martes, 13 de diciembre de 2016

CRÓNICA DE LA FUGA DE DOS VAQUILLAS: 2) LA VAQUILLA NADADORA



Esta segunda fuga se produjo años más tarde, seguramente en 1956. Como en el suceso anterior, hay distintas versiones sobre la fuga. Unos dicen que se escapó del trayecto tradicional desde la calle Correos, por San Roque, Zubeldia y llegada a la tejavana. Otros sin embargo hablan de “una mano inocente” que soltó los cierres de la cartola del camión de Ranero aparcado en Correos y una de las vaquillas decidió hacer un encierro a su aire.
Bajó atropellando gente por la calle del Medio (otros dicen que antes se dio una vuelta por el Campo de la Iglesia), causando el pánico entre los transeúntes. Al llegar a la plaza, mochó a una pobre aldeana del mercado y continuó hasta el dique.
Llegada a la “rampla”, acalorada como estaba, pensó que no había mejor celebración de San Roque que darse un bañito en el dique. Sin pensárselo, se lanzó al agua cual nadadora olímpica y emprendió la travesía de la Benedicta.
Nadó como una ondina, recorriendo los 700 metros que la separaban de La Iberia. Allí había un puertecito en el rincón, al final de los cargaderos, que años después fue asolado por el desguace de barcos y hoy ha desaparecido bajo el polideportivo sestaotarra. La chiquillería y los adultos curiosos siguieron su travesía desde el camino que había junto a los antiguos cargaderos de mineral de los que solo quedaba operativo el más cercano al dique.
Al llegar a la meta, todos los chavales se acercaron a animar a la vaquilla y uno de ellos, Txomin Hermosilla, recuerda el suceso y como resbaló en el verdín del muelle y se puso el pantalón blanco hecho un cisco. Sus hermanas se los tuvieron que lavar y planchar después, para seguir la fiesta. Con el resbalón, no recuerda el método con el que sacaron a la vaquilla y tampoco si el camión de Ranero bajó hasta al dique o hasta la Benedicta para volver a encarcelar a la vaquilla fugitiva.
En algunos Programas de Fiestas de aquellos años, no se anunciaban los encierros y se decía en la Villa, que era porque el gobernador no las autorizaba después de las fugas. En los programas se ponía la coletilla: “se repartirán programas especiales”, pero se anunciaban de forma sibilina, poniendo alguno de los dibujos con los que he confeccionado la foto de cabecera. Como en aquella época no había tanta foto como ahora y Guillermo el de Guyma no seguiría la fuga, no queda testimonio gráfico del mismo, así que ilustro el final de la entrada con una imagen de otra vaquilla nadadora, prima de la portugaluja, esta de Denia (Alicante) y el rescate figurado aparecido en el Programa de Fiestas de 1991.

Han colaborado con sus recuerdos: Josetxu Maruri, Félix Gil, Juana Mari Ponce, Ramón Basañez, Txomin Hermosilla, Alfre Cobos, Javi García-Borreguero, Pedro Carbajo, Miguel Ángel Gutiérrez y Josemi Palacios


JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO

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