martes, 14 de enero de 2020

JESUS Mª SASIA SOPEÑA (1927-2020). GOIAN BEGO



Hace meses que intentamos contactar con la Abadía Benedictina de San José en Venezuela, pues nos preocupaba la falta de noticias de nuestro ilustre portugalujo en aquellas tierras.
La semana pasada recibimos la triste noticia:
Les participo que esta mañana del 7 de enero de 2020, alrededor de las 8 am, ha fallecido a causa de un paro respiratorio nuestro querido hermano el P. Jesús Mª. de Sasía en la clínica “24 HORAS” de Flor Amarillo (Edo. Carabobo) a la edad de 93 años. Descanse en la paz del Señor. A falta de confirmación, la Misa funeral del P. Jesús Mª. y la posterior inhumación de sus restos mortales en el cementerio de nuestra Abadía de San José tendrán lugar mañana, 8 de enero de 2020, probablemente a las 10 am. Al hacerles partícipes de esta luctuosa noticia, les rogamos que encomienden al P. Jesús Mª. en sus oraciones.
Estábamos preparando la siguiente ficha de gente portugaluja para el periódico enportugalete.com cuando la noticia nos hizo cambiar de personaje. Así con esta entrada damos la noticia, que aparecerá en el periodico la semana próxima y cumplimos una obligación.

Contactamos con Jesús Mª Sasía en 1998, conocíamos su libro Toponimia euskérica de la Encartaciones de Bizkaia y queríamos que nos escribiera sobre el tema centrándose exclusivamente en nuestra Villa.
Nos interesaba su opinión, al igual que le solía pedir Euskaltzaindia, sobre cambios que se podían producir ante tanto sabiondo euskaltzale, pues se empezaba a usar en lugar de Kanpanzar o Repelega, Kanpazar o Errepelega con evidente incorrección, según su opinión,  y no digamos del Portualde en lugar de Portugalete.
De entrada nos recordó sobre la etimología de este último que habían sido muchos los que abordaron el tema, pero …quien se acerca mas a la verdad?
“Ya es significativo, nos dijo, que Mitxelena no lo cite en su excelente Apellidos Vascos, al menos “con dudas” (en su expresión en casos así) o incluso como románico.
Su primer elemento ya se presenta escurridizo: Portu- es un préstamo del latín y repetido en toponimia euskérica marítima o del litoral vasco. Se repite en Barakaldo como topónimo sin otro elemento, y desde luego no deja de tener un aire fonético vasco. Pero también es verdad que la forma del euskera, usual en la margen derecha, “Portualte/-de” viene a  ser una contracción (con la caída típica vasca de la -g- intervocálica) de Portugalete, con lo que nos quedamos donde estábamos…
Curiosamente la forma Portualte/-de traduce justamente la posición en la que se ubica nuestro pueblo vasco-encartado: “Junto al Puerto” Pero desde el punto de vista puramente lingüístico no hay duda de la evolución Portugalete>Portualte y no al revés Portualte>Portugalete”.
Tras la visita que nos hizo en verano, solía visitar a su familia y amigos cada tres años, no nos costó mucho convencerle y su colaboración la incluimos en el tomo de la Colección El Mareómetro, Miscelánea Portugaluja.
Después fueron surgiendo otros problemas para visitarnos, de visados, internos, de salud…
Hace ya casi dos años le dedicamos una entrada en este blog UN PORTUGALUJO BENEDICTINO EN VENEZUELA y recogimos en la Biblioteca Digital la correspondencia epistolar sobre toponimia que mantuvo con Roberto Hernández Gallejones.
La noticia que por esperada no deja de producirnos tristeza nos la encabezaban desde Venezuela con el titular, que suscribimos desde su pueblo natal, FALLECE UN GRAN HOMBRE Y GRAN AMIGO.
Descanse en Paz.



2 comentarios:

  1. Sin dudar de la calidad humana del sr. Sasía, creo que su desaforado deseo de que los encartados fuéramos vascohablantes, hizo imprimir en sus escritos demasiada fantasía y exageraciones, que hoy serían inadmisibles en cualquier lingüista.

    Jose Manuel López, en su Diccionario histórico de las calles de Portugalete, tilda la obra de Sasía Toponimia euskérica de las Encartaciones, de «poco fiable».

    Isabel Echevarría Isusquiza, en su Estudio lingüístico de la toponimia de Carranza, dice: «las escasas consideraciones escritas sobre la lengua de las Encartaciones suelen presuponer algunos hechos no demostrados. Estimamos que el prejuicio básico es, que de la vizcainidad de las Encartaciones se deduce una homogeneidad étnica y lingüística esencial de todo el territorio histórico de Vizcaya, cuya evolución compleja demuestra que tal idea es errónea. Muchas observaciones sobre la lengua de las Encartaciones, aparecen viciadas por el empeño de hacer coincidir los límites culturales y lingüísticos con aquellos otros administrativos y políticos».

    Esta autora, en su Corpus de Toponimia Carranzana. Materiales para el estudio del castellano de Vizcaya, después de poner en solfa las inexactitudes y falta de rigor de la Toponimia euskérica de las Encartaciones (de la que dice que hace gala de una «práctica etimológica defectuosa» y que «su inventariado no es fiable» al cambiar intencionadamente muchos topónimos para que "suenen" a vasco, y de ello da numerosos ejemplos), dice: «Por eso afirmo que todo lo que se ha podido decir acerca de la pervivencia del euskera al oeste del Nervión, está precariamente fundamentado. Y peor aún, el romance de la zona ha resultado prácticamente invisible hasta la fecha». Y concluye en la página 32, y es válido para lo escrito por nuestro benedictino: «Además, las características del perfil histórico de la variedad carranzana, tal y como se refleja en su toponimia, muestran lo inadecuado de la calificación "Vizcaya castellanizada" con que a veces se le ha etiquetado. Al emprender la exploración del romance en Vizcaya a partir de su toponimia, se advierte que ésta dista de mostrarse como una realidad unitaria. El romance vizcaíno y guipuzcoano (...) podría haber nacido del bilingüismo vasco-latino, mientras que el de las Encartaciones tiene comunidad de rasgos y origen con las comarcas vecinas cántabras y burgalesas, y no manifiesta huella alguna de tal bilingüismo. (...) esta habla románica antigua (de las Encartaciones) (...) no nace dentro de la Vizcaya vascohablante, sino que se aproxima a ella desde fuera».

    En cuanto a la afirmación de Sasía de que la forma Portualde/Portualte es «usual en la margen derecha», es totalmente errónea, cuando no una pura invención. En ninguno de los archivos que he consultado para mis libros, y son unos cuantos, he visto escrita la forma Portualde/Portualte, ni ninguna parecida. Portogalete/Portugalete son las únicas formas escritas, dejando aparte las versiones escritas por extranjeros, que no vienen al caso. Peor aún: Sasía no indica su fuente, probablemente porque carecía de ella: ¿quién decía Portualde? ¿los getxotarras? ¿los de Bermeo?, ¿los de Plencia? Si "usual" era esa forma, ¿por qué no indicó su fuente? Más modernamente, Txomin Etxebarría Mirones, en su "El euskera y la lengua propia de las Encartaciones", indica el carácter absurdo, por anti-histórico, del término Portualde.

    En conclusión, José María Sasía no fue un profundo conocedor, ni un estudioso riguroso de la toponimia encartada. Escribía con demasiada ligereza, exponiendo afirmaciones donde sólo debería haber hipótesis. Abusó de su imaginación, sin vencer el impulso de forzar o cambiar las palabras para darles el sentido que deseaba. En mi modesta opinión, El Mareómetro nunca debió haber publicado su artículo sobre la toponimia portugaluja, pues sus estudios carecen del rigor necesario, y sólo reciben el incondicional aplauso de los más foribundos impulsores del euskera, carentes sin embargo de la más elemental imparcialidad.

    Aitor González Gato.

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  2. José Manuel López Díez20 de enero de 2020, 18:03

    Aparte de los casos que comenté en el diccionario, en La Florida hay otro ejemplo del extremo al que llegaron las "contorsiones" lingüísticas inspiradas por Sasia: la Ikastola Kanpazar. Según el benedictino, Calega (él dice "Karega") "corresponde al lugar donde está emplazado el barrio llamado vulgarmente La Florida en la ladera poniente del Kanpanzar". O sea: no solo euskerizó el nombre del alto de Campanzar, sino que dio pie a que se extendiese a la ubicación de la ikastola. Justo es decir que algún concejal, allá por 1989, hizo amago de que se revisara esa denominación. Para rematarlo, años después el Gobierno vasco autorizó que le llamaran "Ballonti" al instituto próximo a la ikastola.

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