viernes, 15 de mayo de 2020

EL PORTAL Y CASA DE SAN JORGE



Hemos recibido del artista portugalujo Mikel Torka, que poco a poco se va recuperando de sus problemas de salud gracias a los cuidados de su mujer y a que la pintura le está sirviendo de terapia de rehabilitación, una preciosa pintura de la casa que hasta finales del siglo XIX se levantaba en el solar colindante a los restos del antiguo Portal de San Jorge, apelativo que también se aplicó a la casa. Ambas se encontraban en la confluencia de las Atarazanas, cantón de Santa Clara y calle de la Barrera.
Recreada en base al plano que levantara Francisco de Berriozábal de 1889 (AHMP C097-092) para solicitar la apertura de huecos en la fachada principal al Cantón de Santa Clara donde se pueden apreciar elementos de las trazas antiguas de la casa: Arco apuntado en la entrada y dos saeteras en la planta baja, así como un añadido de fecha desconocida (no pintado) que llegaba hasta el Portal. A la derecha del plano aparece una sola pilastra rematada por un pináculo que procedería de la época de 1758 en la que se reformó dicha puerta o portal.
Veamos qué datos aparecen sobre estos dos elementos. Sobre la casa, podemos decir que ha sido confundida con la Torre que levantara a escasos metros Iñigo Sáez del Casal y de la que ya dimos cuenta en este blog. Por la documentación aportada por el solicitante de esta reforma, José Bilbao, vemos que la anterior propietaria fue Josefa de la Hormaza y Valdivielso y que el documento más antiguo aportado por Justa Valdivielso databa del 8-9-1730. Sin embargo y por un testamento de 1638, sabemos que existió “una casa con su bodega y lagares y su sobresala que están en el cantón que se va a Santa Clara y linda con otra de Juan de Larana y Agustina de Larrea, y con la muralla y ronda de dicha Villa…” y no es aventurado pensar que se tratara de la casa estudiada.
De planta trapezoidal con una fachada delantera que iba adelantándose en los dos pisos superiores y una trasera que fue levantada sobre la antigua muralla. Lindaba por el este con la antigua casa del Cabildo y que pasó a Juliana Viar al adquirirla al Estado
En cuanto al portal de San Jorge, vamos a recurrir al libro “La muralla de la Villa de Portugalete” de Aitor González Gato (2015) y a los libros de la Colección El mareómetro (1995-2004-2009). En ellos le vemos ya citado en 1487: “Portal de la cerca de las Varreras” y también sabemos que en 1558 se colocaron puertas en los portales de la Villa. En 1575 se les permitió a las monjas de Santa Clara abrir una puerta, sin cerradura alguna y para una sola persona, para poder comunicar la Villa y el convento. No se sabe su localización, pero tal vez fuese un portillo en la puerta principal de madera.
En 1655, aparece citada de nuevo al producirse la caída de la muralla entre la Puerta del Cristo y la de San Jorge. Ignacio de Izaga narró como a raíz de un pleito por el paso de los cadáveres por la calle del Medio y Santa Clara camino de Santurce, un testigo afirmó en 1664: “yo he visto a la villa de Portugalete con cuatro marcos de puertas, la primera hacia el camino de Santa Clara, sobre la que estaba la efigie de San Jorge… etc”. No sé si será esta imagen la que según la tradición robaron las viejas de Santurce…
Casi cien años después, en 1758, la Puerta de San Jorge sufre una reforma otorgándole seguramente el aspecto que refleja el plano citado de 1889 con si pináculo y bola sobre el pilar: “…y amás de ello queda de su cargo y obligación el reparar de cal y canto con buenas posaderas los extremos de paredes en que estribaba la Puerta de San Jorge, que corresponde a la calle de la Barrera y salida para el convento y concejo de santurze y poner en uno y otro extremo dos bolas de sillería a proporción de la escala de dicho solar”.
Nuevamente en 1764, durante el apeo de la Villa, se habla de la muralla aunque no de la puerta, citándose: “Seguimos por la citada plazuela hasta llegar a los muros de la villa y sin entrar en ella seguimos por un callejón llamado las Tarazanas, que por la mano derecha se halla la citada muralla y por la izquierda distintas tapias de piedra mampostería, diferentes huertas de diferentes vecinos y a corta distancia, a la citada mano, una casa de Vicente de Larrinaga (seguramente la casa actual de Atarazanas nº 2) y las traseras de tres casas que sus fachadas tienen por dentro de esta villa (Torre de Iñigo Sáez del Casal, Cabildo y San Jorge)…”.
Aún existía en pie en 1834 durante el sitio de Cástor Andechaga, ya que una narración del ataque cita las puertas de la villa como Cristo, Torre, Ribera y entre ellas la de Santa Clara: “…En el mismo momento que esto pasaba en la puerta referida del Cristo, el enemigo reforzaba su ataque con más vigor por la puerta de Santa Clara…”.
Como curiosidad diremos que durante la segunda guerra carlista el paso o calle de las Atarazanas estuvo cerrado con pared y puerta en el frente oeste, a la altura de la actual Atarazanas nº 1, imposibilitando el paso por esa calle.
Lo que sí está claro, es que en 1878 ya no existía el Portal tal y como demuestra el plano de Manuel Otaduy. Tan solo quedaba el espolón que unía la casa de San Jorge y el pilar del portal del mismo nombre. En un acta que levantó Juan Braulio de Butrón en 1879 (con el croquis adjunto) se dice que “por el extremo N-O, EL MURALLÓN describe una curva muy pronunciada y la distancia al referido caño es de 8 o más pies, que son de aplicar a la casa.
Los tres pies del acuerdo llegado tras haber levantado una tapa del caño, ha de entenderse en toda la longitud zaguera hasta la ESCALERILLA o un SILLAR en forma de peldaño que hace oficio de GUARDA RUEDAS y termina en la divisoria con la viuda de Viar”. La parte exterior de este pilar de la puerta y resto de muralla  llegaban, más o menos, hasta la mitad de la calle de la Barrera, por cuya otra mitad (hoy escaleras mecánicas) corrió en su momento el río Chico que después se convirtió en una cloaca al aire libre al recibir las aguas de la parte extramuros, antes de su soterramiento. La pasada tormenta del día 8 nos recordó con sus desbordamientos, por donde corren las aguas en las Atarazanas (Tarazanas o Taranzanas).
Tras varios pleitos (1889-1892) con Miguel Armona (Atarazanas nº 2) por la cercanía y altura de la casa que se pretendía construir, se tira por fin y Juliana Eguzkiza (Vda. de Viar) se lanza a reconstruir la casa colindante (antigua del Cabildo) deseando comprar parte del solar de la antigua casa de San Jorge. En 1893, tras varias modificaciones del proyecto y permutas, llegan a un acuerdo todas las partes y se levanta la nueva casa de Santa Clara nº 5, urbanizándose el terreno sobrante con la terraza y escaleras que han llegado hasta nuestros días. 
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO





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