sábado, 11 de junio de 2022

RECOGIDO DE LA PRENSA: PORTUGALETE, LA VILLA FUNDADA HACE 700 AÑOS PARA DISGUSTO DE BILBAO (1)

 


MANUEL MONTERO en la sección TIEMPO DE HISTORIAS del Viernes, 10 junio 2022, de EL CORREO, recuerda que la carta puebla concedida a los portugalujos por María Díaz de Haro se convirtió en el origen de un litigio histórico, causado por la rivalidad comercial, que duró siglos. 


El 12 de junio de 1322 la Señora de Vizcaya María Díaz de Haro otorgó la carta-puebla de Portugalete, que cumple así siete siglos. «Sepan quantos este privilegio bieren como yo Donna Maria muger que fui del Infante don Juan Señor de Vizcaya do et otorgo a todos los de Portugalete…» empezaba el documento que creaba una nueva villa.

La fundación de villas se produjo durante la Baja Edad Media. Fue un proceso importantísimo, pues creó o alentó los primeros núcleos urbanos, dotados de un nuevo estatus jurídico. Iniciativas de este tipo se producían en Europa desde el siglo XI. Fueron tardías en el País Vasco: en 1180 se fundó San Sebastián y en 1181 Vitoria. El Señorío de Bizkaia fue el último territorio en incorporarse al proceso. Lo hizo en 1199, cuando se fundó Balmaseda, la primera villa vizcaína, situada en la ruta que llegaba de Castilla.

La emisión de la carta puebla y la fundación que llevaba aparejada eran iniciativas importantes. Cuando una población recibía el título de villa -por lo común, estas se fundaban sobre una población ya instalada, como es el caso de Portugalete- recibía un derecho distinto al del entorno rural, así como una jurisdicción territorial y determinadas concesiones económicas (era frecuente la posibilidad de realizar un mercado), mejorando su inserción en los circuitos mercantiles. Además, se dotaba de nuevas autoridades y de la posibilidad de defenderse. Muchas de las villas vizcaínas perseguían objetivos económicos relacionados con el comercio. Al fundarlas, el Señor de Bizkaia solía responder a peticiones de los pobladores.

La fundación de villas estuvo también condicionada por la guerra de bandos que se produjo en Bizkaia, la lucha entre los señores rurales que enrareció el ambiente social. Hubo también banderizos en las villas, e interfirieron en la vida urbana, pero tuvo importancia la posibilidad de construir murallas para protegerse de un entorno amenazante.

Portugalete se fundó antes de que comenzase hacia 1330 el periodo álgido de las guerras banderizas, pero también tuvo sus murallas (y en su momento también sus banderizos: sus hijos encerraron a Lope García de Salazar en la torre de Salazar, donde murió). Sin embargo, el principal motivo de su fundación como villa fue económico, relacionado con el comercio y con la pesca. Bilbao y Portugalete serían las únicas villas que hubo en la ría, lo que a su vez generaría algunos problemas.

 

BALMASEDA Y OTXANDIO

Cuando se fundó Portugalete, en Bizkaia existían villas en los dos principales accesos terrestres al Señorío (Balmaseda y Otxandio). También era villa Bermeo, por entonces considerado la cabeza de Bizkaia. Durango y Ermua habían sido fundadas como tales en el camino con Gipuzkoa. Y en 1299 y 1300 recibieron la carta-puebla Plentzia y Bilbao, enclaves portuarios. La creación de las villas seguía de momento una lógica económica. Surgieron en los caminos y en los puertos.

Cuando se fundó, Portugalete recibió el Fuero de Logroño, la disposición que reguló la vida de todas las villas vizcaínas. Otorgaba la libertad de comprar y vender, preveía una autonomía municipal, con el nombramiento de sus propias autoridades, y la supresión de los derechos señoriales. Portugalete pasaba a ser villa, con lo que adquiría una personalidad administrativa que le permitía actuar al margen de las Juntas de Avellaneda. En su momento, esto le posibilitaría enviar su representante a Gernika, a las Juntas Generales de Bizkaia.

Conforme a la lógica del período, se ordenaba a la villa que levantase una iglesia, con la advocación de Santa María, en el lugar que los vecinos considerasen conveniente, para lo cual les cedía un tercio del diezmo que devengaba Santurtze y otras localidades (Sestao, Abanto, San Vicente de Barakaldo, etc.).

Entre los privilegios que recibía Portugalete estaba una amplia jurisdicción territorial y costera. Lo que se pescase desde el río Lombar (Ontón) hasta Lutxana (en la ría) tendría que llevarse a Portugalete, donde se pagaría el quincio -un quinto- al señor. «Et mando que dentro destos términos sobre dichos tambien por mar como por tierra, que no haia otra carga ni descarga de pan ni de sal, ni de otra cosa ninguna, salbo en la dicha villa de Portugalete». Portugalete se convertía en un centro económico, pues en el espacio designado sólo podría comerciarse allí. Además, sus vecinos podrían transitar sin pagar impuestos por los caminos que iban a Orduña, Artziniega, Balmaseda, Castro, Bilbao, Bermeo y Plentzia. Se buscaba, por tanto, que los portugalujos pudieran hacerse con el control del parte del tráfico que afectaba a la ría.

 

 

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