miércoles, 4 de diciembre de 2019
EL TXAKOLI DE MINUTO HACE SEIS DÉCADAS
sábado, 8 de julio de 2023
LOS BARES PORTUGALUJOS: MINUTO (1)
Bares portugalujos, como el de hoy, “El Chacolí Minuto”, enlazan directamente con la antaño tradición jarrillera.
“Minuto”, al que corresponden las dos fotos de la época posterior a la
guerra, estaba situado (y sigue estando), según lo señala el anuncio del
Programa de Fiestas de 1944, en el nº 12 de General Castaños, junto al tranvía,
y en los frescos sótanos con parras incluidas, se degustaban “los más ricos chacolíes del pais”.
El dueño era Andrés Ibarrechebea,
alías Minuto, que aparece en el centro de la foto superior con su delantal de
trabajo.
En dicha foto
superior, publicada en Portugalete en la fotografía (1900-1975), con el
archivo de Eduardo Benito, aparecen sentados junto a “Minuto”, Eusebio Velasco,
Heliodoro Palacios y Dionisio Alberdi. Y de pie: Higinio Alvarez, Juan Bilbao,
Jesús Fernández (Villarritxi), Pedro Saez, Anastasia Gutiérrez, Eulogio Fernández
de Retana, Isaac Gallo, Balbina López, Lorenzo Vega, Demetrio Villa y Porres
“Amurrio”.
Si dicha foto es está fechada en torno a 1947, de unos años después es la inferior, con la parra a la que se abraza Gregorio Madariaga. Junto a él, entre otros, Juanito Gañán, y su hijo Iñaki, Enrique Pascual, Pedro de Pablo, Segundo Aróstegi, Luis Valle, José Hurtado, Luis Uriarte, José Mª Tellaetxe, Isidro Gañán, José Pérez. …
Publicado el 8 de julio de 2014
domingo, 9 de julio de 2023
LOS BARES PORTUGALUJOS: MINUTO (2)
Como ya
anunciamos, en estos meses veraniegos, lejos de la Noble Villa, no disponemos
de la ayuda habitual de nuestros colaboradores por lo que ofrecemos lo que
tenemos a mano.
Por eso ayer al poner
los nombres de los portugalujos de la segunda foto, recurrimos al tópico “entre
otros” o “años después”, surgiéndonos además la duda de si entonces seguía
todavía “Minuto” o el bar lo había
cogido “Cotones”.
En el libro Portugalete
en la fotografía. La sociedad portugaluja del siglo XX, con el archivo de
Eduardo Benito, aparece la foto superior con José Uriarte “Cotones” y su mujer
Anun.
Corresponde a 1985,
cuando se jubiló José, tras casi cuatro décadas al frente del bar, con Eduardo
Benito dentro de la barra llenando los típicos vasos de culo gordo con la jarra
de porcelana e Iñaki Arrinda de testigo. Añadimos otra similar en el que
reconocemos a Javier Gárate.
Si el anuncio de ayer correspondía al Programa de Fiestas de 1944, este de hoy con el mismo texto, pero con la foto del interior, es de 1959.
Publicado el 9 de julio de 2014
lunes, 10 de julio de 2023
COMERCIOS DE GENERAL CASTAÑOS: nº 12 Y 14
Siguiendo con
el trabajo de José Luis Garaizabal sobre los comercios antiguos de la
calle General Castaños, llegamos hoy al nº 13, construido en 1933 por Juan de Olazabal para la Vda. de Olazabal, para lo que se procedió
al derribo de los edificios que en 1890 figuraban a nombre de Saldumbide.
Esta casa era la sede de un bar muy
recordado, el Bar Minuto.
Había sido montado por Andrés Ibarretxebea “Minuto” y lo conocimos
regentado por José Uriarte “Cotones” y su esposa Anun. Según nos cuentan
nuestras amigas informantes, en el local estuvo Iberduero y el dentista
Juan Aldecoa tuvo su consulta (1938) en un piso de la casa.
Según contaba Alberto G. Echarte en la
Revista El Abra de 1971, frente a la Posadilla, “al otro lado de la calle,
se hallaba la fragua de García, un habilidoso herrero que realizaba bellos
trabajos de forja, y que, al decir de sus nietos, con orgullo, fue quien habían
realizado su obra cumbre al colocar sobre el campanario de nuestra Iglesia de
Santa María el pararrayos protector, que permitió a los portugalujos vivir sin
miedo a las tormentas”. Suponemos que se trata del actual pararrayos que se
instaló tras la reedificación de la torre que había sido destruida durante el
sitio carlista.
Entre el nº 10 y el 12, estuvo el
pequeño despacho de Panadería Ariz que regenhtaba Ameli Sáez,
esposa de Alfredo Cobos. Fue construido por Manuel Chávarri en terreno de su
propiedad.
En las lonjas del el edificio nº 14 construido
en 1971 para Carmen Aizpurua, está hoy el comercio de Pedro Salcedo.
El médico Alfredo García-Borreguero tuvo su consulta en 1938 en un piso.
martes, 13 de agosto de 2019
EL NACIMIENTO DEL GANERANTZ
lunes, 29 de noviembre de 2021
EL TRANSBORDADOR A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (5): FOTOS ALFREDO LIRÓN
Ofrecemos hoy las últimas fotos que hasta el momento hemos recibido de los fondos, en fase de catalogación, del fotógrafo madrileño Alfredo Lirón Ayuso, que nos ha enviado Ignacio Medina Bayo.
Como no podía ser de otra forma el Puente Colgante, atrajo su atención lo mismo que en la actualidad, más de un siglo después, sigue haciéndolo con los miles de turistas que vienen a visitarlo, sobre todo desde que fue declarado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Si el tiempo de duración del servicio, un minuto aproximadamente, se sigue manteniendo, los aparatos que producían la fuerza necesaria para trasladar la barquilla con su caldera de vapor suministrada de agua del rio Gobelas y situadas en la orilla opuesta nos recuerdan el siglo que ha pasado con el consiguiente cambio del paisaje urbano de Las Arenas.
jueves, 14 de julio de 2022
CUANDO EL CHIMBITO RECORRIÓ CARLOS VII Y OTROS RECUERDOS
Van a hacer seis años que dedicamos tres entradas de este blog RECORDANDO AL CHIMBITO, cuya imagen recogemos en tres de los momentos de su existencia, la construcción, su salida de Bilbao y su fin en Huelva, junto a una pequeña foto que nos facilita Angel Comonte de su viaje con ruedas por la calles de la Villa y este pequeño apunte.
Recuerdo que fue en el
Sanroquillo de 1982 cuando pude disfrutar del Chimbito y que en los dos viajes que hice te daban un
donuts y un batido de Okey. También me monté en Bilbao. ¡¡Y encima era gratis!!
Te daban una vuelta por Carlos VII y era toda una aventura en plan "Un capitán de quince años" película
que por cierto tiempo después pude ver en el cine al aire libre en las Fiestas
de San Antonio.
También me acuerdo del
restaurante que tenía en la entrada unas fotos con los cocineros y los platos
típicos junto a una enorme pecera con langostas o centollos. Estuve en la boda
de mi tío que se hizo allí en 1990.
Otro de los recuerdos que tengo de otro restaurante
vinculado a éste, es el de La Fragata.
Siempre me viene a la mente su entrada con la popa de un galeón pirata. Cuando
vi en el otoño de 1995 "La isla de
las cabezas cortadas" en el Coliseo Java me venía a la mente este
local, donde por cierto se celebró en la primavera de 1990 una comida de
Euskadiko Ezkerra en la que estaba Kepa Aulestia y presentaban el nuevo símbolo
de la organización que era un roble que se asemejaba al símbolo del Olivo del
PCI. Por aquellos años editaban una revista que se llamaba "Ezkerti"
y se escribía en la sede del Ezkertoki que era el restaurante Minuto.
Años después el PSE,
también celebraba los 1º de Mayo en La
Fragata con DJ incluido. La verdad que se echan de menos estos
grandes locales de restauración como el Pachín
en Coscojales con sus frescos pictóricos de Portugalete en sus paredes
entre columnas clásicas; y muchos más como el primer restaurante chino en la
Villa: el Gran Muralla junto al bar Zuloa, de donde surgió el grupo de rock
Boikot. Por no hablar del Mesón Hamburgo
en Lepanto junto a los locales de la Asociación de Vecinos, o la pulpería Airiños y el restaurante Lolo en Buenavista con sus menús del día.
Junto al Asilo, existía un bar que se llamaba el Submarino con forma de escotilla de barco, donde hoy hay una asesoría de Mapfre. Igual que otro local con una especie de caserío en su interior. Justo en el muro que hacen ahora las pintadas del 8 de marzo frente a la panadería también desaparecida de Jayo, que era un edificio de
martes, 31 de enero de 2023
VISITA REAL A PORTUGALETE EN 1865: REGATAS (1)
Ya hace 12 años que nuestro colaborador Dani Docampo nos informó en una entrada con un recorte de la prensa (La Correspondencia de España del 18 de agosto de 1862) sobre las NOTICIAS DE REGATAS EN LAS FIESTAS DE PORTUGALETE EN 1862.
Hoy otro amigo, Aurelio Gutiérrez en
su blog LA VIDA PASA, es quien nos
sorprende una vez más, con el hallazgo en sus investigaciones de aquellos
años con otra noticia que aporta más datos a nuestra historia jarrillera.
Se trata de los actos conmemorativos que tuvieron lugar organizados por la Diputación
y el Ayuntamiento de Bilbao para conmemorar
el aniversario del Abrazo de Vergara de 1839, y que en esta ocasión contó con la presencia de la
reina Isabel II acompañada por sus hijos.
La Comisión de festejos nombrada al efecto programó, entre otros actos, una regata en la Ría, el 31 de agosto de 1865, para lo que vendría a la Villa la reina Isabel II acompañada por el príncipe Alfonso y la infanta María Isabel.
El
programa que nos aporta Aurelio, contiene las reglas para participar y el recorrido, que empezaría frente a la Casa
del Consulado situada al otro lado de la Ría y subiendo hacia Bilbao para dar
la vuelta en la baliza situada en el puente de Luchana. Con tres tipos de embarcaciones
(lanchas trañeras, lanchas y botes), saldrían de dos en dos y cada cuatro
minuto, estando dotada la prueba con importantes premios, el primero de ellos
de 4.000 reales.
En la reseña del periódico “La
España” del 5 de setiembre de 1865” se indica que los dos primeros premios se adjudicaron
a las lanchas de Ondarroa, con polémica por un altercado con la embarcación de
Lekeitio. La reclamación de ésta fue desestimada así como la apuesta que
lanzaron a los de Ondarroa para repetir la prueba “jugándose la cantidad que
gustaran. Apuesta que fue desatendida por el comisionado ondarrés”.
La
tripulación ganadora se quedó en la Villa donde durmieron y al día siguiente colocando
la bandera en la proa de su embarcación volvieron a casa por mar.
El
problema que tuvieron al pasar por delante de Lekeitio, donde les esperaban “cinco lanchas, cuatro de ellas de altura y
la otra la misma trañera que de ella asistió á la regata indicada, tripuladas
con marineros y algunos particulares de la dicha Villa de Lequeitio” pasó a
la historia del remo de dichas localidades y la podemos encontrar en la obra de
Aitor Iturbe, ESTROPADAK. “como la cuestión es de honra de los marineros...”
martes, 8 de octubre de 2013
UNA REGATA SINGULAR EN LA RIA: EL 2 DE AGOSTO DE 1891
martes, 5 de marzo de 2024
RECUERDOS DEL OJILLO EN LOS AÑOS 40 DEL SIGLO XX

Las imágenes ofrecidas por FOTO SAEZ en 1947, nos sirve para plasmar algunos retazos
de la vida festiva en el Ojillo en los años de posguerra, celebrando San Roquillo.
Todavía algunos recordamos el tablado que se montaba a la entrada de la actual
calle Gipuzkoa, que cuando ésta se abrió al trafico se pasó a la acera de
enfrente, donde tenían lugar los actos festivos. En estas fotos aparecen personajes
muy populares de aquellos años como fueron Troski, Santi el Feo, Escudero y
Manolo Pons
En la casa de enfrente, el nº 11, Félix Fernández en la Revista El
Abra, nos recordaba a “la abuela Dorotea de Perrochico y a los Manzanares; a la
misteriosa maestra “Filo-Tricornio”; a Emilita y Carmenchu Tejada, dos hermanas
muy ordenadas que nos brindaron su buena amistad. En las lonjas se movían los
Sirimiri y Pepa la carbonera; ésta tenía una burra, que estaba picada con el
burro de Margaritetxu Aroma, la de la aldea de Lejona. Esta pareja de asnos
cuando se encontraban, se ponían furiosos y era tal su frenesí, que nos daban
un espectáculo circense.
Aunque de todas las casas del Ojillo, fue sin duda el nº 13, la que albergó
la mayor y más nutrida representación humana; fue un hervidero de gentes, todo
un parlamento de la vida cotidiana. En este teatrillo de variedades, el actor
principal fue Perrote y la vedette su hija Paqui, que era toda una hembra
atractiva y desafiante, que no se libraba nunca de piropos y miradas
indiscretas.
En esta casa, que siempre olía a exceso de habitabilidad, los bajos también
eran viviendas y en el reducido portal, obraba un zapatero artesano, que era el
animador de tertulias y el eco de noticias callejeras. Perrote era el vecino
más popular, un tipo cómico-malhumorado, que todos los atardeceres regresaba a
casa con media castaña y, escorado de beber, era cuando las pandillas de
chavales le hacían rabiar; junto a Perrote vivían otras familias numerosas
como: Los Barrios (Ángel, Elías, Gabriel, el Negus, etc.); Pajares (Félix,
Floren, etc.); Regina la sardinera, cuyas hijas menores Consuelo y Agapi,
representaron una ideal casta femenina, nadie se atrevía a tomarlas el pelo,
fueron dos mujeres de temple y coraje que nunca se acobardaron ante la pobreza
e infortunio, todo un ejemplo de dignidad; Mari Flor la hermana de los
fruteros; Fuensanta, la romántica y delicada novia, que hacía esperar horas a
su amor acotado sobre las paredes de los Aromas; Rosa y sus hijos, entre ellos,
Alfredo Bilbao, un joven divertido que no se privaba del alterne diario por los
bares de Zamorilla, Minuto, Metro y Areso. En los bajos de la casa vivían, Eusebia
de Novella, una auténtica etxekoandre, que siempre esperaba el retorno de los
suyos, sentada en la acera haciendo punto; en otra mano Uvi Ortega, Miguelín y
su hermana la monja vivían con su madre Eugenia, que siempre la vimos de luto
soportando alguna pena inolvidable o drama familiar”.
miércoles, 20 de julio de 2022
GENTE PORTUGALUJA EN LOS FONDOS FOTOGRAFICOS DE A. ZORRAQUIN
Reanudamos la presentación de las fotografías de los fondos de A. Zorraquin que nos cedieron sus nietos Ander y Begoña y que pensamos que podrán ser objeto de un futuro ejemplar de CUADERNOS PORTUGALUJOS
Las fotos que ofrecemos hoy recogen gente portugaluja en diversos momentos de la vida local, y pedimos la colaboración para reconocer a los mismos. Algunos nos son conocidos, Andres Ibarrechebea (Minuto) a la puerta de su bar, el matrimonio de Josetxu Palacio y Lucita Soto, su hermano Primi el día de su boda, …
jueves, 14 de abril de 2016
TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20 Y 30: LA CANILLA EN 1930
Es de agradecer el trabajo paciente de Jose Luis Garaizabal, y animamos a quien esté interesado y tenga tiempo, a entrar en nuestros enlaces, en este caso en LIBURUKLIK, biblioteca Digital Vasca y buscar las noticias de nuestra Villa
sábado, 17 de junio de 2023
EL CARRO DE LA BASURA EN EL PORTUGALETE DE HACE CASI UN SIGLO
Piedad Donés ha puesto a nuestra disposición una
serie de fotografías antiguas de su álbum familiar de la que empezamos
entresacando la primera, que corresponde al antiguo carro de la basura, que
recorría las calles a toque de corneta para que los vecinos sacaran sus
basuras. El fotógrafo era Aureliano González Nieto que
se había establecido en la calle San Roque en 1913 donde
estuvo durante una década.
En la foto delante del carro tirado por el caballo, aparece el encargado
del servicio “Berriz”, acompañado, con su corneta, por Andrés Ibarrechebea
“Minuto”.
Entre los vecinos que se sumaron a la foto aparece a la izquierda con el
cubo de ropa que llevaba a lavar al lavadero, su madre Piedad Larrauri, nacida
en 1899.
Piedad se casaría en 1923 con Tomas Dones Undabarrena, y en esta foto
todavía estaba soltera, por lo que la foto es de unos años antes.
Sobre su padre, que fue uno de los componentes (requinto) de aquella “prodigiosa Banda”, como diría Pedro Heredia, que gano en 1918 el concurso de Pamplona, nos facilita algunas fotos y nos aclara un error que se nos ha deslizado en dos de nuestros libros al
cambiarle el nombre por el de Miguel.
Miguel Donés era su abuelo, que aparece en la foto de la derecha junto a su
abuela Joaquina Undabarrena, siendo su padre el pequeño que aparece con el aro
y que había nacido en la Villa en febrero de 1895.
lunes, 13 de julio de 2020
RECOGIDO DE LA PRENSA: XABIER MURUA O JAVI MORUA, EL FÚTBOL SE HIZO CARNE
En eldesmarque.com del 11 de mayo de 2020, bajo la firma de KUITXI, se nos recuerda al “mito del Portu”, “Xabi Murua, emblemático personaje de la Villa de Portugalete”.
En octubre de este 2010, poco antes del
mediodía que sucedió a la gloriosa noche que nos regaló el Portu al tratar de tú al Getafe C.F. y con el mayor descaro
técnico y táctico, individual y colectivo, cerró los ojos a la violenta luz de
este mundo mi querido amigo Xabier Murua. Cuando sonó mi móvil, y, al
activarlo, en vez de escuchar una voz masculina, oí el llanto de una mujer,
tuve la certeza de que había ocurrido lo más terrible.
Si el añorado Mario Angel Marrodán (poeta portugalujo que alimentaba mis
emociones literarias) ensalzó al Portu desde el púlpito de la cultura, Francisco Javier Ozaeta Polancos, Murua de tercer apellido, “Javi Morua” su nombre de
guerra, jarrillero con MAYÚSCULAS, con el mágico y terrible encanto de su
omnipresencia a pie de calle, ha mantenido pintados en el mapa del fútbol los
colores oro y hulla con los que se colorean las franjas de la camiseta que
sigue vistiendo, de manera literal, incluso más allá de su aparente muerte.
Xabier Murua: personificación insuperable
de ese invento abstracto que llamamos fútbol. “Javi Morua”: icono, símbolo,
bandera, sudor y sangre, títulos y descensos, sonrisas y lágrimas, paradigma,
denominador común de una afición centenaria, alma, corazón y vida, cara y cruz,
folio indivisible escrito con letras de oro. Significante y significado, en
fin, de este signo lingüístico de 101 años llamado Club Portugalete.
Escribo, ¡con rabia escribo!... porque me
resisto a que mi amigo Xabier Murua, en ese libro zafio y grotesco que
garabatean los vencedores de la necedad, pase a la historia como una suerte de
bufón creado para divertir a los cortesanos del fútbol y entretener a la plebe
parroquial.
Claro que Murua, aunque era un ser de
“otro mundo”, no estaba para perder el tiempo haciendo milagros tales como
colocar sus dedos sobre el párpado de aquellos ciegos que lo eran por obcecarse
en no querer ver... ¿Devolverles la vista?... ¡¿Para qué?!... si a Javi Morua,
para entenderle, había que tener las agallas de arrancarse alma y corazón y
encajar ambos en las cuencas de los ojos.
Sólo entonces aparecía el hombre bueno, el
buen hombre; el bienaventurado por manso, el pacífico que, en Santoña, con su
sermón amplificado, convirtió una batalla campal en un campo de abrazos. Murua:
el servicial, el generoso hasta decirle basta para que no cayera en el
despilfarro y pecara de manirroto. Incansable. Inasequible al desaliento.
Acostarse tarde y madrugar para hacer guardia en su garita del Puente Colgante.
“Javi Morua”: el mejor embajador que ha
tenido el Portu en los consulados de bronce. Fue dejar de “estar” –como se
refería a la muerte Saramago– y empezar a caer un sirimiri de lágrimas sobre la
hierba de El Toralín, Medizorrotza, Garmendipe, Tabira, La Baluga, Urritxe, San
Jorge, Las Llanas, Lasesarre, Lezama... ¡La Florida está inundada!
Al tercer día, el creyente esperaba su
resurrección, pero se tuvo que conformar con un minuto de silencio. Sesenta
segundos en pie y con la boca cerrada: ¡qué nadería para un hombre que amó
tanto al Portu que lo amó hasta el extremo!
Luego de la mágica experiencia nocturna en
el “campo de las flores”, precedida por los sones de la Diana que presagiaba
“la mejor diversión del mundo entero”, cuando José Angel Ozaeta encendió la luz
del dormitorio de de su hermano, Xabier Murua, se encontró con un hombre
elevando al cielo de su techo el dedo índice de sus dos manos en señal del
empate de la victoria.
Al día siguiente, a punto de dar las doce
en el reloj, musitó: “Este cuento se ha acabado”. De seguido, cerró los ojos...
y se quedó velando el sueño de nuestras vidas. En su testamento, me dejó el
calor de sus manos. Como última de mis voluntades, una rosa amarilla sobre su
pecho; y pegada a su costado, la camiseta número '10' que yo vestí y tanto
había amado.
domingo, 26 de abril de 2015
GENTE DEL PORTU: JOSE URIARTE “COTONES”
martes, 26 de octubre de 2021
FOTOGRAFIAS DEL MUELLE NUEVO EN LAS REGATAS DE 1944
Sobre las historia de las regatas en Portugalete hemos dedicado muchas entradas al tema. Hoy nos llegan unas fotos de las regatas de setiembre de 1944 que consideramos que son de interés pues nos muestras la afición que entonces existía con el muelle Nuevo lleno de gente.
El NODO (minuto 2,16) de aquellos años recogió un reportaje de la misma.
lunes, 9 de mayo de 2011
PORTUGALETE EN EL SIGLO XIX: FOTOS DE HAUSER Y MENET Y ARTICULO DE EDUARDO MUÑOZ

El segundo es la descripción del viaje de Bilbao a Portugalete de Eduardo Muñoz (1863-1915), para lo cual seguimos la crónica de Dani al respecto:
Aunque totalmente olvidado, el jienense Eduardo Muñoz fue un crítico musical y taurino muy destacado en su tiempo. Desarrolló casi toda su carrera en El Imparcial de donde rescatamos un magnífico artículo –que, en ocasiones, recuerda a la prosa de Blasco Ibáñez– titulado ¡Al mar! de los conocidos Los lunes de El Imparcial de 2-10-1893 donde describe el viaje de Bilbao a Portugalete en tren cuyo recorrido “es el mayor aliciente del forastero. Son catorce kilómetros de marcha vertiginosa entre humeantes fábricas, inmensas maquinarias, obras atrevidísimas que suspenden el ánimo, golpear de yunques ciclópeos, cascadas brillantes de chispas de fuego, cruzar desenfrenado de trenes que parecen despeñarse desde aquellas montañas envueltas en bruma cenicienta, fragores de hundimientos al vaciarse las vagonetas de mineral en las entrañas de los buques…”.
Al igual que dos años después Pardo Bazán en el mismo periódico le impresiona la “atmósfera caliginosa” de los Altos Hornos y La Vizcaya dejándonos una imagen deliciosa al paso “del otro tren que avanza; con sacar un poco la cabeza podéis cambiar un beso mortal con aquella linda jovencita que vuelve de la playa”.
Escucha los sonidos de la “campana volteada por impacientes manos [que] da la señal de alto el trabajo en el astillero” y el de “la bocina [que] llama a los pasajeros que deseen cruzar el Puente Palacio: una obra gigantesca que produce escalofríos de entusiasmo al considerar que es producto del genio español. En un minuto, la vagoneta, especie de jaula colgada del atrevido tramo metálico, os pasa de una orilla a otra con dulces balanceos de cuna…”
A nuestro Puente, hoy Patrimonio de la Humanidad, la primera revista lo consideraba un medio de comunicación raro y ahora para Eduardo Muñoz, su barquilla es una vagoneta, especie de jaula colgada del atrevido tramo metálico. En fin, mas de un siglo nos contempla.
domingo, 26 de diciembre de 2021
RELATOS DEL FIN DE SEMANA: LAS CALLES SONORAS (4)
Las sardineras anunciaban por las calles
la frescura del género: “¡Anchoas del
Abra, como la plata!”, “¡Txitxarriiiitos de bote que se retuercen!”,“¡Sardiiiiina
frescué!”. A ellas se unía Juana la “avisadora”
que se encargaba de pregonar por las casas los entierros y funerales. Su
perorata la soltaba de memoria una vez hecho sonar la aldaba con un repique
continuo y el consabido “¡la
avisadooooora!”. Las mujeres salían a la escalera y preguntaban: “¡para quieeeeeeén!”. Entonces empezaba
la red social de la escalera a intercambiar mensajes: “Pues no me acuerdo quien era”, “Si mujer, era fulano, que se casó con
Mengana…”. Juana desde el portal se encargaba de moderar y aclarar las
dudas antes de seguir su recorrido. Para los que piensen que los timbres son de
siempre, un golpe seco de aldaba significaba 1º derecha, dos bien separados si
era el 2º, etc. Si era la mano izquierda, a los golpes del piso se añadía el
repique, que eran unos golpes seguidos. El sistema solo contemplaba
derecha-izquierda. Ayer, hoy les denunciarían, los butaneros golpeaban con
estrépito las bombonas unas contra otras, provocando un sonoro “¡clonclon clonclon!” y no hacía falta
pregón para saber que había llegado el “butaneeeero”.
El pedido se hacía a gritos por la ventana o balcón y hacia arriba iban las
bombonas al hombro.
Y ya para terminar, bajemos a la Plaza. Allí acudían con sus
productos las aldeanas venidas de los pueblos cercanos y el euskera se mezclaba
con el castellano a la hora del sonoro regateo. “¿A cómo tienes los tomates? A tres sincuenta. ¡Calla, calla, que
caros!, que dos puestos más allá los tiene a tres…”. Antes, instalados ya
sus puestos, los chavales pugnábamos por llevar los burros, primero andando y
luego, los más osados, al galope hasta el dique donde quedaban amarrados en la
tapia del tren hasta la hora de desmontar el puesto. Entonces, nueva cabalgada del
encargado hasta la estatua y a esperar la propina de la aldeana que siempre
preguntaba: “¿No le habrás montado, no?”.
Sus rebuznos de aburrimiento habían competido en sonoridad con los gritos
lastimeros de los cerdos que se sacrificaban en el matadero.
Junto a los arcos de la plaza se ponían los charlatanes,
especialistas en el engaño de incautos a base de labia. Uno de los más
recordados fue León Salvador quepregonaba las excelencias de sus cuchillas de
afeitar de la marca exclusiva “Piel roja”. ¡Sin comentarios!. Pero el rey era Ramonet,
vendedor de mantas en una oferta que empezaba con una unidad a 1.500 ptas. A
esa se iban añadiendo otras que iba sacando el “secretario” del camión, hasta
completar una torre. Para ello, comenzaba diciendo: «¡En
el mismo lote lleva usted ésta manta —dirigiéndose de abajo hacia arriba— esta
otra que son dos, otra que yo le regalo que son tres, la manta mulera que son
cuatro!». Y así, iba enumerando una tras otra hasta llegar a la última,
tras lo cual, terminaba proclamando: «¡Señoras
y caballeros, hoy vengo a tirar la casa por la ventana, por este lote no les
voy a cobrar mil quinientas pesetas, ni mil cuatrocientas, ni mil trescientas,
ni mil doscientas, ni mil cien, aquella señora o caballero que diga para mí,
solo le cobro mil pesetas y además le regalo un neceser con cien piezas, ¿quién
lo quiere?!». No mentía, el neceser contenía dos peines con 50 púas cada
uno.
Cuando
algún cliente picaba, el charlatán pedía secretarios discípulos de Babalí, el negrito
del TBO, para realizar el porte sobre sus cabezas a cambio de la propina del
comprador. A mí, me tocó una vez subir hasta Buenavista con las mantas sobre la
cabeza y cuando llegamos a su casa, ante la sorpresa y bronca de la mujer, ¡si
te he visto, no me acuerdo!. Lo mismo se vendían mantas
que torres de pucheros, relojes, peines o los mágicos ungüentos que arreglaban torceduras,
el acné, urticaria o las patas de gallo.
Dos días
a la semana, jueves y domingos, se celebraba el txitxarrillo, animado por las
orquestinas o la Banda si estábamos en fiestas. Antaño, también se colocaban a
los pies de Víctor Chávarri los organilleros y sus “corros de ciegos”. En esa
zona se colocaban los fotógrafos minuteros que pregonaban “¡Acérquense, sus fotos en un minuto!”y realizaban la foto con el
mágico: “¡A ver, que va a salir el
pajarito!” o los pintores de cuadros al pastel que luego subastaban a
gritos entre los curiosos.
Que voy a decir de las sonoras tómbolas que
congregaban a los pacientes parroquianos. Cantaba el artista: “¡Estamos premiando y sorteando, son
tiraditas cortas y económicas, no hay que esperar ni aguardar, hagan juego
señores!”. “¡A ver secretario, unas
tablillas al fondo para el gentil caballero y su guapa señora!”. “¡Aparta
chaval, que te pica la culebra!”.
Santi “el
feo” y familia, convocabanruidosamente a la clientela con una lata llena de
piedras a modo de sonajero, a participar en el puesto de derribo de latas de
conservacon una pelota de trapo o la barraca de chimberas con el impacto de los
perdigones en los palillos o en la diana, que provocaba el disparo de una foto
para la posteridad.
Y como
acaban o acababan los cuentos: “Colorín,
colorao, por ahora, esta historia se ha acabao”.
JOSE
LUIS GARAIZABAL FLAÑO
Dedicado a mi buen amigo, Valentín Arana “Tinín”
pues muchos de estos dichos y “susedidos”
nos los transmitió con su gracia sin igual.
P.D.
Si
recuerdas algún “negocio” sonoro más de Portugalete y
su cantinela, cuéntalo en un comentario.
Fotografías:
Colección El mareómetro, Internet,
Todocolección,
Sevilla misterios y leyendas, Cadena
Ser
Blogs
Juan García Tristante (mantas Ramonet),
Tinta de hemeroteca (Ramonet) y
Pablo F. Bodega (toques de campanas)