En este blog hemos recogido a lo largo de los años muchos aspectos de lo que constituye la microhistoria jarrillera, debido a las aportaciones de nuestros investigadores.
El anuncio que
encontramos en la prensa vizcaína de 1882 nos recuerda que en aquellos años del
siglo XIX fueron muy habituales en las ciudades y pueblos de nuestro país la
existencia de casinos recreativos y culturales. Sociedades de recreo o clubs
privados inicialmente abiertos por las clases altas de cada localidad.
Lugares de
sociabilizar cuyas actividades entre los socios estaban la lectura —periódicos y libros—, conciertos, bailes
y los juegos permitidos, como el billar, el ajedrez, el dominó y los naipes.
Debe tenerse en cuenta que los juegos de apuestas estaban prohibidos, y hasta
la Ley de asociaciones de 1887, la discusión política estaba también expresamente
prohibida.
En nuestra Villa encontramos un verdadero casino con el nombre de Sociedad Recreativa la Unión de la que
ya hablamos en otra ocasión y que se creó en 1876 tras la guerra carlista radicada
en el Hotel de Manuel Calvo que entonces estaba en poder del ejército.
Tras ser recuperado
el edificio por el indiano en 1880, lo alquila nuevamente haciéndose cargo del
negocio Brigida Murua quien realizó una total remodelación.
Con este motivo,
quizás, también la sociedad recreativa actualizó su reglamento en 1880 (figura editado
en 1881) y modernizara todos sus enseres, mesas de billar de mármol y de
hierro, sillas de rejilla, quinqués ….. ofreciendo “todo a precio arreglado”.
Según nos comenta
Aitor Zamalloa, los casinos cuando renovaban su mobiliarios y enseres, los
subastaban entre sus asociados y sino posteriormente los vendían al publico
mediante anuncios en prensa.
En la Guía, Libro de Bilbao y sus cercanías de 1895 y 96, de Luis Larrañaga, (la foto de la entrada bajo el Puente, del Infanta María Teresa, corresponde a ese libro) se cita a dos casinos, "Sociedad del Recreo" y "Casino Republicano".
Para el que desee investigar este tema es imprescindible consultar el trabajo de Roberto Hernández Gallejones, Asociacionismo portugalujo finisecular.
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