viernes, 17 de enero de 2025

ANTE EL CENTENARIO DEL COLEGIO MAESTRO ZUBELDIA: PROYECTOS CONSTRUCTIVOS

  

 Ahora que con el nuevo año 2025 ha comenzado la celebración del centenario del Colegio de Zubeldia (exactamente la colocación de la primera piedra del edificio, ya que fue inaugurado dos años después) vamos a recordar los primeros pasos que se dieron para edificar lo que iba a ser el segundo centro escolar en la historia de la Villa, en la actualidad el más antiguo, siguiendo a Roberto Hernández Gallejones.

Fue en 1916 cuando el consistorio deseando solucionar el problema que presentaban las escuelas municipales, acordó encargar un proyecto de escuelas en la recién abierta calle Central de San Roque, según se llamaba entonces. Al arquitecto Julio Sáenz de Barés se encargó la memoria con las condiciones facultativas y los estados de mediciones y presupuestos, en febrero de 1917. Se trataría de crear un nuevo grupo escolar compuesto de una escuela para 192 niños, otra para 192 niñas y una tercera destinada a párvulos, constando las dos primeras de cuatro secciones cada una, y de tres la de los parvulitos.

Tras algunas dificultades durante los años siguientes, con el título de Concepto Moderno de la Arquitectura Escolar” encontramos los planos y la memoria de dicha obra (hemos utilizado los planos del AHMP para ilustrar esta entrada) que fueron firmados por el arquitecto Emiliano de Pagazaurtundúa el mes de diciembre de 1922, siendo aprobados el 20 de enero del siguiente año.

Se dividía el establecimiento escolar en tres bloques, dos pabellones de niñas y niños, y otro llamado de párvulos. El de varones constaba de tres plantas, instalándose en la más baja una cantina y el cuarto de socorro, la dirección y un gabinete-biblioteca. Habría seis aulas en total, tres a cada lado de un pasillo central. Cada clase tendría un área media de 80 metros cuadrados, con una longitud de 10 metros. Se preveía un máximo de 42 alumnos por recinto. También el diseño de los retretes y lavabos era moderno, de estilo americano. La planta superior daría cabida en una parte a la sala de trabajos manuales, costura y confección, y en otra a la habitación del conserje. Se dispondría así mismo de un reducido museo. Las mismas características que las descritas poseería el pabellón de las niñas. En el destinado a los más pequeños habría tres clases, siendo una para los de menor edad, y otras dos para los mayores.

En octubre de 1924 el alcalde Santos Zunzunegui hace constar que su deseo había sido que se construyesen las escuelas según el bello plan del citado proyecto “pero en vista de que la situación económica del municipio no lo permite” se aprueba otro proyecto del arquitecto municipal con un presupuesto sensiblemente inferior, muy diferente en espíritu educativo y configuración arquitectónica.

Esta nueva idea constructiva y docente, tuvo que enfrentarse a las restricciones del Gobierno Central para levantar un edificio de tal envergadura en una zona tan próxima al Fuerte San Roque, enclavado en un área de jurisdicción militar, pero finalmente el 30 de junio tuvo lugar con gran solemnidad la bendición y colocación de la primera piedra del Grupo Escolar.

La recepción final de las obras se produjo el 30 de Abril de 1927.


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