domingo, 11 de marzo de 2018

LAS AGRESIONES A LAS MUJERES: UNA NOTICIA DEL SIGLO XVIII




Cuando todavía tenemos presente la gran repercusión del pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, traemos aquí uno de los múltiples artículos de nuestro Archivero Municipal, Roberto Hernández Gallejones, sobre la historia social de nuestra Villa, que además de ofrecer una pincelada costumbrista de épocas pasadas con un ejemplo de su lenguaje, nos recuerda la lacra también existente entonces de las agresiones a la mujer.

Se trata de la agresión a una joven de unos 18 años por un fraile franciscano y dice así:

En el auto de oficio presentado a las siete de la tarde del viernes, 13 de octubre de 1741, ante el alcalde de Portugalete, don Pedro de Gordon y Zuazo, en calidad de juez de primera instancia, y con testimonio del escribano Matías de Villar, se da cuenta de que María Cruz de Eguileor, criada de la casa de María de la Quadra, esposa de Ignacio de Bon, “ausentte en servizio de su Magestad”, se encontraba en cama a causa del maltrato a que le produjo Fray José Cortés.

Los hechos habían ocurrido esa misma semana, y a consecuencia de estas desagradables circunstancias la joven no había podido declarar hasta las cinco horas de la tarde del viernes. Al habérsele “restituido la abla”, María Cruz manifestó en el domicilio de su ama, en la casa del matrimonio, ambos vecinos de la Villa habiendo jurado “por Dios Nuestro Señor, y a una señal de cruz en forma debida de derecho”, que todo había sucedido el pasado martes. Cuando sonaron las siete horas “de la noche de haber ido la dicha María de la Quadra, su ama a casa de Pedro de Manzanal, y Josepha de Bon, su hija, mujer legitima de Antonio Cortes”, a rezar en la ermita del Cristo de el Portal, se encontraba ella sola (María Cruz de Eguileor) en dicha morada “componiendo una de las camas de ella”. En el ínterin apareció allí el padre predicador Fray José Cortés, un franciscano, quien entró en el aposento con semblante serio y enojado. De repente, y sin mediar ningún tipo de provocación por parte de la declarante, el recién llegado le propinó a la muchacha un golpe en un hombro, diciéndola al mismo tiempo las siguientes palabras: “ven acá, grandísima chula, ¿cómo tienes atrevimiento de traer en lenguas a mi cuñada? (Josefa de Bon)”. La chica le dijo «que parecía a traición la iba a maltratar”. José Cortés le espetó lo siguiente: “a traición que te ahogare aquí”, y echándole las manos a la garganta la quiso asfixiar. La moza se resistió propinándole dos bofetadas al fraile, quien la apretó aún con más saña en el cuello haciéndola caer al suelo, sin poder articular palabra. La declarante no firmó por no saber hacerlo, asegurando tener 18 años de edad “poco más o menos”.
Aparece después en dicho documento otro papel fechado en la Villa de Bilbao el 16 de octubre de 1741, y firmado por el corregidor del Señorío de Vizcaya, Manuel de Navarrete, de “el Consejo de su Magestad, su oidor en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid”, para resolver el pleito presentado en grado de apelación ante su superior autoridad por Gaspar de Aranguren, vecino de los Tres Concejos del Valle de Somorrostro. Este último señor era el tío de la criada, y pedía una investigación más concienzuda en torno a dicho hecho, y con una declaración de testigos. Desgraciadamente este litigio se interrumpe aquí, sin que sepamos qué continuación tuvieron los trámites judiciales.

En la primera lista de vecinos de 1746 consta en la calle Santa María Pedro de Manzanal y Larrea, domiciliado en compañía de su hermana María, viudos ambos. También se localiza allí a Pedro de Gordon, viudo. En la misma calle se registra a María de la Cuadra “cuyo marido de años a esta parte se halla sirviendo a su Magestad en su Real Armada”: En la calle del Medio residía el escribano Matías de Villar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario