sábado, 27 de diciembre de 2025

PORTUGALETE AÑOS 30


La primera aportación que recibimos para el libro PORTUGALETE AÑOS 30, nos llega de José Luis Garaizabal Flaño. Ilustrará las páginas dedicadas a la violencia política en los años anteriores a la guerra civil, ya que recoge el asesinato de su tío.

En los meses que precedieron a los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, murieron dos jóvenes portugalujos. El primero en mayo, con motivo de la bendición del Centro Católico de la Villa, consecuencia de un altercado que terminó con un herido y un muerto, Urcisiano Gallastegui, comunista de 28 años, y en julio, el segundo, José Luis Garaizabal, asesinado en Santurce, donde había acudido a la inauguración de los locales de ANV, partido al que estaba afiliado.

Sobre estas líneas el material que nos ha facilitado, con fotografías del entierro del último a su paso por El Cristo y arriba, junto a su recordatorio religioso, a su paso por el Ojillo.

Publicado el 20 de marzo 2009

viernes, 26 de diciembre de 2025

RECOGIDO DE LA PRENSA: UNO DE LOS GRANDES APELLIDOS DE LA VILLA

  


Con el subtítulo, Víctor Chávarri mantiene vivo su nombre en la calle donde nació y fue uno de los grandes revolucionarios, Jon Mujika, nos recuerda en DEIA del 7.12.25 la figura de este portugalujo: 

Fue el suyo uno de los grandes apellidos de la Villa, si no el más grande entre los siglos XIX y XX. No en vano les hablo de Víctor Chávarri, hombre que nació en 1854 en la calle popularmente conocida como calle del Medio (en la actualidad lleva su propio nombre, calle Víctor Chávarri) y en una familia que ya anunciaba. No por nada, su padre fue Tiburcio Chávarri del Alisal, casado con Natalia Salazar Mac Mahón, procedente de una de las más blasonadas familias de Potugalete. Víctor parecía destinado a ajustar cuentas con su pasado familiar –su padre vino a menos, tras la propiedad de minas de su abuelo...–, debido a su tesón inquebrantable. Pronto se descubrió su necesidad de logro que siempre le caracterizó y que se vio reforzada durante su estancia en Lieja. De aquella experiencia en Lieja, en cuya universidad se graduó como ingeniero de artes y manufacturas (1878), prolongada en Alemania, le quedaron contactos industriales y ganas impetuosas de progresar, de triunfar en Bizkaia, a donde regresó en 1878 comenzando a trabajar para los Ybarra. Sin embargo, pronto se independizó.

De Bélgica trajo nuevas ideas para la organización industrial y cierta asunción de riesgo, cualidades que supo aprovecharlas ante la primera oportunidad de negocio que tuvo: la creación de la Sociedad de Metalurgia y Construcciones Vizcaya, en 1882, germen junto con Altos Hornos de Bilbao de la futura Altos Hornos de Vizcaya. La Vizcaya fue una gran fábrica siderúrgica, una de las dos –la otra era Altos Hornos de Bilbao (de la familia Ybarra)– más importantes del País Vasco.

En los pliegues de la memoria industrial de Bilbao, entre el humo de los altos hornos y la lluvia fina que bruñe las fachadas, aparece la figura de Víctor Chávarri como uno de esos personajes que caminaban con paso firme hacia el porvenir mientras aún llevaban adherida al traje la humedad del caserío.

Nació en Portugalete en 1854, cuando la ría era todavía una adolescencia de barcos de vela y chirridos de grúa, y creció con la obstinación de quien sabe que el destino no se hereda, sino que se construye a golpe de ingenio.

En aquellos días la modernidad se deslizaba por Europa como un vagón de tren recién engrasado y, de alguna manera, Chávarri supo subirse a él antes de que pasara de largo. Estudió ingeniería en Lieja, donde el humo tenía acentos belgas y los jóvenes con gafas redondas discutían sobre el porvenir del acero como si hablaran del alma humana. De allí regresó con un título en el bolsillo y un brillo en la mirada que, en Bilbao, muchos confundieron con soberbia, cuando en realidad era hambre de futuro.

A su regreso, la margen izquierda de la ría se estaba convirtiendo en un laboratorio de hierro y ambición. Chávarri, con apenas treinta años, se convirtió en uno de sus arquitectos invisibles. Fundó empresas mineras, navieras, bancos, astilleros, y lo hizo con la rapidez y la calma de un jugador de ajedrez que mueve las piezas sin pestañear. Altos Hornos, la Orconera, la Compañía Franco-Belga, todos esos nombres industriales bajo su sombra, como si aquel hombre tuviera la capacidad de convertir cada veta de mineral en un latido económico.

Desde su despacho, no solo dirigía empresas: moldeaba el paisaje, organizaba el dinero y tejía la red que sostendría a la burguesía vizcaina durante décadas. Pero en toda biografía industrial hay una veta sentimental. En el caso de Chávarri, esa veta está en el palacio que mandó construir en Las Arenas, una suerte de fantasía neovasca con torrecillas y cristales que parecía decir, sin decirlo: he llegado.

Sin embargo, su vida no fue larga. Falleció en 1900, con apenas 46 años, como si la fiebre del progreso hubiera consumido más rápido de lo debido su propia llama interior.

martes, 23 de diciembre de 2025

PORTUGALUJAS EN EL RECUERDO: MARTINA EGUIA DE LA TABERNA ARANA

 


La fotografía de hoy, tomada en 1953, es una auténtica cápsula del tiempo que nos transporta al Muelle Viejo y nos trae a la memoria a una figura muy querida y popular: Martina Eguia, el alma de la Taberna Arana.

En la imagen, rodeada por un grupo de conocidos portugalujos que sin duda eran asiduos al bar, se encuentra Martina (situada en el centro, con ropa oscura y blanco delantal), ejerciendo esa labor esencial y a menudo anónima de las mujeres en la hostelería local.

La taberna Arana, hoy desaparecida, ocupaba el nº 2 del Muelle Viejo, justo al lado del Bar Carmona (nº 1) y era otro punto de encuentro, donde se tejían las historias de la Villa.

Como tras la jubilación de nuestro amigo Roberto, el Archivo Municipal continúa cerrado y nos impide consultar datos precisos sobre la apertura de establecimientos o los censos familiares, la memoria popular y los programas de fiestas son nuestros únicos testigos.

Hemos encontrado referencias a la Taberna Arana en los programas de fiestas de 1947 y 1959 y en el primero figuraba a nombre de la "Viuda de Gerónimo Arana" confirmando que su esposo ya había fallecido y ella estaba al frente del negocio.

Más allá de las bebidas habituales de un bar, el anuncio destacaba sus "comidas económicas", lo que le dio a Martina un excelente prestigio como cocinera. Su buen hacer en los fogones la hizo aún más popular.

Martina Eguia representa a esas mujeres trabajadoras que, desde sus negocios, sostuvieron la vida social y económica de Portugalete con esfuerzo y dedicación.

Como queremos hacer en estas entradas, dejamos abierto el apartado de comentarios y si tienes cualquier información, anécdota o recuerdo sobre Martina Eguia o la Taberna Arana, por favor, compártelo con nosotros. Toda aportación es valiosa para mantener viva la memoria de estas portugalujas esenciales.

El grupo que aparece en la foto delante de su establecimiento y el bar Carmona al fondo lo forman, en torno a su figura: Rafael Supevía, Salvador Zumelzu, José Luis Angulo, Lesmes Monje, Julián Gil, Iñaki Leceaga, Manuel Urgoiti, Jesús Ortiz de Zárate, Francisco Fernández, Anonio Guillarón, Pedro Jorge, Juan Schwarz, José L. Zaloña, Félix Gil, Fernando San Vicente, Luis Supervía e Isaac Ruiz.

lunes, 22 de diciembre de 2025

LOS VASCOS Y CUBA: EL LIBRO "PATRIA Y LIBERTAD" Y LA SOMBRA DE MANUEL CALVO

 

En internet se puede consultar una obra fundamental para entender los profundos y complejos vínculos entre el País Vasco y Cuba durante el siglo XIX: "Patria y libertad. Los vascos y las Guerras de Independencia de Cuba (1868-1898)". Este trabajo colectivo reúne investigaciones de autores vascos y cubanos que arrojan luz sobre un periodo donde los apellidos de nuestra tierra estuvieron en ambos lados de la trinchera: desde los defensores del integrismo español hasta los colaboradores de la causa independentista de José Martí.

Para nosotros este libro tiene interés, ya que dedica un espacio significativo a uno de los personajes más poderosos y controvertidos como fue nuestro indiano Manuel Calvo Aguirre.

El ensayo de Cecilia Arrozarena incluido en el volumen lo define como el "mandatario orgánico oculto de la burguesía colonial”, el ejemplo perfecto del indiano que partiendo de trabajos humildes escala hasta la cima del poder económico y político.

El libro detalla cómo Calvo se convirtió en la "eminencia gris" de los intereses españoles en Cuba:

Poder Económico: Socio de Antonio López (Marqués de Comillas) en la Compañía de Navegación Transatlántica, invirtió masivamente en azúcar, ferrocarriles y barcos-correo.

Influencia en la sombra: A diferencia de otros próceres, Calvo eludía la publicidad, pero movía los hilos en Madrid relacionándose con figuras como Cánovas del Castillo, Sagasta o Castelar para defender el estatus colonial.

Defensa del Integrismo: Fue el principal gestor en la península para el envío masivo de tropas (llegando a gestionar el embarque de decenas de miles de soldados) y un firme opositor a la abolición de la esclavitud y a cualquier reforma autonómica que perjudicara los intereses de la burguesía peninsular.

Esta obra "Patria y libertad", una de las muchas que nos dan noticias de nuestro indiano, nos recuerda que Portugalete no solo dio marinos, sino también hombres como Manuel Calvo, cuya influencia determinó, para bien o para mal, el destino de la "Perla de las Antillas".

domingo, 21 de diciembre de 2025

MUESTRAS CLASISTAS DE LA RELIGIOSIDAD EN LA POSGUERRA: ENTIERROS Y FUNERALES





Tasio Munárriz nos envía un estudio analizando las muestras de religiosidad existentes durante la posguerra. Empezamos hoy con las referentes a entierros y funerales.

El entierro consistía en la conducción del cadáver desde la casa mortuoria hasta el cementerio. Los ricos o las autoridades municipales contrataban una carroza con caballos y a los miembros de la Hermandad de San José para acompañar con sus “hachas de respeto” (en la foto superior en el entierro del médico Felipe Martínez).
Los menos ricos se conformaban con un coche fúnebre elegante o a hombros. El entierro, con tres curas que rezaban un responso en el cementerio, se celebraba antes que la misa-funeral en la parroquia. Los ricos introducían la caja en un nicho dentro de su panteón familiar. Los demás en la tierra, a veces sin lápida. Como los gastos eran caros, el Ayuntamiento se hacía cargo de los correspondientes a los llamados oficialmente “pobres de solemnidad”. En concreto, en 1946 pagó 500 pesetas por ataúdes.
En cuanto a los funerales podían ser de cuatro clases, según el contrato con el seguro. Los de “Primera” eran celebrados por tres curas con casulla y dalmáticas negras, acompañados por el órgano y un grupo de cantores masculinos que entonaban la Misa y el Requien de Perosi. El catafalco (simulacro de féretro) estaba cubierto con un paño negro y rodeado de coronas y hachas. Los de “Cuarta” sólo tenían derecho a un cura a secas. Los especiales tenían el catafalco en la parte central y delantera del templo, como en el funeral encargado por el Ayuntamiento a la muerte de Alfonso XIII. (La foto inferior fue sacada por Serapio Ruiz Barturen).

Publicada el 8 de febrero 2016






sábado, 20 de diciembre de 2025

MUESTRAS DE RELIGIOSIDAD EN LA POSGUERRA: VOCACIONES RELIGIOSAS MASCULINAS



Tasio Munárriz continúa hoy con otra de las muestras de religiosidad que se dieron en la Villa en la posguerra, como fueron las vocaciones religiosas:

Cuando D. Angel Chopitea llegó a Portugalete en 1932, en plena época republicana, se encontró, entre otros problemas, con la ausencia de seminaristas que pudiesen continuar la labor sacerdotal. Terminada la guerra en 1937 y en un ambiente más proclive a la Iglesia católica, se dedicó a despertar vocaciones religiosas, sobre todo masculinas, entre las familias más adictas. Como la escuela del Campo de la Iglesia había dejado de ejercer su función docente, el Ayuntamiento cedió provisionalmente sus locales al párroco, en 1941, para “escuela parroquial” de monaguillos, tiples y aspirantes a seminaristas regentada por los Hermanos menesianos.
Chopitea en su librito “Mis veinticinco primeros años de sacerdote” de 1946 escribía: “Son quince los jóvenes cursando en los seminarios de la Diócesis de Vitoria (el Menor de Castillo Elejabeitia y el Mayor de Vitoria). Son varios los que han tomado el hábito franciscano (…); también alguno es ya maestro gregorianista en Silos”
Los que llegaron a ser ordenados sacerdotes en distintos años fueron:
Sacerdotes seculares: Jesús Monje, Jesús Ellacuria, Periko Solabarria, José Luis de la Fuente, David Armentia, David Fernández, Txema Ramón, José Antonio Sánchez, Jesús López Orive, José Miguel Madariaga Izurza, Osmundo Bilbao, Pedro Hernández y algunos más, que los usuarios del blog pueden añadir en comentarios.
Jesuitas: Ignacio Ellacuria, José Ellacuría, José Luis Gárate
José Vellés González no fue sacerdote sino que marchó de misionero seglar a Ecuador con las Misiones diocesanas.
A lo largo de los años de D. Angel Chopitea en la parroquia (1932–1961) se pueden contabilizar unos 40 seminaristas que no terminaron la carrera. Los estudios en los seminarios no eran gratuitos y resultaban caros para muchas familias, sobre todo para los que estudiaban en la Universidad de Comillas. Por eso, había párrocos como D. Claudio Gallastegui de San Antón de Bilbao que conseguían dinero de los ricos para ayudar económicamente a los estudiantes. Como el tema era muy confidencial, no hay pruebas de que D. Angel Chopitea hiciera lo mismo.
Sobre las vocaciones religiosas femeninas hay muy pocos datos: María Angeles Lorente Barbat se hizo religiosa de las Clarisas del Monasterio de Santa Clara de Portugalete y tomó el nombre religioso de Clara e Inés Romero ingresó en la congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

Hemos ilustrado esta entrada con la foto de D. Pablo Bengoetxea con algunos seminaristas, en la foto superior, y D. Angel Chopitea con seminaristas durante el Congreso Eucarístico de 1943 y con la Escuela Dominical de 1946, sobre una de aquellas manifestaciones religiosas denominadas “la Gran Misión del Nervión”.

Publicada el 20 diciembre 2015



viernes, 19 de diciembre de 2025

EL MARKETING DE 1895: SI COMPRABAS EN LAS ARENAS, EL PUENTE TE SALÍA GRATIS

 


 Hace 130 años, en el verano de 1895, Portugalete vivía sus años de máximo esplendor como estación turistica. El trasiego de bañistas, la elegancia de su playa y la actividad social eran el motor de la Villa. Al otro lado, apenas unidas desde hacía dos años por la estructura metálica del Puente Colgante, Las Arenas comenzaba a configurarse como un núcleo residencial y veraniego.

Hoy rescatamos una curiosa noticia publicada en el Noticiero Bilbaíno del 3 de julio de 1895 que nos ha facilitado Karla Llanos. No es solo el anuncio de una apertura comercial, sino una prueba temprana de la estrecha relación económica que el Puente fomentó entre ambas orillas y de una estrategia de marketing que hoy nos parecería de lo más moderna y que retrata perfectamente la dinámica social y económica de finales del siglo XIX entre las dos orillas.

La noticia decía así: “Mañana se abrirá en Las Arenas la tienda de ultramarinos titulada «Puerto Rico». Es un establecimiento que honra á su dueño; y dada su pericia en este ramo del comercio, no dudamos que reportará grandes beneficios á los habitantes de aquella pintoresca estación veraniega.
La referida tienda está situada en uno de los mejores puntos, ó sea en la Plaza, donde paran los tranvías, próxima al puente de Vizcaya. Como quiera que su propietario está dispuesto á hacer todo cuanto le sea posible en beneficio del público, dicho se está que los precios serán arregladísimos.
A todos los de Portugalete que hagan compras por valor de dos pesetas se les abonará el pasaje del puente.

Resulta curioso observar cómo el dueño del «Puerto Rico» (lo de Costa Rica llegaría más tarde) identificó rápidamente su mercado potencial: los vecinos y veraneantes de Portugalete. Para atraerlos a cruzar la Ría, ofrecía lo que hoy llamaríamos "envío gratuito" o "parking bonificado": pagarles el billete del Transbordador.
     En una época en la que dos pesetas representaban una compra de cierta entidad, el incentivo de ahorrarse el pasaje era el empujón definitivo para que los jarrilleros se animaran a visitar la "pintoresca estación" de enfrente.
     La fotografía que acompaña estas líneas nos sitúa exactamente en ese escenario. Podemos ver la Plaza de Las Arenas con el tranvía en primer plano, donde se ubicaba el comercio, frente al Puente y al fondo la Villa con su Iglesia parroquial con el fuerte militar de San Roque en lo mas alto. Es la estampa viva de un tiempo en el que nuestras dos orillas empezaban a entenderse como un solo destino gracias a la audacia de Alberto Palacio y, como vemos, también a la de los comerciantes.

jueves, 18 de diciembre de 2025

PORTUGALUJAS EN EL RECUERDO: PURI Y CONCHI TORRES, DEL BAR EL METRO

  


Hoy queremos recordar y rendir un homenaje a dos mujeres que siempre estuvieron, no a la sombra, sino al lado del hombre de la familia, Justo Martínez, y que se hicieron muy populares y queridas en el Bar El Metro, que cerraría tristemente a la muerte de este en 1978.
La primera sería su mujer, Puri Torres, a quien acompañaba su hermana, Conchi y que si Justo era el propietario y quien se encargaba de la gestión, ellas eran también el alma que completaban el ambiente acogedor y familiar que hacía que la clientela habitual se sintiera como en casa.
Puri, con su sonrisa franca, su carácter amable y una tranquilidad pasmosa, era la cara más visible en la barra que conocía los gustos de cada cliente.
Hoy, cuando pensamos en El Metro, pensamos en Justo, sí, pero también en la cercanía y el buen hacer inseparables de Puri y Conchi.
Su contribución es un claro ejemplo de cómo muchas mujeres han ayudado a sostener el negocio familiar en el sector de la hostelería con discreción, gran dedicación y enorme profesionalidad. Con este recuerdo, queremos ponerlas en el lugar que se merecen como protagonistas indispensables de nuestra historia hostelera.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

EUSEBIO RÍOS FERNÁNDEZ (1935-2008) FUTBOLISTA Y ENTRENADOR

  
La ficha nº 185 de este mes de enportugalete.com está dedicada a Eusebio Rios, y dice lo siguiente:

Nació en uno de los caseríos desaparecidos del barrio portugalujo de Galindo, el 30 de marzo de 1935.

Sus inicios futbolísticos fueron en el Galindo de Sestao, Ortuella, San Vicente, Arenas y dos temporadas en Segunda División en el Indautxu (1956-58). Debutó en Primera División el 21 de septiembre de 1958 en el Sánchez Pizjuán, en el encuentro Sevilla FC 2 - Real Betis 4, el cual fue el primer partido oficial celebrado en dicho estadio. Las siguientes diez temporadas continuó en el Betis (donde su figura fue venerada) de las cuales 9 fueron en Primera División, siendo internacional con España en una ocasión.

Entre 1972 y 1992 fue entrenador, empezando en Segunda División con tres temporadas en el Baracaldo CF y, tras pasar por el Real Jaén, fichó por el Recreativo de Huelva, consiguiendo que ascendiera por primera vez a Primera División, al igual que lo consiguió con el Valladolid (temporada 1979/80) y con el Real Murcia, con el que estuvo hasta 1985.

Tras pasar por diversos clubes, entró en el organigrama técnico del Athletic Club en la temporada 1997/98, para estar más cerca de casa y de su hijo Roberto, que había debutado como internacional con España el año anterior, y fichado procedente del Betis (fue el fichaje más caro que se dio en el fútbol español hasta entonces). Este solo tuvo continuidad en su primera temporada y estuvo cinco temporadas hasta finalizar su contrato.

Trabajó en el staff técnico del Athletic Club también en el 2001/02.

Llegó a dirigir 616 partidos oficiales como entrenador, de los cuales 107 fueron en Primera División. El 10 de mayo de 2008 cuando volvía de recibir un homenaje que le habían tributado los que fueron sus jugadores en el Baracaldo, falleció en Portugalete.

martes, 16 de diciembre de 2025

LA HISTORIA DEL HOTEL. Nº 1: SU CONSTRUCCION EN 1870

 


En el ejemplar de este mes de enportugalete.com aparece el primer articulo de lo que va a constituir la historia del HOTEL y que nosotros trasladaremos a este blog. Esta ficha Nº 1 dice así: 

El edificio del actual Puente Colgante Boutique Hotel representó el primer signo de modernidad en el siglo XIX cuando la Villa empezó a extenderse fuera del recinto de su caso medieval con su primer ensanche de 1869 en los arenales que se extendían hasta la playa de El Salto. El proyecto obra del arquitecto Francisco de Orueta contemplaba cinco manzanas de edificios dejando un amplio nuevo muelle junto a la ría y una calle bajo el acantilado que llevaría el nombre de Mª Diaz de Haro.

El indiano Manuel Calvo, residente en Cuba, adquirió la primera parcela con objeto de levantar para residencia suya una gran mansión que fuera también Fonda u Hotel con vistas a potenciar el incipiente turismo que llegaba a la Villa.

El edificio se construiría durante el año 1870 inaugurándose a comienzos de 1871. Su elegante fachada de piedra de sillería cerraría el entorno de la antigua plaza fortificada del Solar, que en las décadas siguientes sería testigo del cambio integral de la fachada a la ría. Se empezaron creando muelles en la dársena de la Benedicta para la llegada del ferrocarril minero cuya inauguración fue solemnizada el 4 de febrero de 1872 con un gran banquete en los salones del Hotel, después se rellenarían la zona del muelle Viejo para conseguir terrenos para la estación del nuevo ferrocarril que nos uniría con Bilbao, cuya inauguración fue en 1888, rematándose el cambio urbanístico en 1893 con la inauguración del Puente Colgante, actual Patrimonio de la Humanidad.

El hotel de Manuel Calvo sería fiel testigo de la historia y desarrollo de la Villa que empezaría en los años siguientes con la guerra carlista de 1874 en que sirvió también a los intereses militares.

lunes, 15 de diciembre de 2025

SAN ROQUE 1956

 


Esta foto, tomada hace casi 70 años —a finales de los años 50— , no deja de ser una joya de nuestra historia festiva. Nos muestra un vibrante grupo, mujeres, hombres y niños, que posan durante las fiestas de San Roque, sin que tengamos ninguna información sobre la misma.

Tomada en la Plaza con su arbolado detrás y al fondo la fachada del Hotel y el Puente Colgante, el grupo está acompañado por dos txistularis tocados con su boina, y las chicas visten la vestimenta de la época, con faldas de vuelo, que nos transporta a aquel Portugalete de posguerra.

La imagen nos remueve la nostalgia y la compartimos aquí con la única misión de poder ponerles nombre y apellido, por si alguien puede darnos información al reconocer a algún familiar o conocido.

domingo, 14 de diciembre de 2025

VISTAS DE PORTUGALETE DESDE LAS ARENAS (2)



 Siguiendo con la segunda vista desde Las Arenas facilitada por Fernando Rueda, José Luis Garaizabal nos dice lo siguiente:
De esta fotografía, de la nevada de 1957, de la que hay abundantes fotografías en los fondos del Mareómetro, hay que destacar la inhabitual perspectiva desde iglesia de Las Mercedes en Las Arenas.
Al fondo los Montes de Triano, sobre los que la Villa tenía jurisdicción en la antigüedad. Se aprecia gracias al manto blanco, el trazado del funicular. Destacan los cerros de La Pastora y Kanpanzar.
El desarrollo urbanístico ya iba ocupando las campas de la fotografía anterior y destacan aún los jardines y fincas colindantes con el Callejón del Muerto, Abaro y el Muelle Nuevo, con sus altas tapias divisorias. Este, sin haber sufrido los estragos de la piqueta y el mal gusto de los constructores.
Destaca, a la izquierda el Convento de Santa Clara, en el muelle el campanario de la Capilla de Santo Tomás de Villanueva, sobre la siguiente manzana asoma la casa y finca de Gil, que estaba sobre el teatrillo, sobre la nieve la torre del Colegio Santa María coronada por la imagen de la Virgen que muchos portugalujos creíamos que se trataba del Sagrado Corazón. A su derecha el Asilo y la casa de Eguzkiza, que fue convertida por decreto en cuartel de la Guardia Civil. Bajo el colegio, la espesura del arbolado de la finca de Chávarri y el palacio, acompañado por el templete de la finca de los Martinez-Rivas que luce su txapela nívea.
Publicada el 10 de noviembre 204



sábado, 13 de diciembre de 2025

VISTAS DE PORTUGALETE DESDE LAS ARENAS (1)

 Hemos seleccionado dos fotografías de nuestro archivo fotográfico que están tomadas desde las Arenas. Una de ellas nos la facilitó Karla Llanos y la otra Fernando Rueda.
Como José Luis Garaizabal tiene una gran sagacidad reconociendo detalles le hemos pedido su ayuda y sobre la primera que recogemos hoy, nos ha dicho lo siguiente:

Esta fotografía, posterior a 1925, debió ser obtenida desde la iglesia de Las Mercedes en Las Arenas, nos muestra en primer lugar dos elementos de “altura”. El fuerte de Kanpanzar y las casas de los Gutiérrez-Barquín, “los pasiegos”, sobre el cerro del Los Hoyos. Ambos cerros bajaban hasta la zona urbana de Abaro y el Muelle con sus campas y sus primorosas vistas al Abra.
En el barrio de Abaro, destaca a mano izquierda el torreón de uno de los dos chalets de los hermanos Butrón. Tras la chimenea blanca del chalet arenero, el añorado “castillo” de Chávarri y tras él, el Santo Hospital del Glorioso San Juan Bautista,  conocido popularmente como el Asilo.
A la derecha de la chimenea, el templete que había en la esquina inferior de la finca de los Martínez-Rivas, y tras él, la capilla sita en sus jardines y que hoy en día ha quedado engullida en la horrorosa iglesia de San Ignacio. A la derecha del arbolado, la mansión Lexarza de los citados.
Un poco más hacia Santurtzi, la parte superior de un chalet, probablemente el llamado Mugakoa.
Tras otras edificaciones, se aprecia el pirulí que remataba el palacete de El Salto y a su derecha, la parte superior del Saltillo. A la derecha los chalets de la urbanización Peñota y sobre ellos, el Hospital de San Juan de Dios, acabando el encuadre con su torreón.

Ya en el muelle, las señoriales casas de Palacios, Balparda, Vicuña, Durañona y Gandarias, esta ya desaparecida, con sus altas terrazas a la ría y a la playa.
Publicado del 9 de noviembre 2014

viernes, 12 de diciembre de 2025

RECONSTRUCCION DEL PUENTE COLGANTE TRAS LA GUERRA EN 1941

 


Estas fotografías, procedentes de los fondos de la Fundación Popular de Estudios Vascos y cedidas por Manu Orbe, son un testimonio gráfico de una época de necesidad y esfuerzo. Nos trasladan al año 1941, en plena posguerra, cuando el esfuerzo se centraba en devolver la vida a la infraestructura más emblemática de la Ría: el Puente Colgante.
     Herido de muerte el 16 de junio de 1937, volado durante la Guerra Civil para frenar el avance de las tropas fascistas, afortunadamente, no fue una destrucción total, pero sí una mutilación dramática que lo dejó inoperativo, afectando su tramo central y vital.
     Estas imágenes son una ventana a la posguerra, al esfuerzo por recuperar las infraestructuras vitales y, sobre todo, al trabajo de los obreros que hicieron posible el milagro.
     El detalle más impactante lo encontramos en el primer plano de la foto inferior, donde vemos el trabajo de los remachadores. En 1941, la técnica utilizada no era la soldadura, sino el remachado, una labor que exigía una coordinación y una fuerza física mucho mayores. Cada viga no se unía con el calor de un soplete, sino a martillazos, con un proceso tan preciso como peligroso.
     Un equipo se encargaba de calentar los remaches al rojo vivo en un horno portátil. Un "pasador" lo lanzaba al remachador, quien lo insertaba rápidamente en el agujero de las vigas. Y finalmente, con el uso de martillos neumáticos (como el que se aprecia en la foto) y la asistencia de un "sostenedor" que aguantaba el otro extremo, el remache era golpeado para formar la cabeza, fijando las vigas de forma permanente.
     Este era un trabajo artesanal. Cada remache, miles de ellos, era un punto de unión individual y manual, la clave estructural para asegurar la solidez del puente.
     El otro gran desafío que ilustran estas fotografías es el trabajo en las alturas. Este era un esfuerzo, realizado a cientos de metros sobre la Ría, sobre plataformas y andamios con unas medidas de seguridad que hoy consideraríamos mínimas.
     Eran los "hombres pájaros" o "arañas de hierro" que debían poseer una habilidad y un valor excepcional para trabajar lidiando con el viento, el frío y el vacío.
     La logística de la obra era inmensa. Observamos la presencia de grúas y montacargas en las torres, esenciales para izar y colocar las pesadas piezas metálicas (vigas y tirantes). Mover miles de toneladas de acero a esas alturas era un desafío que combinaba la ingeniería con la fuerza bruta.
     La reconstrucción culminó en 1943, devolviendo al Puente Colgante su función vital.

     Terminamos esta entrada rindiendo un merecido homenaje a aquellos hombres anónimos, cuyo esfuerzo físico y audacia quedaron literalmente ligados a la estructura que sigue en pie, en funcionamiento y declarada Patrimonio de la Humanidad hoy en día.

jueves, 11 de diciembre de 2025

CONCHI GARCÍA, DEL BAR EL FARO: EN RECUERDO DE AQUELLAS MUJERES QUE NOS ATENDÍAN ANTAÑO EN LOS BARES PORTUGALUJOS.

 

Como casi a diario nos encontramos con Conchi García de paseo por la calle, a punto de cumplir sus 100 años, hoy, traemos esta foto en la que aparece junto a su marido, Jesús, en la barra del Bar El Faro durante los años 60 del siglo pasado.

La imagen, con los clásicos txikitos de culo gordo perfectamente alineados en la barra, es un fiel reflejo de una época y del trabajo incansable detrás de cada bar.

Conchi, junto con otras muchas mujeres, forma una parte imprescindible de la historia femenina de nuestros bares y tabernas jarrilleras. Ellas eran el alma, la memoria y, a menudo, el motor silencioso de estos establecimientos. Nos atendían con diligencia y cercanía, sirviendo el vino, poniendo el café y escuchando las historias de todo un pueblo.

Para los que vivimos aquella época, sus rostros y su trabajo son parte de los recuerdos más entrañables de la vida social de Portugalete. Este recuerdo es para Conchi, y para todas ellas.


miércoles, 10 de diciembre de 2025

NOTICIAS DEL CENTRAL PORTUGALETE DE SOTERO ESCARZA EN CUBA TRAS SU MUERTE

  
Según se dice en el blog de Historia de Cuba el central Portugalete, ubicado en Palmira, Las Villas, era el número 119 del país por su capacidad de molienda, pero con el 22 mejor rendimiento industrial entre los ingenios del país, con 491 caballerías de tierras propias y una destilería anexa.

Lo fundó en el año 1873 el portugalujo Sotero Escarza Urioste y tras su fallecimiento, en 1907, lo heredó su familia bajo la razón social de «Viuda e Hijos de Escarza» que lo mantuvo hasta el año 1920.

En el año 1915, al que corresponden las fotografías, contaba con 654 caballerías de tierras, de ellas 250 sembradas de caña y 250 de potreros y la caña era cultivada por entero por 354 colonos. Para su transporte se servía de 36 km de líneas de ferrocarril de vía estrecha y seis de vía ancha, de los cuales casi 14 km eran de servicio público. Entre sus bienes la compañía contaba con 136 carros de caña y cinco locomotoras.

Como consecuencia de los crack de 1921 y 1929 cayó bajo el control de The Royal Bank of Canada, y debido a la crisis no molió entre los años 1930 y 1933.

Cuando el banco canadiense comenzó a deshacerse de sus centrales el Portugalete fue adquirido por los Luzarraga, que también eran dueños de otra central y lo operaron bajo la razón de Azucarera Luzarraga SA.

Con Mamerto Luzarraga Echeverría y Ramón Luzarraga Garay como presidente y vicepresidente, el hijo de este último, ingeniero químico, Ramón Luzarraga Beltrán era subadministrador.

En 1943 fundó la destilería, que era la más pequeña de las existentes en el país y que estaba inactiva en 1959 cuando se produjo la Revolución que nacionalizó el central Portugalete y le renombró como central Elpidio Gómez. Sobrevivió a la desactivación durante la reestructuración de la industria azucarera cubana llevada a cabo en la década del 2000 y debido a la insuficiente caña existente en sus campos y el bajo rendimiento de esta estuvo paralizado entre 2008 y 2016.

martes, 9 de diciembre de 2025

NOVENTA AÑOS DE LA INAUGURACION DEL BATZOKI

 

Karla Llanos nos recuerda con la crónica del periódico La Tarde del lunes 16 de setiembre de 1935, la inauguración del actual Batzoki Alde Zaharra:

     El sábado dieron comienzo las fiestas organizadas con motivo de la inauguración del nuevo Batzoki de Portugalete, con un pasacalle por los chistularis, una velada teatral y una conferencia.
     Ayer por la mañana, a las nueve, los chistularis recorrieron las calles en alegre pasacalles.
     A las diez, en la parroquia de Santa María, con el templo lleno de fieles, entre los que se encontraban las autoridades nacionalistas, se celebró la solemne misa, cantándose por el coro de la parroquia, reforzado con elementos del Batzoki, la del maestro Ravanello.
     Una vez terminado este acto religioso, en el frontón de la Estrella, y en medio de mucho público, que aplaudió con calor los bailes, se celebró el concurso de aurreskularis y ezpatadantzaris.
     Después, a las doce y cuarenta y cinco, se bendijeron los nuevos locales del Batzoki, que estaban abarrotados de elementos nacionalistas, no solamente de la localidad sino de diferentes puntos de Vizcaya.
     En el mismo Batzoki tuvo lugar más tarde el banquete popular, al que asistieron más de ciento cincuenta comensales. El ágape fue presidido por las autoridades nacionalistas locales. Al final brindaron varios de los asistentes.
     Por la tarde, antes de la hora anunciada para el comienzo del mitin, en el frontón La Estrella, los gastetxus de Abando hicieron una exhibición, que fue muy aplaudida, por lo bien que interpretaron las danzas vascas.
     A continuación tuvo lugar, ante una gran masa que llenaba el espacioso frontón, el mitin anunciado. Hablaron los oradores señorita Gamarra y diputados señores Aguirre e Irujo, que expresaron su satisfacción por el acto que se había celebrado, siendo al final y durante sus peroraciones muy aplaudidos.
     Cerró los festejos una romería vasca, que duró hasta el anochecer.
     Durante la celebración de estas fiestas no ocurrió incidente alguno que empañase la brillantez de las mismas, que cada una y en su conjunto constituyeron un rotundo éxito.

lunes, 8 de diciembre de 2025

CLASES PARROQUIALES DE COCINA EN LA POSGUERRA



Tras la entrada anterior sobre muestras sexistas en la vida portugaluja de la posguerra, recogemos esta fotografía procedente del archivo de José Ramón Tejada, de la que tenemos pocas noticias.

Al parecer es de los años 50 del siglo pasado (alguien podrá reconocer a algunas parientas o conocidas) y corresponde a clases de cocina que se impartían para mujeres en el ámbito parroquial.

Publicado el 14 de diciembre 2015

domingo, 7 de diciembre de 2025

RELIGIOSIDAD EN LA POSGUERRA: MUESTRAS SEXISTAS



En esta entrada voy a destacar los aspectos sexistas de la religiosidad de esa época, propios de aquella sociedad:
1.- En la Parroquia de Portugalete los hombres ocupaban los bancos de la izquierda y las mujeres los de la derecha, a diferencia de la costumbre de otras poblaciones. Los varones se confesaban por la parte delantera del confesionario, las mujeres por los laterales y a través de una rejilla para mantener el anonimato.
La intervención de las mujeres en el templo se reducía a rezar y algunas a limpiar el suelo o adornar los altares. A propósito de esto cuento una anécdota típica de Portugalete: El 30 de abril de 1949 Casilda Rodríguez Venero, de 78 años de edad (General Castaños 24), viuda, escribió al alcalde una carta diciéndole que desde hacía más de 40 años se encargaba de limpiar y cuidar por su cuenta las ermitas antigua y nueva de San Roque, que eran municipales. Por eso, se adjudicaba el título de “santera”, pidiendo al Ayuntamiento una pequeña gratificación. Este le concedió 50 pesetas mensuales.
2.- Ceremonia de la “Salida”. Las madres, después de dar a luz, no salían de casa durante cuarenta días (la cuarentena) y en Portugalete y otros pocos pueblos no debían tener relaciones sexuales. No iban al bautismo que solía ser muy pronto.
La “Salida” consistía en un acto religioso en el que la madre, acompañada por un familiar femenino, salía por primera vez de casa y llevaba al bebé a la Parroquia para presentarlo a la Virgen. Había personas murmuradoras que, cuando se enteraban del siguiente parto, calculaban el tiempo transcurrido entre las dos fechas para ver si se había respetado la cuarentena.
3.- Las tandas de los Ejercicios espirituales en la cuaresma eran distintas para los dos sexos y los jóvenes y los adultos.
La Acción Católica se dividía en masculina y femenina tanto entre los adultos como entre los jóvenes. Por cierto, los jóvenes de AC fueron los únicos que consiguieron permiso para cantar en euskera las coplas de Santa Agueda durante  muchos años.
En la fotografía superior aparece un grupo de mujeres de AC con el párroco Angel Chopitea. Son: Pilar Ferrer, Charola, Mª Asun Cabriada, Gloria Gurruchaga, Sofía Arberas, Lola Herrero, Felisa Astorga, Teodora (¿?), Paz Garmendia, Pilar (¿?), Mª Luisa Armentia, Pili Martín y Felisa Gurruchaga.
4.- La Adoración Nocturna era sólo para hombres. En cambio, en las “Hijas de María” se admitía también a algún varón. La bandera de la Adoración nocturna se conserva en el museo parroquial.
5.- Los scouts de las parroquias de Santa María y de La Florida eran sólo chicos, aunque las guías de los lobatos eran chicas. Lo mismo sucedía con las acampadas.
6.- El coro de la Parroquia era sólo de varones. En cambio la escolanía de los PP agustinos, dirigida por el P. Cortazar, antes de la guerra había sido mixta.
7.- La Escuela Parroquial fundada por D. Angel Chopitea en la antigua Escuela del Campo era sólo para chicos: monaguillos, tiples y aspirantes al seminario.
8.- Los colegios religiosos (El Carmen, Santa María, Javerianas y Agustinos) eran unisexuales para los alumnos y profesores.
9.- Como contrapunto señalo que la devoción más extendida era a la Virgen María en sus distintas advocaciones, como ya destaqué en la entrada de este blog titulada “Portugalete noble villa mariana”. Los antropólogos dicen que esta predominancia es una reminiscencia de las antiguas religiones matriarcales del Mediterráneo. La Virgen madre está más cerca de las personas y puede interceder ante severidad y lejanía del Dios padre juez.
Tasio Munarriz

Publicado el 13 de diciembre 2015

sábado, 6 de diciembre de 2025

EL HOTEL Y EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE FOLKLORE










El Hotel dejó de funcionar como tal en 1971, tras la muerte de Antonio Saloña, según sacamos de la información que al respecto nos han facilitado desde la Fundación Manuel Calvo.
José Luis Garaizabal (aparece bailando en el grupo del Elai Alai de la foto delante del Hotel en 1964) nos dice al respecto lo siguiente:
Si el I festival Internacional de Folklorese se celebraría en 1972, "durante las ediciones III y IV del mismo, en los años 74 y 75, se alojaron los grupos participantes en las habitaciones del hotel y comían en el hotel que entonces regentaba Fidel Sesumaga, que también era dueño del KAI ALDE de Santurtzi. El primer año eran tres grupos extranjeros, un francés, un hungaro y un bulgaro, nos pegamos unas palizas de la pera para limpiar y acondicionar aquellas habitaciones y baños que llevaban años sin usar. La viñeta de Egin es de años posteriores."

viernes, 5 de diciembre de 2025

APUNTES DE LA HISTORIA DEL MUELLE DE HIERRO (2)

 


Completando la entrada de ayer, traemos dos fotografías ya publicadas en otras ocasiones. La primera nos muestra el primer tramo del espigón, con la llegada del tendido eléctrico a la altura exterior del suelo del muelle para uso del Sporting, y las escaleras hoy desaparecidas.

En la conocida foto inferior del año 1950, con “las escaleras de los chicos” a tope, vemos el segundo tramo exterior con se completó el primitivo espigón con unas escaleras más cómodas para el embarque y desembarque de las embarcaciones.

Desconocemos el momento de esta nueva obra y los motivos que llevaron a su realización.

jueves, 4 de diciembre de 2025

EL DIA DE LA BANDERITA

 


Esta foto que nos cedió hace tiempo KUITXI nos recuerda aquella costumbre de las décadas de posguerra en que Cruz Roja organizaba el Día de la banderita.

Según nos dejó escrito Tasio Munarriz se ponían mesas y huchas en los soportales del Ayuntamiento, en el Mercado, en el Cristo, a la salida del Puente y en General Castaños. Cada mesa era ocupada por señoras mayores en turnos que duraban una hora. Las postulantes con huchas en la calle eran chicas jóvenes.

Desconocemos la fecha y las personas que aparecen en esta foto, que por la presencia de un soldado no estaría lejos de los años de la contienda, por lo que recomendamos volver sobre la entrada de Tasio que nos facilita amplia información de la Fiesta de la banderita de 1938.