miércoles, 4 de diciembre de 2024

LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA FUENTE DE LA CANILLA

  


Este artículo trata de aportar unos pocos datos, muy humildes, sobre nuestra querida Fuente de la Canilla, en concreto sobre sus últimos años antes de desaparecer. Al respecto es de obligada lectura los artículos de José Luis Garaizabal, que es quien más ha estudiado las vicisitudes históricas de este manantial. Nos limitaremos pues a resumir los últimos acontecimientos que provocaron su desaparición, siguiendo sus interesantes investigaciones.

En 1921 se comenzó la construcción del túnel del tren a Santurce, lo que obligó a volar la ladera.  “Además –dice Garaizabal- se debió construir un gran muro de contención que acabó con el trayecto natural de las aguas hasta la fuente. El manantial que brota en el andén dirección a Santurtzi buscó una salida por el muro y se respetaron sus aguas que manaban por un caño y que caían a una arqueta al aire libre”. Esta arqueta, lógicamente y debido a estas obras, ya no se encontraba en la ubicación original de la primitiva fuente.

Las siguientes informaciones me fueron facilitadas por Luis Bastida Rovira, quien vivió durante su niñez en el Muelle Viejo, y a quien agradezco que comparta con nosotros sus recuerdos. Siendo niño llegó a conocer nuestra querida fuente todavía en uso hacia los años 1954-1956. Por entonces al cubículo donde caía el agua le rodeaba un pequeño murete, de no más de 20 o 30 cms de altura, siendo un cerramiento de tres lados, pues el cuarto lado lo cerraba el mismo muro de contención de la ladera. En aquel entonces las aguas que filtraban por el citado muro de contención caían a una canaleta que estaba en la base de dicho muro, a la derecha de la fuente según miramos a esta de frente; dichas aguas a su vez llegaban a la fuente pasando por un pequeño caño o tubo metálico de color negro, de unos 20 cms de largo por unos 5 o 6 cms de ancho. Dado que la fuente nunca se llenaba, sin duda el agua sobrante se filtraba hacia las vías del tren o discurría por el andén dirección Sestao, como lo hace hoy día.

Rovira recuerda perfectamente cómo siendo niños debían agacharse para beber del agua del pequeño pozuelo (así que era agua potable), o recogiéndola con un recipiente del mismo caño. Si bien Rovira no recuerda cuándo desapareció la fuente, creemos que probablemente sería entre mediados y finales de los años 60, cuando el andén se recreció de altura, y al quedar la fuente a un nivel más bajo, se le puso una arqueta de hierro con cemento tal como se puede ver hoy. Es de suponer pues que bajo dicha arqueta aún se conserva la histórica fuente de La Canilla (o más bien la segunda fuente de La Canilla).

Asunto a destacar es que cuando visité la fuente, o lo que queda de ella, el pasado 19 de noviembre de 2024, aún se filtraba una buena cantidad de agua justo por encima de la arqueta de hierro que la tapa, a pesar de que no llovía; agua que proviene lógicamente de manantiales subterráneos que descienden desde la parte alta de Portugalete.

No queremos acabar este artículo sin un aporte toponímico: según las investigaciones de Garaizabal es en 1823 cuando se le llama Fuente de Ana, siendo según este autor su primitivo nombre. Pero Mariano Ciriquiaín Gaiztarro en su Monografía de Portugalete, p. 136, publica un documento del 19 de abril de 1694, en que el alcalde, Bartolomé de Sopelana, en previsión de un ataque francés, ordena que cualquier barco “primero y ante todas cosas, aborde al muelle de la Canilla”, lo que retrasaría el origen del topónimo casi 200 años.

Aitor González Gato

 

10 comentarios:

  1. Gracias Aitor por el hallazgo de esa cita de 1694 que amplía la antigüedad del topónimo "muelle de la Canilla". Una pequeña precisión para evitar confusiones a los lectores: el andén en el que manan las aguas es el de dirección Santurtzi. Los trenes circulan por la izquierda. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. El viernes por la tarde al ir una niña a recoger agua a la fuente de la Canilla,
    sita al pie del mar en el muelle de Portugalete, descubrió el cadáver de un
    hombre que flotaba a merced de las olas.
    Era el desgraciado fogonero del vapor Bilbao, Hilario Huidobro, quien,
    como lo saben nuestros lectores, cayó hace días al Nervión al entregar una
    caja en la carroza desde el expresado vapor y al que no se pudo prestar
    ningún auxilio por la rapidez con que se sumergió.
    Hasta hoy el parece que no ha sido recogido este cadáver, ni se tiene noticia
    de su paradero.” Irurac bat, 3 de marzo de 1857

    ResponderEliminar
  3. Agosto 1873, también como playa la Canilla:Regimiento Infantería Castrejana, 2º Batallón.
    Fiscal: hallándome instruyendo la correspondiente sumaria en averiguación de la ocurrencia habida en el día de ayer y hora de doce y media de la tarde en el playa de Canilla
    jurisdicción de Portugalete en los momentos de introducirse en el
    mar el soldado de la 6ª Compañía Antonio García con objeto de darse un
    baño y despareciendo instantáneamente, no ha sido posible encontrarle en
    el día de ayer ni en el de la fecha por más reconocimiento que se han
    practicado antes de emprender la marcha del pueblo de Sestao a esta plaza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Aurelio por estas dos noticias. ¿Está escrito correctamente "playa Canilla" sin el artículo o es un error de transcripción?. Un caluroso abrazo.

      Eliminar
    2. Aitor González Gato5 de diciembre de 2024, 13:47

      Tuve la oportunidad de leer el documento original hace un tiempo, y efectivamente dice "playa de la Canilla". Decidí no incluirlo en mi estudio de toponimia portugaluja, porque algunas veces había periodistas que no conocían bien nuestro pueblo y su toponimia, y confundían nombres y lugares.
      Así por ejemplo uno llamaba Abácholo a la Plaza del Cristo, y otro nombraba "El Salto" a la zona del Muelle Viejo. Por eso es preciso saber identificar estos errores, a fin de no repetirlos.

      Eliminar
    3. Literalmente de la partida de fallecimiento del soldado, tal y como lo recoge el fiscal. Pone PLAYA DE CANILLA. El porqué el fiscal así lo indica, lo desconozco.

      Eliminar
  4. José Manuel López Díez9 de diciembre de 2024, 18:30

    Las actas de los registros civiles, aunque son fuentes de información muy valiosas, no están exentas de errores, algunos garrafales. Por eso es importante, siempre que sea posible, cotejar los datos con otros documentos. Y no dejarse llevar por hallazgos que nos reafirmen en ideas preconcebidas, como ese "muelle de la Canilla". Ciriquiáin también era humano y podía equivocarse (aunque fuera portugalujo, o casi). Así que me pregunto dónde está el documento del que lo sacó y si lo transcribió bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aitor González Gato9 de diciembre de 2024, 19:06

      No he cotejado el documento original citado por Ciriquiaín, pero en su Monografía publicaba otros muchos documentos que sabemos ciertos por otras fuentes, o porque dichos documentos todavía existen en nuestro Archivo Histórico. Teniendo esto en cuenta, no hay razón para dudar de su buena fé, ni se entiende por qué está vez iba a ser distinto.

      Eliminar
    2. Aitor González Gato9 de diciembre de 2024, 19:22

      No obstante hay que reconocer que a veces se pueden cometer errores. El mismo Ciriquiaín publicó un documento de 1568, leyendo "elexaldi" donde realmente pone "dejando"; error garrafal que fue aprovechado por J.M. Sasía para afirmar un topónimo euskaldun inexistente.
      Consultar el documento original de 1694 nos sacaría de dudas; y si bien como he dicho creo que en principio nos podemos fiar del archivero, no está mal traer aquí el viejo adagio: confía, pero verifica.

      Eliminar