sábado, 23 de noviembre de 2019

RELATOS DEL FIN DE SEMANA: LAS MAÑANERAS DEL GANERANTZ



Ah!, qué mayores nos hacemos, es una frase común entre los que somos "gente mayor" que quiere hacer cosas y ya topa con el muro físico y mental de la edad.
Y, en la frontera, algunos de ellos, buscamos romper esos muros, mediante actividad física moderada: los paseos, los largos de piscina o de playa, los partidos de tenis contra la pared pintada, el buceo con cámara en zonas protegidas, el ascenso a los montes más cercanos y conocidos, las salidas con amigos en bici de paseo, los viajes a lugares desconocidos hasta entonces,... ó haciendo ejercicio mental, que parece frenar el envejecimiento cerebral, tomado como desafío y estímulo para la persona. (Vamos, que escuchar música clásica, o resolver crucigramas, puede ser escaso y hemos de orientarnos a actividades más exigentes como aprender cocina, informática ó fotografía. Incluso escribir.)
Es lo que se decía, tener un "corpore sano" sin separarlo de mantener la "mens sana".
Decía antes "escribir". ¡Qué tiempos!, si contamos que volvemos a coger el lápiz, boli ó pluma, lo que nos sea preferido, nuestros cercanos nos miran con ojos raros, aunque no giren su dedo índice sobre la sien por educación.
Bien señoras y señores lectores, pues es divertido. Prueben a recorrer el pasillo que da a la puerta del trastero, donde guardamos los recuerdos borrados que no deseamos olvidar, abran, ordenen las cajas y limpien el polvo que hay acumulado antes de poner el papel en la mesa, ó de encender el botón del ordenata.
Encontrareis sorpresas agradables como lo que pretendo poner en negro sobre blanco, un recuerdo de mis ¿quince? años, cuando, acompañado de Guiller P. (†) con la intención de formalizar mi inscripción, nos adentramos, un lunes, en el local de la Asociación de Familias de Portugalete en la calle Santa María esquina al cantón, lugar donde tenía su sede -prestada-, el Grupo Ganerantz.
Así comenzó mi andadura, y andaduras, con un sensacional grupo de personas con inquietudes por la montaña. El Ganerantz organizaba excursiones de un día, con ascensión incluida por los montes de Vizcaya y de las provincias vecinas, ó aprovechaban los puentes y fiestas larga para ir más lejos. Y en ello siguen.
Mi primera, fue a Castro Valnera (1715 m.), situado entre Lunada y Estacas de Trueba. Pillamos una buena caladura y, a la vuelta, algunos compañeros debieron reequiparse en el comercio de Espinosa. Esa fue una buena ascensión y siguieron muchas.
De entre ellas, saco de ese trastero de mis recuerdos las "mañaneras", una facilitación del deporte de media jornada de domingo, pudiendo llegar -en autobús propio- a lugares más lejanos con el único compromiso de volver a casa a la hora de la comida dominical en familia.
Empezamos a preparar salidas y a llenar los asientos de modo que, poco a poco, el vehículo tenía más montañeros camino de montes, ya decía, no muy lejanos. Esa fue una de las varias iniciativas que fueron aprobadas para conseguir financiación para tener un local propio.
De esas mañanas montañeras, recuerdo a Mundín, a P. Cuesta, a Santi, a Maté y Sra., a Braulio y Santa, a los Iñakis, a Celes, a Carlos Juez, a Isma, a Luis O. (Centollo), a Felipe M., Javi L., Valen, Imanol C. y a Juanjo, y, cómo no a Jose B. Larrauri (el Pre),... entre ellos destacaba un personaje muy capaz y activo. Se trata de Rafa Supervía (padre), quien, tras ver que la cosa tomaba marcha, se animó a llevar los aperos e ingredientes necesarios para preparar unas morcillitas con tomate, una vez hecha cumbre. Ante el éxito de la iniciativa, se fue repitiendo en cada excursión.
Una de ellas, tras una ascensión entre hayas, nos llevó hasta la cima de Elorritxugane, y recuerdo muy especialmente la ermita de Santa Marina de Arrola, donde cobijados bajo el porche, las degustamos y, además, disfrutamos de la vista sobre el valle de Orozko y el Parque Natural de Gorbea.
Ya digo, ésta y otras acciones, permitieron mantener viva la aspiración y, en su momento, conseguir los fondos suficientes para afrontar la compra de una sede propia, un entresuelo situado en la calle Santiago de Portu.
Pido a quienes de mis compañeros de esas mañaneras no he mencionado, no se sienta ofendido por mi omisión, mía es sólo la culpa. La intención ha sido revivir y compartir un recuerdo, que deseo llegue a muchos.
 MARTINTXU




2 comentarios:

  1. Martintxu o la persona que utiliza este pseudónimo, egunon. Primero, quiero felicitarte por los artículos que publicas en este blog. Segundo, quiero aprovechar este comentario para recordar a un amigo de todos, aunque no creo que fuese montañero: ¿Te acuerdas de Oliver, el que atendía un pequeño ambigú en el local del Ganerantz? Tercero, creo que te equivocas en un detalle sin importancia: El Ganerarantz se fundó en 1953 y la Asociación de Familias en 1970. La lonja era de Jon Emaldi y primero la prestó a la parroquia que lo utilizó para las reuniones de la JOC (Juventud Obrera Cristiana) cuyo presidente fue Sabin Ipiña. Yo, sin ser socio del club, participé en varias excursiones en autobús: Txindoki, Peña Angulo, etc. Incluso celebramos una misa en el Alta de Galdames el 28 de mayo de 1978 con motivo del 50 aniversario del club. Fuimos andando desde La Reineta. Así como hay varios clug que han recogido en un libro su historia de 50 años, sería bonito que alguien como tu escribieses otro sobre el Ganerantz, aunque sea con errores insignificantes. Tasio.

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  2. Hola, Tasio, claro que recuerdo a Oliver. Igual que recuerdo sus ja riguroso y las partidas de ajedrez que jugué algún sábado o domingo por la tarde. Pensaba que me recordabas del tiempo de la fusión de los grupos eskaut parroquiales en contra de la costumbre imperante de separar niños y niñas. Cuando con Manu Molina, Marife, Loli, Minye, Esther, Maria José, Gaza,... con tu apoyo, osamos romper una costumbre impuesta. Esther y yo somos matrimonio casi cuarenton y abuelos de nieto y nieta.
    Bien, cuando yo me incorporó al GANERANTZ ya tiene historia y no conozco todo el recorrido del club. Lo que he relatado viene de mis recuerdos y vivencia, ciertos o erróneos, pero en ese caso mis disculpas van por delante.
    Me alegra mucho retomar tu contacto.
    Nos escribiremos.
    Martintxu

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