Mostrando las entradas para la consulta minuto ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta minuto ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

miércoles, 4 de diciembre de 2019

EL TXAKOLI DE MINUTO HACE SEIS DÉCADAS



Siguiendo con las fotos que nos ha cedido Mª Ángeles Urioste, presentamos hoy la que nos recuerda al txakoli de MINUTO, cuyo nombre hace referencia a su fundador Andrés Ibarrechebea, alías Minuto
El reverso de la foto indica que se trata de “la parra de Minuto, del txakoli de Txabarri”.
Las últimas bodegas en el casco histórico se remontan a las primeras décadas del siglo XX, no encontrando ya ninguna tras la guerra civil al comenzar la dictadura.
Revisando los anuncios que se recogían en los Programas de Fiestas, vemos que en 1935 el Bar-Café MINUTO, situado en General Castaños 12, junto al tranvía, se ofrecía como “el mejor y más surtido”, con “especialidad en meriendas, café exprés, licores de todas las marcas, sándwich, banderillas, etc.” Sería a partir de 1942 cuando dice que se ha “ampliado para chacolí, con locales grandes y ventilados en los sótanos del mismo”, ofreciendo “los más ricos chacolíes del país”, siendo “el lugar más fresco para verano”.
En la década de los 60, se anuncia ya solamente especializado en café y vermut, con bacalao de la casa.
Los nombres de los que aparecen en la citada foto, según se señala en el reverso son, Minuto, Adolfo Urioste Osa, Mariangeles Urioste Minguez, Etxeandía, xx, Juan Urioste Osa, Cándido Minguez Díez, Eugenio Legarrigartu (Pelotari).



sábado, 8 de julio de 2023

LOS BARES PORTUGALUJOS: MINUTO (1)

  


Bares portugalujos, como el de hoy, “El Chacolí Minuto”, enlazan directamente con la antaño tradición jarrillera.

“Minuto”, al que corresponden las dos fotos de la época posterior a la guerra, estaba situado (y sigue estando), según lo señala el anuncio del Programa de Fiestas de 1944, en el nº 12 de General Castaños, junto al tranvía, y en los frescos sótanos con parras incluidas, se degustaban “los más ricos chacolíes del pais”.

El dueño era Andrés Ibarrechebea, alías Minuto, que aparece en el centro de la foto superior con su delantal de trabajo.

En dicha foto superior, publicada en Portugalete en la fotografía (1900-1975), con el archivo de Eduardo Benito, aparecen sentados junto a “Minuto”, Eusebio Velasco, Heliodoro Palacios y Dionisio Alberdi. Y de pie: Higinio Alvarez, Juan Bilbao, Jesús Fernández (Villarritxi), Pedro Saez, Anastasia Gutiérrez, Eulogio Fernández de Retana, Isaac Gallo, Balbina López, Lorenzo Vega, Demetrio Villa y Porres “Amurrio”.

Si dicha foto es está fechada en torno a 1947, de unos años después es la inferior, con la parra a la que se abraza Gregorio Madariaga. Junto a él, entre otros, Juanito Gañán, y su hijo Iñaki, Enrique Pascual, Pedro de Pablo, Segundo Aróstegi, Luis Valle, José Hurtado, Luis Uriarte, José Mª Tellaetxe, Isidro Gañán, José Pérez. … 

Publicado el 8 de julio de 2014

domingo, 9 de julio de 2023

LOS BARES PORTUGALUJOS: MINUTO (2)

 

 Como ya anunciamos, en estos meses veraniegos, lejos de la Noble Villa, no disponemos de la ayuda habitual de nuestros colaboradores por lo que ofrecemos lo que tenemos a mano.

Por eso ayer al poner los nombres de los portugalujos de la segunda foto, recurrimos al tópico “entre otros” o “años después”, surgiéndonos además la duda de si entonces seguía todavía “Minuto” o el bar lo había
cogido “Cotones”.

En el libro Portugalete en la fotografía. La sociedad portugaluja del siglo XX, con el archivo de Eduardo Benito, aparece la foto superior con José Uriarte “Cotones” y su mujer Anun.

Corresponde a 1985, cuando se jubiló José, tras casi cuatro décadas al frente del bar, con Eduardo Benito dentro de la barra llenando los típicos vasos de culo gordo con la jarra de porcelana e Iñaki Arrinda de testigo. Añadimos otra similar en el que reconocemos a Javier Gárate.

Si el anuncio de ayer correspondía al Programa de Fiestas de 1944, este de hoy con el mismo texto, pero con la foto del interior, es de 1959. 

Publicado el 9 de julio de 2014

 

lunes, 10 de julio de 2023

COMERCIOS DE GENERAL CASTAÑOS: nº 12 Y 14

 


Siguiendo con el trabajo de José Luis Garaizabal sobre los comercios antiguos de la calle General Castaños, llegamos hoy al nº 13, construido en 1933 por Juan de Olazabal para la Vda. de Olazabal, para lo que se procedió al derribo de los edificios que en 1890 figuraban a nombre de Saldumbide.

Esta casa era la sede de un bar muy recordado, el Bar Minuto. Había sido montado por Andrés Ibarretxebea “Minuto” y lo conocimos regentado por José Uriarte “Cotones” y su esposa Anun. Según nos cuentan nuestras amigas informantes, en el local estuvo Iberduero y el dentista Juan Aldecoa tuvo su consulta (1938) en un piso de la casa.

Según contaba Alberto G. Echarte en la Revista El Abra de 1971, frente a la Posadilla, “al otro lado de la calle, se hallaba la fragua de García, un habilidoso herrero que realizaba bellos trabajos de forja, y que, al decir de sus nietos, con orgullo, fue quien habían realizado su obra cumbre al colocar sobre el campanario de nuestra Iglesia de Santa María el pararrayos protector, que permitió a los portugalujos vivir sin miedo a las tormentas”. Suponemos que se trata del actual pararrayos que se instaló tras la reedificación de la torre que había sido destruida durante el sitio carlista.

Entre el nº 10 y el 12, estuvo el pequeño despacho de Panadería Ariz que regenhtaba Ameli Sáez, esposa de Alfredo Cobos. Fue construido por Manuel Chávarri en terreno de su propiedad.

En las lonjas del el edificio nº 14 construido en 1971 para Carmen Aizpurua, está hoy el comercio de Pedro Salcedo. El médico Alfredo García-Borreguero tuvo su consulta en 1938 en un piso.

 

 

martes, 13 de agosto de 2019

EL NACIMIENTO DEL GANERANTZ





La foto que abre esta entrada ha sido facilitada por Itziar Aróstegui, proveniente seguramente de los recuerdos de su padre Gaizka, nuestro recordado amigo.

Fechada en 1952 recoge a un grupo de montañeros de los que meses después constituyeron el Grupo de Montaña Ganerantz.

En su reverso figura Grupo de montañeros de Portugalete 1952. Fueron los iniciadores del “Ganerantz”. Dos santurzanos, Miguel, Pereiro, A. Donosti, Andrés Morua. Abajo: Felipe Monasterio, Angel Escribano, Gaizka Arostegui y F. Arostegui.

El movimiento de crear una sociedad de montaña se materializó el 14 de febrero de 1953 cuando unas 50 personas se reunieron en el Txakolí de Minuto, en los bajos del Bar Minuto, en General Castaños, y eligieron la primera directiva que presidida por Pablo Escudero, tendría a Tontxu Hernández Izurrieta de secretario, Jesús Egaña de tesorero y como vocales a Ismael Chico, Angel Escribano y Enrique Barco. Felipe Monasterio que no pudo asistir ocuparía la vicepresidencia durante los seis años siguientes.

El nombre elegido era MENDIRUNTZ (hacia el monte) y la sede local el bar Feli de la calle Santa Maria nº 13. Ante la prohibición de la Federación Española de utilizar un nombre euskérico se cambió por GANERAN que era considerado como “español” y posteriormente se empezó a añadir sibilinamente el TZ, no sin quejas oficiales, que al final por cansancio se fue olvidando y admitiendo el actual de GANERANTZ, que venía a coincidir en el mismo significado “hacia la cumbre” y al que Angel Escribano dotó de un escudo.


lunes, 29 de noviembre de 2021

EL TRANSBORDADOR A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (5): FOTOS ALFREDO LIRÓN

 


Ofrecemos hoy las últimas fotos que hasta el momento hemos recibido de los fondos, en fase de catalogación, del fotógrafo madrileño Alfredo Lirón Ayuso, que nos ha enviado Ignacio Medina Bayo.

Como no podía ser de otra forma el Puente Colgante, atrajo su atención lo mismo que en la actualidad, más de un siglo después, sigue haciéndolo con los miles de turistas que vienen a visitarlo, sobre todo desde que fue declarado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.

Si el tiempo de duración del servicio, un minuto aproximadamente, se sigue manteniendo, los aparatos que producían la fuerza necesaria para trasladar la barquilla con su caldera de vapor suministrada de agua del rio Gobelas y situadas en la orilla opuesta nos recuerdan el siglo que ha pasado con el consiguiente cambio del paisaje urbano de Las Arenas.



jueves, 14 de julio de 2022

CUANDO EL CHIMBITO RECORRIÓ CARLOS VII Y OTROS RECUERDOS

 


Van a hacer seis años que dedicamos tres entradas de este blog RECORDANDO AL CHIMBITO, cuya imagen recogemos en tres de los momentos de su existencia, la construcción, su salida de Bilbao y su fin en Huelva, junto a una pequeña foto que nos facilita Angel Comonte de su viaje con ruedas por la calles de la Villa y este pequeño apunte. 

Recuerdo que fue en el Sanroquillo de 1982 cuando pude disfrutar del Chimbito  y que en los dos viajes que hice te daban un donuts y un batido de Okey. También me monté en Bilbao. ¡¡Y encima era gratis!! Te daban una vuelta por Carlos VII y era toda una aventura en plan "Un capitán de quince años" película que por cierto tiempo después pude ver en el cine al aire libre en las Fiestas de San Antonio.

También me acuerdo del restaurante que tenía en la entrada unas fotos con los cocineros y los platos típicos junto a una enorme pecera con langostas o centollos. Estuve en la boda de mi tío que se hizo allí en 1990.

 Otro de los recuerdos que tengo de otro restaurante vinculado a éste, es el de La Fragata. Siempre me viene a la mente su entrada con la popa de un galeón pirata. Cuando vi en el otoño de 1995 "La isla de las cabezas cortadas" en el Coliseo Java me venía a la mente este local, donde por cierto se celebró en la primavera de 1990 una comida de Euskadiko Ezkerra en la que estaba Kepa Aulestia y presentaban el nuevo símbolo de la organización que era un roble que se asemejaba al símbolo del Olivo del PCI. Por aquellos años editaban una revista que se llamaba "Ezkerti" y se escribía en la sede del Ezkertoki que era el restaurante Minuto.

Años después el PSE, también celebraba los 1º de Mayo en La Fragata con DJ incluido.  La verdad que se echan de menos estos grandes locales de restauración como el Pachín en Coscojales con sus frescos pictóricos de Portugalete en sus paredes entre columnas clásicas; y muchos más como el primer restaurante chino en la Villa: el Gran Muralla junto al bar Zuloa, de donde surgió el grupo de rock Boikot. Por no hablar del Mesón Hamburgo en Lepanto junto a los locales de la Asociación de Vecinos, o la pulpería Airiños y el restaurante Lolo en Buenavista con sus menús del día.

  Junto al Asilo, existía un bar que se llamaba el Submarino con forma de escotilla de barco, donde hoy hay una asesoría de Mapfre. Igual que otro local con una especie de caserío en su interior. Justo en el muro que hacen ahora las pintadas del 8 de marzo frente a la panadería también desaparecida de Jayo, que era un edificio de 

 

 

martes, 31 de enero de 2023

VISITA REAL A PORTUGALETE EN 1865: REGATAS (1)


Ya hace 12 años que nuestro colaborador Dani Docampo nos informó en una entrada con un recorte de la prensa (La Correspondencia de España del 18 de agosto de 1862) sobre las NOTICIAS DE REGATAS EN LAS FIESTAS DE PORTUGALETE EN 1862.

Hoy otro amigo, Aurelio Gutiérrez en su blog LA VIDA PASA, es quien nos sorprende una vez más, con el hallazgo en sus investigaciones de aquellos años con otra noticia que aporta más datos a nuestra historia jarrillera.

Se trata de los actos conmemorativos que tuvieron lugar organizados por la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao para conmemorar el aniversario del Abrazo de Vergara de 1839, y que en esta ocasión contó con la presencia de la reina Isabel II acompañada por sus hijos.

La Comisión de festejos nombrada al efecto programó, entre otros actos, una regata en la Ría, el 31 de agosto de 1865, para lo que vendría a la Villa la reina Isabel II acompañada por el príncipe Alfonso y la infanta María Isabel.

El programa que nos aporta Aurelio, contiene las reglas para participar y el recorrido, que empezaría frente a la Casa del Consulado situada al otro lado de la Ría y subiendo hacia Bilbao para dar la vuelta en la baliza situada en el puente de Luchana. Con tres tipos de embarcaciones (lanchas trañeras, lanchas y botes), saldrían de dos en dos y cada cuatro minuto, estando dotada la prueba con importantes premios, el primero de ellos de 4.000 reales.

En la reseña del periódico “La España” del 5 de setiembre de 1865” se indica que  los dos primeros premios se adjudicaron a las lanchas de Ondarroa, con polémica por un altercado con la embarcación de Lekeitio. La reclamación de ésta fue desestimada así como la apuesta que lanzaron a los de Ondarroa para repetir la prueba “jugándose la cantidad que gustaran. Apuesta que fue desatendida por el comisionado ondarrés”.

La tripulación ganadora se quedó en la Villa donde durmieron y al día siguiente colocando la bandera en la proa de su embarcación  volvieron a casa por mar.

El problema que tuvieron al pasar por delante de Lekeitio, donde les esperaban “cinco lanchas, cuatro de ellas de altura y la otra la misma trañera que de ella asistió á la regata indicada, tripuladas con marineros y algunos particulares de la dicha Villa de Lequeitio” pasó a la historia del remo de dichas localidades y la podemos encontrar en la obra de Aitor Iturbe, ESTROPADAK. “como la cuestión es de honra de los marineros...”

 

martes, 8 de octubre de 2013

UNA REGATA SINGULAR EN LA RIA: EL 2 DE AGOSTO DE 1891


Corría el año 1888, cuando los hermanos Martínez Rivas y su socio inglés Mr. Palmer fundaron en Sestao los modernos Astilleros del Nervion, dado que el Estado les había concedido la construcción de tres cruceros acorazados. El Infanta Teresa, botado el 30 de Agosto de 1890, el Vizcaya, el 8 de Julio de 1891 y el Almirante Oquendo, el 4 de noviembre. Los tres entraron en servicio en 1893 y fueron hundidos en Cuba el 3 de julio de 1898.
El clima laboral debía ser muy bueno, aunque se mascaba en el ambiente los problemas entre la empresa y el Estado. Fruto de ese ambiente, en Portugalete se proyectó formar un orfeón de 60 voces formado en su mayoría por obreros del astillero y que habrían pertenecido ya a orfeones en Asturias y Galicia. El nuevo orfeón se llamaría “El Abra”. según el Noticiero Bilbaino de Julio 1891.
Un mes después de la botadura del segundo casco, surgió un desafío a remo entre trabajadores de los talleres de maquinaria, vecinos de Portugalete y los de gradas, provenientes de varios puertos del Cantábrico. La regata se celebraría el 2 de Agosto y el recorrido sería de 5.200 metros entre la Peña de Santa Clara, sobre la que se estaba construyendo el Puente en la orilla portugaluja, y la baliza nº 16 situada en la embocadura de la dársena de Axpe, en el punto conocido como El Fraile, justo enfrente del astillero, donde darían la ciaboga para finalizar en Portugalete. (2)
Siguiendo a la prensa de la época, El Nervión, (31 de Julio y 3 de Agosto de 1891), la apuesta fue de 25 pesetas por cada tripulante, dándose la circunstancia de que bogarían doce remeros y que al  patrón se le permitiría singar. En cada trainera iría un práctico para “evitar cualquier maniobra que perjudicase al buen servicio”. El periodista del Noticiero animaba al ayuntamiento de Portugalete “a organizar algunos festejos a la mayor animación del regateo y a contribuir con alguna cantidad para los bogadores, ya que eran pobres obreros” y al público en general a acudir a Portugalete, “porque los combatientes son gente fornida y acostumbrada al remo”.
El viernes anterior y en presencia del jurado, se sortearon las dos traineras de matrícula de Portugalete con las que regatear y se establecieron también las condiciones a las que sujetarse.
La reseña del corresponsal de Sestao, tiene su miga:
“El sorteo de primacía de salida se verificó una hora antes de la señalada para efectuarse el regateo y les cupo en suerte a los del taller de Maquinaria. A las cuatro horas, 16 minutos y 31 segundos y dada la señal por el señor Galviz, Ayudante de Marina y presidente del jurado, se vio partir a la lancha folio nº 8 de la matrícula de Portugalete, con distintivo rojo y patroneada por Dámaso Solar”.
Hagamos un inciso para señalar que en aquella época las tripulaciones vestían “de calle” y la forma de distinguir las traineras era  mediante un banderín de color que se situaba normalmente en la proa o en la banda de estribor junto al patrón. Nuestro patrón Dámaso Solar Arregi, era de “tierra adentro”, había nacido en Villarreal de Álava en 1859 y vivía en la calle del Medio.
“Un minuto después partió la Joven Eulalia (folio nº 9) y mandada por José Félix (distintivo blanco). Muy pronto se conoció que  esta sería la vencedora en la lid que se libraba, puesto que en un momento le aventajó la distancia que la otra le llevaba, pero no le pudo dejar a la zaga, como así habría sucedido a no haber sido porque la delantera le iba cortando las aguas.
A las 4 horas, 42 minutos y 58 segundos llegó a la meta esta última, habiendo hecho el recorrido de 5.200 metros en 25 minutos y veintisiete segundos.
La otra no aparecía, y estando en el agua creíamos que se la había tragado la tierra, pero allá después de mucho tiempo supimos que existía, porque la vimos.
Según se nos dijo, eran muchas las traviesas que había con momio a favor de los rojos.”
No se si este último párrafo da a entender algún tipo de chanchullo en el siempre turbio mundo de las apuestas de remo o si el corresponsal de Sestao lo dejó caer por si acaso.
“La fiesta  fue amenizada por la banda de Música del Regimiento de África, llegada hoy (ilegible) a esta pintoresca villa.
¡Bien por los blancos!
Para otra vez les deseamos más brios a los vencidos.
Suyo affmo.” EL CORRESPONSAL 

JOSE LUIS GARAIZABAL


martes, 5 de marzo de 2024

RECUERDOS DEL OJILLO EN LOS AÑOS 40 DEL SIGLO XX

 

 


Las imágenes ofrecidas por FOTO SAEZ en 1947, nos sirve para plasmar algunos retazos de la vida festiva en el Ojillo en los años de posguerra, celebrando San Roquillo.

Todavía algunos recordamos el tablado que se montaba a la entrada de la actual calle Gipuzkoa, que cuando ésta se abrió al trafico se pasó a la acera de enfrente, donde tenían lugar los actos festivos. En estas fotos aparecen personajes muy populares de aquellos años como fueron Troski, Santi el Feo, Escudero y Manolo Pons

En la casa de enfrente, el nº 11, Félix Fernández en la Revista El Abra, nos recordaba a “la abuela Dorotea de Perrochico y a los Manzanares; a la misteriosa maestra “Filo-Tricornio”; a Emilita y Carmenchu Tejada, dos hermanas muy ordenadas que nos brindaron su buena amistad. En las lonjas se movían los Sirimiri y Pepa la carbonera; ésta tenía una burra, que estaba picada con el burro de Margaritetxu Aroma, la de la aldea de Lejona. Esta pareja de asnos cuando se encontraban, se ponían furiosos y era tal su frenesí, que nos daban un espectáculo circense.

Aunque de todas las casas del Ojillo, fue sin duda el nº 13, la que albergó la mayor y más nutrida representación humana; fue un hervidero de gentes, todo un parlamento de la vida cotidiana. En este teatrillo de variedades, el actor principal fue Perrote y la vedette su hija Paqui, que era toda una hembra atractiva y desafiante, que no se libraba nunca de piropos y miradas indiscretas.

En esta casa, que siempre olía a exceso de habitabilidad, los bajos también eran viviendas y en el reducido portal, obraba un zapatero artesano, que era el animador de tertulias y el eco de noticias callejeras. Perrote era el vecino más popular, un tipo cómico-malhumorado, que todos los atardeceres regresaba a casa con media castaña y, escorado de beber, era cuando las pandillas de chavales le hacían rabiar; junto a Perrote vivían otras familias numerosas como: Los Barrios (Ángel, Elías, Gabriel, el Negus, etc.); Pajares (Félix, Floren, etc.); Regina la sardinera, cuyas hijas menores Consuelo y Agapi, representaron una ideal casta femenina, nadie se atrevía a tomarlas el pelo, fueron dos mujeres de temple y coraje que nunca se acobardaron ante la pobreza e infortunio, todo un ejemplo de dignidad; Mari Flor la hermana de los fruteros; Fuensanta, la romántica y delicada novia, que hacía esperar horas a su amor acotado sobre las paredes de los Aromas; Rosa y sus hijos, entre ellos, Alfredo Bilbao, un joven divertido que no se privaba del alterne diario por los bares de Zamorilla, Minuto, Metro y Areso. En los bajos de la casa vivían, Eusebia de Novella, una auténtica etxekoandre, que siempre esperaba el retorno de los suyos, sentada en la acera haciendo punto; en otra mano Uvi Ortega, Miguelín y su hermana la monja vivían con su madre Eugenia, que siempre la vimos de luto soportando alguna pena inolvidable o drama familiar”.

 Estos recuerdos que hoy solo perduran en la memoria de nuestros mayores forman parte de la historia de esa calle del Ojillo.

miércoles, 20 de julio de 2022

GENTE PORTUGALUJA EN LOS FONDOS FOTOGRAFICOS DE A. ZORRAQUIN

 




Reanudamos la presentación de las fotografías  de los fondos de A. Zorraquin que nos cedieron sus nietos Ander y Begoña y que pensamos que podrán ser objeto de un futuro ejemplar de CUADERNOS PORTUGALUJOS

Las fotos que ofrecemos hoy recogen gente portugaluja en diversos momentos de la vida local, y pedimos la colaboración para reconocer a los mismos. Algunos nos son conocidos, Andres Ibarrechebea (Minuto) a la puerta de su bar, el matrimonio de Josetxu Palacio y Lucita Soto, su hermano Primi el día de su boda, …



 

 

 


 

jueves, 14 de abril de 2016

TRAINERAS PORTUGALUJAS DE LOS AÑOS 20 Y 30: LA CANILLA EN 1930



Como ya dijimos Karla Llanos y José Luis Garaizabal han realizado un buen repaso a las páginas de los periódicos digitalizados, (fundamentalmente El Liberal y Euzkadi)  donde aparecen gran número de crónicas sobre regatas de traineras en las que participaba el club Portugalete F.C.
Como estamos preparando el siguiente libro de la Colección El Mareómetro sobre los años 30, empezamos por la última parte que nos ha enviado José Luis y que corresponde a 1930, en los ejemplares de julio y agosto de dicho año:

En 1930, la Junta Directiva del club Portugalete ve necesaria la construcción de una nueva trainera emitiendo una llamada a las portugalujas y portugalujos, ya que la trainera “Virgen de la Guía” era una “viejecita muy cansada por efecto de las duras luchas a que se le ha sometido, año tras año” y dado que Portugalete mantiene la llama de las únicas regatas oficiales y con el deseo de tener en propiedad la copa de la Diputación, “a ti nos dirigimos portugalujo; mírate bien por dentro, y si tienes algo más que el haber nacido en Portugalete, no tendrás más remedio que contribuir con tu dinero a la construcción de la que mañana puede traer la gloria para tu querido pueblo. A ver si esta temporada, ya próxima, baten su propio récord de 17’ 28 “, con la nueva LA CANILLA
En un mes, ya se habían recaudado 1.302 ptas. El día de San Roquillo, se celebró una regata para hacer una selección de remeros de cara a forma la tripulación para las regatas de El Abra, enfrentando a los de la “Virgen de la Guía” y a los de la “San Roque”.
Una delegación del Club y el alcalde Suárez, visitó a Juan Tomás de Gandarias para exponerle el deseo de la entidad de que una de sus hijas actuase de madrina en la ceremonia de bautizo de la nueva trainera “La Canilla”.
La trainera que había sido construida en los Astilleros Astondoa de la calle Mª Díaz de Haro, fue transportada a hombros de los remeros, precedida de txistu y tamboril y seguida de un inmenso gentío, la nueva embarcación fue transportada hasta los soportales del ayuntamiento, donde el sacerdote Enrique Domínguez procedió a su bendición. Ejerció de madrina María Victoria de Gandarias a quien acompañaba su madre y hermana Lola. Asistieron el alcalde y concejales así como miembros de la Directiva y personalidades, momento que recoge la foto superior. Puede decirse que la ceremonia fue presenciada por todo el vecindario portugalujo.
Verificada la bendición, la nueva trainera fue tomada de nuevo a hombros y conducida a la rampa que existía junto a la estación, donde se efectuó la botadura y unas pruebas.
Al finalizar los actos, en el salón de plenos de la Casa Consistorial, la madrina y sus acompañantes fueron obsequiados con un espléndido lunch, así como los demás invitados.
No fueron bien las cosas en la primera regata oficial, ya que quedó tercera a un minuto de Santurce y a 1’ 6” de la “Bilbotarra” de Kaiku que resultó ganadora. Todo quedó en el aire hasta que deliberó el jurado, ya que Santurce había tocado la baliza, acción que entonces estaba castigada. Al final todo quedó igual.

Es de agradecer el trabajo paciente de Jose Luis Garaizabal, y animamos a quien esté interesado y tenga tiempo, a entrar en nuestros enlaces, en este caso en LIBURUKLIK, biblioteca Digital Vasca y buscar las noticias de nuestra Villa

sábado, 17 de junio de 2023

EL CARRO DE LA BASURA EN EL PORTUGALETE DE HACE CASI UN SIGLO

 


Piedad Donés ha puesto a nuestra disposición una serie de fotografías antiguas de su álbum familiar de la que empezamos entresacando la primera, que corresponde al antiguo carro de la basura, que recorría las calles a toque de corneta para que los vecinos sacaran sus basuras. El fotógrafo era Aureliano González Nieto que se había establecido en la calle San Roque en 1913 donde estuvo durante una década.

En la foto delante del carro tirado por el caballo, aparece el encargado del servicio “Berriz”, acompañado, con su corneta, por Andrés Ibarrechebea “Minuto”.

Entre los vecinos que se sumaron a la foto aparece a la izquierda con el cubo de ropa que llevaba a lavar al lavadero, su madre Piedad Larrauri, nacida en 1899.

Piedad se casaría en 1923 con Tomas Dones Undabarrena, y en esta foto todavía estaba soltera, por lo que la foto es de unos años antes.

Sobre su padre, que fue uno de los componentes (requinto) de aquella “prodigiosa Banda”, como diría Pedro Heredia, que gano en 1918 el concurso de Pamplona, nos facilita algunas fotos y nos aclara un error que se nos ha deslizado en dos de nuestros libros al
cambiarle el nombre por el de Miguel.

Miguel Donés era su abuelo, que aparece en la foto de la derecha junto a su abuela Joaquina Undabarrena, siendo su padre el pequeño que aparece con el aro y que había nacido en la Villa en febrero de 1895.

 Publicado el 17 de diciembre de 2014

lunes, 13 de julio de 2020

RECOGIDO DE LA PRENSA: XABIER MURUA O JAVI MORUA, EL FÚTBOL SE HIZO CARNE


En eldesmarque.com del 11 de mayo de 2020, bajo la firma de KUITXI, se nos recuerda al “mito del Portu”, “Xabi Murua, emblemático personaje de la Villa de Portugalete”. 

En octubre de este 2010, poco antes del mediodía que sucedió a la gloriosa noche que nos regaló el Portu al tratar de tú al Getafe C.F. y con el mayor descaro técnico y táctico, individual y colectivo, cerró los ojos a la violenta luz de este mundo mi querido amigo Xabier Murua. Cuando sonó mi móvil, y, al activarlo, en vez de escuchar una voz masculina, oí el llanto de una mujer, tuve la certeza de que había ocurrido lo más terrible.

Si el añorado Mario Angel Marrodán (poeta portugalujo que alimentaba mis emociones literarias) ensalzó al Portu desde el púlpito de la cultura, Francisco Javier Ozaeta Polancos, Murua de tercer apellido, “Javi Morua” su nombre de guerra, jarrillero con MAYÚSCULAS, con el mágico y terrible encanto de su omnipresencia a pie de calle, ha mantenido pintados en el mapa del fútbol los colores oro y hulla con los que se colorean las franjas de la camiseta que sigue vistiendo, de manera literal, incluso más allá de su aparente muerte.

Xabier Murua: personificación insuperable de ese invento abstracto que llamamos fútbol. “Javi Morua”: icono, símbolo, bandera, sudor y sangre, títulos y descensos, sonrisas y lágrimas, paradigma, denominador común de una afición centenaria, alma, corazón y vida, cara y cruz, folio indivisible escrito con letras de oro. Significante y significado, en fin, de este signo lingüístico de 101 años llamado Club Portugalete.

Escribo, ¡con rabia escribo!... porque me resisto a que mi amigo Xabier Murua, en ese libro zafio y grotesco que garabatean los vencedores de la necedad, pase a la historia como una suerte de bufón creado para divertir a los cortesanos del fútbol y entretener a la plebe parroquial.

Claro que Murua, aunque era un ser de “otro mundo”, no estaba para perder el tiempo haciendo milagros tales como colocar sus dedos sobre el párpado de aquellos ciegos que lo eran por obcecarse en no querer ver... ¿Devolverles la vista?... ¡¿Para qué?!... si a Javi Morua, para entenderle, había que tener las agallas de arrancarse alma y corazón y encajar ambos en las cuencas de los ojos.

Sólo entonces aparecía el hombre bueno, el buen hombre; el bienaventurado por manso, el pacífico que, en Santoña, con su sermón amplificado, convirtió una batalla campal en un campo de abrazos. Murua: el servicial, el generoso hasta decirle basta para que no cayera en el despilfarro y pecara de manirroto. Incansable. Inasequible al desaliento. Acostarse tarde y madrugar para hacer guardia en su garita del Puente Colgante.

“Javi Morua”: el mejor embajador que ha tenido el Portu en los consulados de bronce. Fue dejar de “estar” –como se refería a la muerte Saramago– y empezar a caer un sirimiri de lágrimas sobre la hierba de El Toralín, Medizorrotza, Garmendipe, Tabira, La Baluga, Urritxe, San Jorge, Las Llanas, Lasesarre, Lezama... ¡La Florida está inundada!

Al tercer día, el creyente esperaba su resurrección, pero se tuvo que conformar con un minuto de silencio. Sesenta segundos en pie y con la boca cerrada: ¡qué nadería para un hombre que amó tanto al Portu que lo amó hasta el extremo!

Luego de la mágica experiencia nocturna en el “campo de las flores”, precedida por los sones de la Diana que presagiaba “la mejor diversión del mundo entero”, cuando José Angel Ozaeta encendió la luz del dormitorio de de su hermano, Xabier Murua, se encontró con un hombre elevando al cielo de su techo el dedo índice de sus dos manos en señal del empate de la victoria.

Al día siguiente, a punto de dar las doce en el reloj, musitó: “Este cuento se ha acabado”. De seguido, cerró los ojos... y se quedó velando el sueño de nuestras vidas. En su testamento, me dejó el calor de sus manos. Como última de mis voluntades, una rosa amarilla sobre su pecho; y pegada a su costado, la camiseta número '10' que yo vestí y tanto había amado.

 

 



domingo, 26 de abril de 2015

GENTE DEL PORTU: JOSE URIARTE “COTONES”


Completamos hoy el último de los fascículos que hemos conseguido de los publicados por el Portu en los años 90 con motivo del Torneo Internacional de Fútbol Juvenil, y que está dedicado a José Uriarte “Cotones” a quien muchos que no le llegamos a ver en el campo le conocimos tras la barra del bar “Minuto” que en alguna época fue sede del Club Portugalete.
“Con motivo de la guerra, el Portugalete Fútbol Club refundado en 1921 (tercera denominación del equipo jarrillero que siguió a las de Athletic de Portugalete y Club Deportivo Portugalete desde 1911), desapareció una vez más, por eso, una vez acabada la contienda bélica se iniciaron diversos intentos para que Portugalete
volviese a tener una entidad representativa. Como lo lógico era partir con el grupo de jugadores que había mantenido vivo el ambiente futbolístico en la Villa jugando en el Torneo del Athletic, esa fue la base con la que en el verano de 1944 se volvió a refundar el Club tras las gestiones de José Antonio Martínez “Belauste”, ahora con el nombre de Nuevo Club Portugalete, debido a que los jugadores no aceptaron la propuesta de Alfredo Santamaría, que ya había sido Presidente del Club desde 1932 a 1939. En este equipo es en el que “Cotones” desarrolló el resto de su vida deportiva hasta que en 1950, que fue el de su retirada”.

José Uriarte Ugarte, “Cotones”, había nacido en 1919 y ya con 12 años empezó a jugar en los torneos de Catequesis, en el equipo de los Agustinos, en el que participaban equipos de ambas márgenes y en el que se adjudicaron dos veces consecutivas este campeonato. Durante la guerra, en que se paralizó el fútbol federado, los portugalujos se agruparon en torno al Portugalete Chiqui, participando en el torneo que organizaba el Athletic Club en Torre-Madariaga. “Cotones” jugaba por haberse librado de ser llamado a filas por tener a tres hermanos en la guerra, pero al final fue reclutado, por lo que si llegó a jugar fue en el equipo de su regimiento o en algún partido amistoso en el Deportivo Alavés.
Trabajó en Babcoc&Wilcox, y se recuerda en el fascículo, “como en aquella época los compromisos con los clubs no eran tan rígidos, se le permitía jugar entre semana en el Torneo de Empresas con el equipo B&W. Una vez llegó a jugar hasta cuatro partidos de diferentes campeonatos en una semana. Jugó la final del Campeonato de Aficionados de la temporada 45/46, para la que se habían clasificado el Portu y el Erandio y que lo ganaron estos últimos”.
“De los compañeros que tuvo y que alcanzaron relieve se acuerda de Tinín, que llegó a jugar en el Athletic, y el portero Antolín, que recaló en el Portugalete después de pertenecer al Valencia”.
En la foto bajo estas líneas, en el homenaje que se le hizo en 1950, por su trayectoria deportiva en un partido contra el Ortuella y para leer el fascículo que hemos incluido en la BDP, pinchar aquí.




martes, 26 de octubre de 2021

FOTOGRAFIAS DEL MUELLE NUEVO EN LAS REGATAS DE 1944

 


 Sobre las historia de las regatas en Portugalete hemos dedicado muchas entradas al tema. Hoy nos llegan unas fotos de las regatas de setiembre de 1944 que consideramos que son de interés pues nos muestras la afición que entonces existía con el muelle Nuevo lleno de gente.

El NODO (minuto 2,16) de aquellos años recogió un reportaje de la misma.




 

 


 

 


lunes, 9 de mayo de 2011

PORTUGALETE EN EL SIGLO XIX: FOTOS DE HAUSER Y MENET Y ARTICULO DE EDUARDO MUÑOZ

Entre el diverso material que tenemos acumulado de Dani Docampo recogemos hoy dos detalles que nos interesan y que corresponden al siglo XIX. El primero está en un artículo de la revista Alrededor del mundo sobre “medios de comunicación raros”, que recoge dos fotografías de Hauser y Menet del Puente Colgante. Aunque son conocidas y muy reproducidas por haber sido utilizadas en tarjetas postales, la inferior no ha habíamos visto nunca con la firma de su autor. Así que tomamos nota para la siguiente vez que la utilicemos.
El segundo es la descripción del viaje de Bilbao a Portugalete de Eduardo Muñoz (1863-1915), para lo cual seguimos la crónica de Dani al respecto:

Aunque totalmente olvidado, el jienense Eduardo Muñoz fue un crítico musical y taurino muy destacado en su tiempo. Desarrolló casi toda su carrera en El Imparcial de donde rescatamos un magnífico artículo –que, en ocasiones, recuerda a la prosa de Blasco Ibáñez– titulado ¡Al mar! de los conocidos Los lunes de El Imparcial de 2-10-1893 donde describe el viaje de Bilbao a Portugalete en tren cuyo recorrido “es el mayor aliciente del forastero. Son catorce kilómetros de marcha vertiginosa entre humeantes fábricas, inmensas maquinarias, obras atrevidísimas que suspenden el ánimo, golpear de yunques ciclópeos, cascadas brillantes de chispas de fuego, cruzar desenfrenado de trenes que parecen despeñarse desde aquellas montañas envueltas en bruma cenicienta, fragores de hundimientos al vaciarse las vagonetas de mineral en las entrañas de los buques…”.
Al igual que dos años después Pardo Bazán en el mismo periódico le impresiona la “atmósfera caliginosa” de los Altos Hornos y La Vizcaya dejándonos una imagen deliciosa al paso “del otro tren que avanza; con sacar un poco la cabeza podéis cambiar un beso mortal con aquella linda jovencita que vuelve de la playa”.
Escucha los sonidos de la “campana volteada por impacientes manos [que] da la señal de alto el trabajo en el astillero” y el de “la bocina [que] llama a los pasajeros que deseen cruzar el Puente Palacio: una obra gigantesca que produce escalofríos de entusiasmo al considerar que es producto del genio español. En un minuto, la vagoneta, especie de jaula colgada del atrevido tramo metálico, os pasa de una orilla a otra con dulces balanceos de cuna…

A nuestro Puente, hoy Patrimonio de la Humanidad, la primera revista lo consideraba un medio de comunicación raro y ahora para Eduardo Muñoz, su barquilla es una vagoneta, especie de jaula colgada del atrevido tramo metálico. En fin, mas de un siglo nos contempla.

domingo, 26 de diciembre de 2021

RELATOS DEL FIN DE SEMANA: LAS CALLES SONORAS (4)

 


Las sardineras anunciaban por las calles la frescura del género: “¡Anchoas del Abra, como la plata!”, “¡Txitxarriiiitos de bote que se retuercen!”,“¡Sardiiiiina frescué!”. A ellas se unía Juana la “avisadora” que se encargaba de pregonar por las casas los entierros y funerales. Su perorata la soltaba de memoria una vez hecho sonar la aldaba con un repique continuo y el consabido “¡la avisadooooora!”. Las mujeres salían a la escalera y preguntaban: “¡para quieeeeeeén!”. Entonces empezaba la red social de la escalera a intercambiar mensajes: “Pues no me acuerdo quien era”, “Si mujer, era fulano, que se casó con Mengana…”. Juana desde el portal se encargaba de moderar y aclarar las dudas antes de seguir su recorrido. Para los que piensen que los timbres son de siempre, un golpe seco de aldaba significaba 1º derecha, dos bien separados si era el 2º, etc. Si era la mano izquierda, a los golpes del piso se añadía el repique, que eran unos golpes seguidos. El sistema solo contemplaba derecha-izquierda. Ayer, hoy les denunciarían, los butaneros golpeaban con estrépito las bombonas unas contra otras, provocando un sonoro “¡clonclon clonclon!” y no hacía falta pregón para saber que había llegado el “butaneeeero”. El pedido se hacía a gritos por la ventana o balcón y hacia arriba iban las bombonas al hombro.

Y ya para terminar, bajemos a la Plaza. Allí acudían con sus productos las aldeanas venidas de los pueblos cercanos y el euskera se mezclaba con el castellano a la hora del sonoro regateo. “¿A cómo tienes los tomates? A tres sincuenta. ¡Calla, calla, que caros!, que dos puestos más allá los tiene a tres…”. Antes, instalados ya sus puestos, los chavales pugnábamos por llevar los burros, primero andando y luego, los más osados, al galope hasta el dique donde quedaban amarrados en la tapia del tren hasta la hora de desmontar el puesto. Entonces, nueva cabalgada del encargado hasta la estatua y a esperar la propina de la aldeana que siempre preguntaba: “¿No le habrás montado, no?”. Sus rebuznos de aburrimiento habían competido en sonoridad con los gritos lastimeros de los cerdos que se sacrificaban en el matadero.

Junto a los arcos de la plaza se ponían los charlatanes, especialistas en el engaño de incautos a base de labia. Uno de los más recordados fue León Salvador quepregonaba las excelencias de sus cuchillas de afeitar de la marca exclusiva “Piel roja”. ¡Sin comentarios!. Pero el rey era Ramonet, vendedor de mantas en una oferta que empezaba con una unidad a 1.500 ptas. A esa se iban añadiendo otras que iba sacando el “secretario” del camión, hasta completar una torre. Para ello, comenzaba diciendo: «¡En el mismo lote lleva usted ésta manta —dirigiéndose de abajo hacia arriba— esta otra que son dos, otra que yo le regalo que son tres, la manta mulera que son cuatro!». Y así, iba enumerando una tras otra hasta llegar a la última, tras lo cual, terminaba proclamando: «¡Señoras y caballeros, hoy vengo a tirar la casa por la ventana, por este lote no les voy a cobrar mil quinientas pesetas, ni mil cuatrocientas, ni mil trescientas, ni mil doscientas, ni mil cien, aquella señora o caballero que diga para mí, solo le cobro mil pesetas y además le regalo un neceser con cien piezas, ¿quién lo quiere?!». No mentía, el neceser contenía dos peines con 50 púas cada uno.

Cuando algún cliente picaba, el charlatán pedía secretarios discípulos de Babalí, el negrito del TBO, para realizar el porte sobre sus cabezas a cambio de la propina del comprador. A mí, me tocó una vez subir hasta Buenavista con las mantas sobre la cabeza y cuando llegamos a su casa, ante la sorpresa y bronca de la mujer, ¡si te he visto, no me acuerdo!. Lo mismo se vendían mantas que torres de pucheros, relojes, peines o los mágicos ungüentos que arreglaban torceduras, el acné, urticaria o las patas de gallo.

Dos días a la semana, jueves y domingos, se celebraba el txitxarrillo, animado por las orquestinas o la Banda si estábamos en fiestas. Antaño, también se colocaban a los pies de Víctor Chávarri los organilleros y sus “corros de ciegos”. En esa zona se colocaban los fotógrafos minuteros que pregonaban “¡Acérquense, sus fotos en un minuto!”y realizaban la foto con el mágico: “¡A ver, que va a salir el pajarito!” o los pintores de cuadros al pastel que luego subastaban a gritos entre los curiosos.

 Que voy a decir de las sonoras tómbolas que congregaban a los pacientes parroquianos. Cantaba el artista: “¡Estamos premiando y sorteando, son tiraditas cortas y económicas, no hay que esperar ni aguardar, hagan juego señores!”. “¡A ver secretario, unas tablillas al fondo para el gentil caballero y su guapa señora!”. “¡Aparta chaval, que te pica la culebra!”.

Santi “el feo” y familia, convocabanruidosamente a la clientela con una lata llena de piedras a modo de sonajero, a participar en el puesto de derribo de latas de conservacon una pelota de trapo o la barraca de chimberas con el impacto de los perdigones en los palillos o en la diana, que provocaba el disparo de una foto para la posteridad.

Y como acaban o acababan los cuentos: “Colorín, colorao, por ahora, esta historia se ha acabao”.

       JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO

Dedicado a mi buen amigo, Valentín Arana “Tinín”
pues muchos de estos dichos y “susedidos”
 nos los transmitió con su gracia sin igual.
 

 

P.D.
Si recuerdas algún “negocio” sonoro más de Portugalete y
 su cantinela, cuéntalo en un comentario. 


Fotografías:
 Colección El mareómetro, Internet, Todocolección,
Sevilla misterios y leyendas, Cadena Ser

Blogs
Juan García Tristante (mantas Ramonet),
Tinta de hemeroteca (Ramonet) y
 Pablo F. Bodega (toques de campanas)