que en ese entorno se han detectado un conjunto de 10 anomalías (unas más superficiales y otras a mayor profundidad) que, aunque a priori, no tienen por qué estar relacionadas con las conducciones subterráneas, comportan sumo interés, dado que se sitúan en un área nuclear del antiguo casco medieval portugalujo y que nos aporten datos sobre el momento histórico de la fundación de la Villa.

Finalizamos felicitándonos no solo por los resultados del trabajo sino por la promesa de que se va a seguir investigando, con lo que nuestro proyecto no ha hecho más que empezar, sigue adelante y no ha acabado en la papelera.

 

 

 

2 comentarios:

  1. Lo que no entiendo es que se esté plantando árboles en un lugar susceptible de conservar restos materiales de gran valor.
    Antes un olivo, ahora una encina... ¿nadie ha pensado en el daño que las raíces pueden causar en el sustrato arqueológico? Está claro que no hay arqueólogos tomando decisiones al respecto.
    Da la sensación que lo que se pretende es "decorar" el jardín con árboles y monumentos, lo que quizá dará votos, pero se pueden malograr restos de inestimable valor

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  2. Lo que está claro es que Portugalete ya existía en el siglo XIII. Aparece citado en la carta-puebla de Plencia, del 5 de octubre de 1299, como límite hasta donde los plencianos podían pescar ballenas: "del agua que corre por medio de baquio fasta portogalete". Así que es razonable asumir que era un poblado que ya existíría desde mucho antes. Además, el hecho de que se cite como límite de jurisdicción pesquera, quiere decir que el poblamiento era lo suficiéntemente importante, como para ser conocido por todos los que leyeran la carta-puebla plenciana.
    El hecho de que se citase nuestra villa como límite o término, y no otras poblaciones que son documentalmente más antiguas (Santurce aparece en 1075) induce a pensar que por alguna razón la futura villa era más importante que los pueblos de su entorno. Quizá tenga que ver en ello la frase inserta en la carta-puebla de Bilbao, de 1300, según la cual se prohibía pagar impuestos "en noftro puerto de portogalete nin en ningún otro logar". Ciriquiaín asumía que tal frase viene dada precisamente porque era aquí donde se pagaban dichos impuestos, que pasarían a ser recaudados en Bilbao.

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