jueves, 15 de marzo de 2018

JUAN JOSE ARECHAVALA ABENDAÑO (1810-1868). GUARDA–RIA, MEDALLA DE HONOR FRANCESA






Esta entrada es fruto de diversas colaboraciones.

Eduardo Ardanza Marqués, desde Madrid, nos recordó la noticia que dio Karla Llanos, en su blog Memorias de Getxo, dedicada a los naufragios en la barra, con la firma de un decreto por parte de Napoleón III en 1863, “confiriendo la medalla de oro de segunda clase al capitán retirado y guardia-ría de Portugalete, D. Juan José de Arechavala, y medallas de plata de segunda clase, a sus convecinos los Sres. Aspiazu y Gómez”

En un recorte de prensa de La Correspondencia de España, 21 y 22 de Octubre de 1863, que nos envió, se completa la noticia diciendo que el que había recomendado la medalla era el cónsul de Francia en Bilbao Monsieur d´Aries, que veraneaba en Portugalete, y echando mano a sus recuerdos familiares donde se contaba una anécdota de la playa de El Salto, completa el nombre del cónsul que era Henri d'Aries du Mérens, (1807-1872), Caballero de la Legión de Honor y de la Orden de Carlos III de España.

La anécdota a que se refiere y que recogimos sin conocer su nombre en el nº 3 de Cuadernos Portugalujos, págs. 18-19, se refería al verano de 1852, cuando “fue a la playa vestido de frac y guantes; que iba a entrar al agua la de Santulari y que el le dio la mano y entró con ella hasta dejarla dentro del mar, y cuando salió, con un cuchillo hubo que cortarle las mangas del frac y los guantes…”

Como curiosidad, la hermana de la bisabuela de Eduardo (que es biznieto también de Cecilio Goytia) Gabriela Arellano D´Aries (una foto suya en el muelle de hierro ya publicamos en este blog), era nieta del citado cónsul, siendo su madre Juana d'Aries Arnault, ahijada de Napoleón III y de la princesa Mathilde de Bélgica.

Tras esta aportación resaltando la figura del guarda-ría Juan José de Arechavala, recurrimos a Roberto Hernandez Gallejones, Archivero Municipal, para intentar completar la biografía de este portugalujo y su singular profesión, de la que nos dice:

Era un funcionario dependiente del Consulado y Casa de Contratación de la Villa de Bilbao y después de la Junta de Comercio que controlaba la captura ilegal de pescado, moluscos y crustáceos en nuestra Ría, ejerciendo labores policiales y de inspección, teniendo autoridad para detener a los posibles infractores. Su intervención solía provocar a veces altercados, con gente a favor y en contra de sus actuaciones. La pesca y captura de especies en el Abra era muy frecuente, con artes de pesca como ganchos y otros útiles, que en ocasiones arrasaban los criaderos de ostras, mejillones, etc., y que estaban considerados como ilegales por las autoridades.

Las pesquisas sobre este personaje las continúan Amaia Alava y José Manuel López Díez, en el Archivo Histórico Municipal, en el Diocesano y en las hemerotecas nacionales.

Así nos dicen que en la Cédula de Inscripción realizada el 21 de marzo de 1857, figura que tenía 45 años, con profesión “empleado en el río Nervión” y que casado con Cleta Fernández Leguineche de 36 años, tenía seis hijos.

Murió en la Villa en 1868, y sobre su vida, en el periódico El clamor público del 10.9.1846 al recoger la noticia del naufragio del quechemarín Caridad que encalló en la barra, y que tuvo una gran repercusión por las acusaciones de negligencia del piloto mayor de la barra, han encontrado que se resaltaba la actuación de nuestro personaje en las labores de salvamento.

En fecha posterior en el Diario de Córdoba del 28.5.1863 encontramos lo siguiente:

Los actos de abnegación practicados por el gremio de marinos de Portugalete salvando a varios náufragos franceses, han sido premiados por el emperador. En vista del informe remitido por el cónsul de Francia en Bilbao sobre el naufragio del bergantín “Sully”, ocurrido en el mes de enero, el Ministro de Marina y de las Colonias del vecino imperio ha sometido a la firma de Napoleón III un decreto confiriendo la medalla de oro de segunda clase al bravo e inteligente don Juan José de Arechavala, capitán retirado y guarda-ría de Portugalete, y medallas de plata de segunda clase a sus convecinos los señores Aspiazu y Gómez.

Ese mismo año de 1863, en el que contabilizaron hasta cinco naufragios en la barra, aparece también distinguido junto con otros capitanes getxotarras por su participación en el salvamento de la goleta Jeunne-Marthe varada en Las Arenas el 16 de marzo.



Seguramente que si seguimos investigando en las historias de los naufragio ocurridos en la barra en esos años aparece en otras ocasiones nuestros aguerrido marino, que vivía según atestiguan los padrones municipales en el muelle Viejo.










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