Ya hace 12 años que nuestro colaborador Dani Docampo nos informó en una entrada con un recorte de la prensa (La Correspondencia de España del 18 de agosto de 1862) sobre las NOTICIAS DE REGATAS EN LAS FIESTAS DE PORTUGALETE EN 1862.
Hoy otro amigo, Aurelio Gutiérrez en
su blog LA VIDA PASA, es quien nos
sorprende una vez más, con el hallazgo en sus investigaciones de aquellos
años con otra noticia que aporta más datos a nuestra historia jarrillera.
Se trata de los actos conmemorativos que tuvieron lugar organizados por la Diputación
y el Ayuntamiento de Bilbao para conmemorar
el aniversario del Abrazo de Vergara de 1839, y que en esta ocasión contó con la presencia de la
reina Isabel II acompañada por sus hijos.
La Comisión de festejos nombrada al efecto programó, entre otros actos, una regata en la Ría, el 31 de agosto de 1865, para lo que vendría a la Villa la reina Isabel II acompañada por el príncipe Alfonso y la infanta María Isabel.
El
programa que nos aporta Aurelio, contiene las reglas para participar y el recorrido, que empezaría frente a la Casa
del Consulado situada al otro lado de la Ría y subiendo hacia Bilbao para dar
la vuelta en la baliza situada en el puente de Luchana. Con tres tipos de embarcaciones
(lanchas trañeras, lanchas y botes), saldrían de dos en dos y cada cuatro
minuto, estando dotada la prueba con importantes premios, el primero de ellos
de 4.000 reales.
En la reseña del periódico “La
España” del 5 de setiembre de 1865” se indica que los dos primeros premios se adjudicaron
a las lanchas de Ondarroa, con polémica por un altercado con la embarcación de
Lekeitio. La reclamación de ésta fue desestimada así como la apuesta que
lanzaron a los de Ondarroa para repetir la prueba “jugándose la cantidad que
gustaran. Apuesta que fue desatendida por el comisionado ondarrés”.
La
tripulación ganadora se quedó en la Villa donde durmieron y al día siguiente colocando
la bandera en la proa de su embarcación volvieron a casa por mar.
El
problema que tuvieron al pasar por delante de Lekeitio, donde les esperaban “cinco lanchas, cuatro de ellas de altura y
la otra la misma trañera que de ella asistió á la regata indicada, tripuladas
con marineros y algunos particulares de la dicha Villa de Lequeitio” pasó a
la historia del remo de dichas localidades y la podemos encontrar en la obra de
Aitor Iturbe, ESTROPADAK. “como la cuestión es de honra de los marineros...”