Hoy vamos a dejar
constancia de dos festejos que encontramos en el programa de fiestas del año
1894 y que nos llaman la atención: “El toro del aguardiente” y “el clásico churrasco
de la finca del Sr. Goitia”.
La existencia de
toros o novillos en las fiestas venía de muy antigua. En ese año en el día de
la Patrona se anunciaba a las 6 de la mañana se tocará la diana por las
calles, acompañada de las salvas de ordenanza y a las 7 se correrá en la plaza
publica un novillo embolado para los aficionados al arte taurino.
En cuanto al día siguiente
de San Roque a la misma hora se vuelve a programar igualmente, citándolo con el
nombre de toro del aguardiente. Un nombre que encontramos en
otros lugares de la península pero que desconocíamos.
Así mismo nos
enteramos de que el día de San Roquillo se corrió en el Cristo, un bravo
novillo que dio mucho juego.
El segundo acto del
día San Roque, lo encontramos ya en la reseña del año 1893, cuando dice que ese
día por la mañana, diana por la banda de música y tamborileros, festejos en
la calle del Ojillo, romería en la campa, el clásico churrasco en la
huerta del Señor Goitia y un aurresku en la plaza y fuegos artificiales, con música
y baile en la plaza por la noche
Este nuevo año de 1894
la reseña del Noticiero Bilbaino nos dice que la fiesta de la tarde que se
celebró en la campa de San Roque estuvo concurrida pero no animada; faltó algo
que diera vida y animación a las gentes y este algo era, a no dudarlo, que este
año por causas de todos sabidas, no se celebró el churrasco que tanta
vida y animación daba en años anteriores a esta romería y el cual nació en Las
Arenas al calor de un hijo de Portugalete y admirador de las costumbres de la
Republica Argentina, creció y se desarrolló por el impulso que este mismo le
dio y hoy ha languidecido, pero confiamos que se vuelva a dar vida y pujanza.
Suponemos que Guillermo Goitia organizaba alguna parrillada popular de carne en su finca, frente a la campa de San Roque, pero no hemos encontrado ninguna noticia, suponiendo que su cancelación tendría lugar con la situación política, pues como ya señalamos en otra entrada anterior, el año 1893 con motivo de la defensa del Concierto Económico envió, en representación de “ochenta vizcaínos, encartados en su mayor parte, reunidos en fraternal banquete del tradicional Churrasco, en Portugalete, en nombre del foral Árbol de Avellaneda, saludan al Árbol de Guernica, símbolo de nuestras libertades, a Navarra, representada en su Orfeón y a todos los ahí congregados por el sentimiento patrio foral”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario