La semana pasada se conmemoró,
en distintos lugares, la proclamación de la República tras las elecciones municipales
del 12 de abril de 1931.
Como estamos preparando el libro
sobre los Conde-Pelayo, vamos a recordar el hecho desde el punto de vista de
las organizaciones republicanas de la Villa, que tuvieron su embrión el 3 de agosto de 1890 cuando Don José Conde-Pelayo convocó a los
republicanos de orillas del Nervión”, con “objeto de discutir las bases de
organización republicana y nombrar un comité”.
En el libro de Tasio Munarriz, “Republica
y Guerra en Portugalete”, que todavía está en las librerías, se nos señala otra
fecha, 1927, con otro personaje importante a tener en cuenta, Félix González
Cintora, presidente en aquel momento de la Agrupación Republicana portugaluja.
Y en 1929, tras las escisiones a
nivel nacional y la aparición del Partido Republicano Radical Socialista, PRRS,
con su propia agrupación de Portugalete, de ideología de izquierdas,
anticlerical, defensora del Estado laico y reformista en aspectos fiscales,
agrarios y del ejército.
Ya en 1931, con un País Vasco que
no era republicano en su globalidad, la población de nuestra villa si lo era en
la mayoría de su población. Tras el pacto de San Sebastián en que se fraguó la
república, esta era apoyada totalmente por los citados republicanos del PRRS,
el PSOE y ANV.
Tras las elecciones municipales
del 12 de abril, que se convirtieron en un plebiscito entre monarquía o
república, con los tres citados partidos formando el bloque antimonárquico, frente
al de partidos monárquicos de derechas y el PNV al margen de los dos bloques,
el día 14, elegido el sistema republicano, en la casa Consistorial y en
presencia de los concejales electos, el alcalde saliente hizo entrega de la
vara de la alcaldía al republicano Federico Sánchez-Vallejo, propietario del
Café La Unión de la Plaza.
El día 20 se constituyó
definitivamente la primera corporación municipal republicana con Federico Sánchez-Vallejo
(PRRS) de alcalde, y de tenientes de alcalde, Candido Busteros (PSOE), Félix González
Cintora (PRRS), Luis Ardanza (ANV) y Manuel Edroso (PSOE-UGT), que aparecen en
la foto superior.
Federico Sánchez-Vallejo, una
persona muy popular y conocida en el pueblo, aunque pertenecía a un partido
minoritario fue elegido por su equilibrada personalidad que daba prestigio a la
nueva corporación.
No se olvidó del humanitario
“médico de los pobres” fallecido diez años antes, y en julio invitó al
vecindario a rendir un homenaje de respeto y cariño a quien “consagró su vida a
la educación cultural y socorro de las clases pobres”. También se le dedicó una
calle cambiando el nombre de la calle Mier por la de Doctor Conde-Pelayo.
En noviembre dimitió como
alcalde, continuando como concejal, alegando que había empezado a dar clases de
música. La verdadera causa de su dimisión no se ha llegado a conocer dado que
no hay documentos o testimonios que la especifiquen. Tras tres elecciones, le
sustituyó como alcalde Cándido Busteros.
El partido republicano
desapareció en 1934 al fracasar en las elecciones a cortes de 1933. Su sector
más izquierdista se unió al año siguiente con Acción Republicana de Azaña,
fundando Izquierda Republicana, a la que se afiliaron la mayoría de los republicanos
portugalujos, que tenían su sede en la calle Manuel Calvo.