El
5 de agosto de 1973, según el acta del pleno del Ayuntamiento, un “desalmado”
inició un fuego en la entonces “Casa de la Juventud” (Antiguo y actual Batzoki).
El agente de la Policía Municipal Tomás Villán Castañeda y otros agentes
consiguieron evitar la propagación del fuego. La Delegación de la Juventud y la
Corporación municipal felicitaron a los agentes. Nadie reivindicó el atentado.
El
6 de septiembre de 1974 alguien forzó la puerta del Colegio Santa Ana más
cercana a la casa parroquial e hizo estallar debajo del cuadro de luces del
salón de actos un pequeño explosivo cuya onda expansiva rompió los cristales de
las ventanas. Este salón está situado debajo de la casa parroquial y
probablemente los terroristas creyeron que pertenecía a ésta. Nadie reivindicó
el atentado ni su objetivo. Tampoco nadie investigó lo sucedido.
Otra
bomba explotó el 7 de diciembre de 1974 en el bar “Moli” (Santa María 1). El
día anterior, a las 9 de la noche, recibieron una llamada telefónica que decía:
“Dentro de unos momentos estallará una bomba”. El propietario cerró el local y
avisó a la Policía Municipal, que no la encontró. Volvieron a intentarlo al día
siguiente y la encontraron detrás de una taza del aseo. Llamaron a la Guaria
Civil. Cuando intentaron sacarla con unas cuerdas, explotó a las tres de la
tarde sin producirse ninguna víctima. La explosión destrozó el reservado, la
cocina, los cristales del establecimiento y de algunas casas próximas así como
afectó a los locales de Auxilio Social, de la FET-JONS, situados encima del
bar. La reparación del bar supuso un millón de pesetas.
El
domingo, 8 de diciembre, a media mañana, una llamada telefónica a Radio Popular
anunció que una bomba iba a explotar en la basílica de Santa María. Como medida
de precaución los curas trasladaron las misas de doce y una del mediodía a la
capilla del Colegio Santa Ana. Fuerzas de la Guardia Civil y de la Policía
Nacional buscaron por todo el templo el artefacto anunciado y no lo
encontraron. Fue una falsa alarma.
Según
el diario La Gaceta del Norte, llamadas anónimas de alarma de bomba se registraron
también por la noche de ese domingo en algunos cines y bares de Santurtzi, que
fueron desalojados, sin que se produjese ninguna explosión.
El
15 de Septiembre de 1975, hacia las 2,30 de la madrugada, hizo explosión un
artefacto en los locales sociales del Elai–Alai. Los destrozos, principalmente
en el bar, se valoraron en 300.00 pesetas. En esa misma noche aparecieron en la
fachada del Lora Barri unas pintadas que decían: “Hoy el Elai–Alai, después a
vosotros”. Estaban firmadas por los guerrilleros de Cristo Rey.
Tasio
Munarriz