Antes de
seguir con una entrada semanal que hemos decidido dedicar a la historia de las
escuelas de Zubeldia en sus últimos 100 años, hemos visitado el centro para
contemplar la exposición de fotos que ofrece en la que alguien se puede
encontrar o mas bien a sus antepasados.
Es
recomendable para aquellas personas que han pasado por sus aulas recordar el
pasado y si es posible como desean quienes han trabajado en su organización que
aporten recuerdos con nombres o fechas.
Es uno de los
puntos débiles conque nos encontramos quienes queremos recoger su historia y
que pone en evidencia el desagradecimiento existente hacia las personas que nos han precedido,
sobre todo maestros y maestras que forman parte de su historia. Así por
ejemplo la primera maestra que llegó al centro con sus alumnos del caserón del
Cristo, que amenazaba ruina, Amalia González Astobiza, no aparece por ningún sitio
y otras maestras que aparecen en las fotos no se recuerdan sus nombres o las
fechas.
La prensa que se ha hecho eco de la
inauguración de la citada exposición ha trasmitido esta situación y así en el
periódico DEIA que nos ofreció una galería de fotos, como es el caso de la
primera que hoy ofrecemos, no puede señalar a qué época corresponde ni la
maestra que aparece. Lo mismo sucede con la segunda foto que hemos elegido
donada por José Luis Garaizabal, en la que está su madre Serena Flaño a la
izquierda de pie, que había nacido el 29 de noviembre de 1915, por lo que
estaría en torno al curso 1929-1930, y cuya maestra cerca de ella resulta ser
una total desconocida y olvidada.
Algo parecido nos encontramos con los alumnos que tras estudiar sus primeras letras aquí luego han destacado en la vida. En el citado articulo periodístico, y en todas las referencias de dicha inauguración, se recuerda, y está bien hacerlo, a “jarrilleros conocidos como el anterior alcalde portugalujo y actual vicelehendakari, Mikel Torres, la actual alcaldesa jarrillera María José Blanco y el que fuera jugador del Athletic y del Amorebieta Erik Morán”, pero ... ¿y nadie más?
Nos da un poco pena, que nos olvidemos de portugalujos como Javier Sádaba, nuestro filosofo actual de referencia, que cuando el centro cumplió 75 años acudió a desgranar sus recuerdos de antiguo alumno, y donde su padre Ángel Sádaba Quintana fue profesor interino. Y no digamos nada de otros referentes como fueron los hermanos Ellacuría, sobre todo Ignacio, del que nos quedan fotos de su clase, filosofo, escritor, y teólogo, asesinado en El Salvador, que tiene un parque con su nombre en la Villa, y lo mismo podríamos seguir con otros como Jesús Mª Sasía, el benedictino escritor y experto en toponimia euskérica que falleció en Venezuela.
En fin, quede esta reflexión solo como un desahogo
personal.
Los nombres de las personas que aparecen en las fotos no se anotaron en su día porque nadie se preocupó de hacerlo. Si fuera una cuestión de agradecimiento, no lo hubo con los alumnos, ni con las alumnas, ni con los maestros, ni con las maestras. Otros sí se han preocupado de que su nombre figure en la exposición, quizás porque se consideran más importantes que todos los demás (entre los que estamos mi padre y yo). Aclaro que no critico a los organizadores de la exposición, que en general me parece bien. Pero, como ya le comenté al director de la escuela, hay aspectos que podrían haberse mejorado acudiendo al Archivo Histórico. Si no estuviese cerrado, claro.
ResponderEliminarEl problema existió ya en la celebración del 75 aniversario. Entonces el Archivo Histórico estaba abierto.
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