Javier Fernández nos ha cedido unos recuerdos que Angel Alday Ortiz de Zarate escribió ante la petición que le hizo su nieto Javier, para
unas jornadas culturales de la escuela Gabriel Celaya: Aitite, cómo era la
escuela cuando tu eras pequeño?
Voy a contaros como íbamos a la escuela cuando nosotros
éramos niños, allá por el periodo comprendido entre los años 1928 al 1932.
Acudíamos a una escuela Pública de Portugalete que se
llamaba "Escuela del Campo de la Iglesia”, ubicada donde actualmente se
encuentra el edificio de la Casa Parroquial.
Teníamos un Maestro que se llamaba D. Ruperto Medina Alonso,
que dirigía a un total de 80 alumnos, impartiendo toda clase de disciplinas
escolares intentando conseguir hombres cultos y laboriosos para el futuro de la
Sociedad.
Respetábamos al Maestro como si fuera nuestro padre por
considerar su entrega a nuestro bien personal.
Y ahora os relato la distribución del local a donde
acudíamos de 9 a 12 de la mañana y de 2,30 a 4,30 de la tarde.
El espacio métrico era amplio para albergar a tantos niños.
En la zona frontal se encontraba en situación algo más elevada que la nuestra,
la mesa del Maestro y sobre la pared se leía una frase pintada que decía textualmente
"De tus hijos sólo esperes lo que
con tus padres hicieres".
Lo primero que hacíamos al entrar en clase era anotar en
nuestros cuadernos lo que se llamaba "Observaciones Atmosféricas",
para lo cual escribíamos la temperatura
que apreciábamos en un termómetro colocado en la pared y la presión atmosférica
que señalaba el correspondiente barómetro situado allí mismo.
Había distribuidas tres secciones de niños en relación con
las edades de cada uno. Nos sentábamos ocupando la mesa o atril que nos
correspondía y se procedía a estudiar la asignatura que nos señalaban según el
horario correspondiente. El material escolar (libros, lápices, cuadernos etc.)
era propiedad de la escuela.
Para facilitar la labor del Maestro, se organizaba lo que se
llamaba "el pasante", que era un alumno de los mayores que atendía a
los de menor edad, a veces con una enseñanza de "viva voz"
En la escuela existían departamentos para aprender una
profesión y allí ocupaba su espacio la sección de Carpintería con su correspondiente
banco de trabajo y toda clase de herramientas para estos menesteres, así como
el material de madera. Teníamos también dos máquinas de marquetería donde se
realizaban trabajos muy originales.
Para completar nuestra formación existía también una sección
de Comunicaciones por el sistema Morse, por lo que debían conocer todos los
alumnos de la clase éste abecedario, y un pequeño departamento que llamábamos
de Física donde nos enseñaban objetos de esta profesión.
Junto a los anteriores teníamos un departamento llamado
"del barro", (pero con arcilla), donde hacíamos labores de cerámica.
Ocupando una pared existía un armario de aproximadamente 6
metros de frontal donde había una zona para colocar mariposas, insectos y
animales, plantas etc., que disecábamos y clasificábamos según manual que
utilizábamos para ello.
En el aula había un armonium que utilizaba el Maestro para
que cantásemos canciones que componía, con letra y música, él mismo.
Para indicar la finalización de las clases se usaba un
timbre que al sonar hacía que nos levantásemos del asiento y desfilábamos en
orden sin tropiezo alguno.
En la escuela no había calefacción en todo el local, y nos
ayudaba a producir calor dos estufas que consumían madera y carbón.
Posteriormente fueron reemplazadas por dos eléctricas. No existía por entonces
el ropaje que hoy se utiliza para la vestimenta de los niños, y nos vestían con
un jersey de lana de cuello alto, alpargatas y solamente con zapatos cuando
llovía.
Siempre fuimos respetuosos con nuestro Maestro, con el que
nuestras familias colaboraban estrechamente y era proverbial el concepto de ''
MAGISTER DIXIT "
Angel Alday Ortiz de
Zarate
En Portugalete a 3 de
Marzo de 2003