Aunque muchos
portugalujos las conocían como “Colegio de los Agustinos”, su nombre oficial,
según los documentos de la Fundación, era el del subtítulo de este artículo.
Todavía en
los años de 1950 sólo existía un aula en la que se impartían por grupos los
cuatro primeros niveles de Enseñanza Primaria por parte de los correspondientes
profesores agustinos. La escuela era exclusivamente para niños del sexo
masculino. Además de las asignaturas oficiales se explicaba el catecismo, la
historia sagrada y la de la Iglesia. Las prácticas religiosas se realizaban en
la capilla de Santo Tomás en el Muelle Nuevo. En el recreo los niños jugaban en
la terraza y, si llovía, en el sótano, donde ahora ensaya la Banda municipal de
Música.
Los alumnos
no tenían que pagar nada, aunque se admitían donativos particulares. Se
prefería a los niños de familias pobres y obreras, antes que los de clase media
y a éstos frente a los de los ricos. Los gastos se cubrían con los valores que
Dª Casilda había donado a la Fundación.
Los frailes
agustinos organizaron una catequesis infantil que llegó a tener, en 1921, 700
participantes. Fundaron en 1922 la “Academia Literaria de María Inmaculada”,
como lugar de encuentro de los jóvenes, que leían sus poesías y cuentos y
representaban obras de teatro, además de asistir a clases de Historia,
Geografía, Literatura y Música. Estaba
dirigida por Luis García y presidida en 1932 por José María Garmendia.
El P. Isidoro
Cortazar fundó y dirigió, en 1927, la “Schola Cantorum de María Inmaculada” que
llegó a tener 120 voces y que impartía clases de solfeo a los niños que
quisieran. Todas estas actividades se realizaban en los locales de las
escuelas, donde ahora está “KZgune”.
En 1935 el
Ministerio permitió que la Academia se convirtiese en “Escuela Academia para
Obreros”, cumpliendo las intenciones de Dª Casilda. Pero faltando la aprobación
definitiva de su reglamento, vino la sublevación militar en 1936 y no se supo
más del proyecto.
TASIO MUNARRIZ