Y queda por citar al tercer
modelo, Pedro Otaduy.
En 1928, se había publicado en la
prensa que el Ayuntamiento de Mondragón había pedido “se aclare la colosal figura del barrenador que está en la estatua de
Chávarri y que reproduce al mondragonés Pedro Otaduy, ya fallecido, pues otros
afirman que el tal Otaduy está reproducido en el garzón (muchacho joven) o ayudante, que es la otra figura de cuerpo
entero del monumento.” Apelaba el periodista a la sabiduría de Blay, que
dirigía en aquellos momentos la Academia Española de Bellas Artes en Roma, y acababa
diciendo: “El Ayuntamiento de
Portugalete, desde luego, no sabe que contestar”.
Otro periódico, El Noticiero
Bilbaino de 5.9.1928, daba su versión de la carta que los apostantes pedirían
escribiera su ayuntamiento al portugalujo: “Afirman
varios vecinos de aquella villa guipuzcoana, que la figura del barrenador, en
el monumento de Chávarri, es la ‘vera-efigies’ del mondragonés Pedro Otaduy…”
No aparece en el AHMP la misiva
del Ayuntamiento de Arrasate ni la respuesta portugaluja, si esta se produjo.
Días después, el diario El SOL (Madrid)
de 7.9.1928 da cuenta de que “YA SE SABE
QUIÉN ES PEDRO OTADUY. Cuando nadie lo esperaba en modo alguno, por pensar que
se trataba de una persona fallecida hacía tiempo, se ha presentado en el
Ayuntamiento de Portugalete, atraído por los sueltos publicados, el mondragonés
Pedro Otaduy, modelo que utilizó Miguel Blay para esculpir una de la colosales
figuras….Otaduy que es de avanzada edad se conserva fuerte; tiene un pierna de
palo y usa la misma barba corrida que hace treinta años. Su sola presencia
sirvió para resolver la controversia entablada. Otaduy trabajaba en 1902 en las
minas Núñez, en Bilbao, cuando un día apareció el escultor Blay en busca de
tipos fornidos que elegir…..Otaduy pasó a depender de Blay, y posó muchas veces
en la finca El Pinar, de Las Arenas”.
El mismo día, el Noticiero
Bilbaíno llega a la conclusión que: “...indiscutiblemente,
Pedro Otaduy es el ‘hombre de las tenazas’ o sea el ‘garzón’ o ayudante del
barrenador…”.
La localización de este artículo
ha dado pie al director del blog Monografías
Históricas de Portugalete para afirmar con rotundidad que los modelos
fueron Silvano y Otaduy, frente a la versión de Heredia.
Cuando se personó en Portugalete,
“vivía en Dos Caminos (Basauri), en las
inmediaciones de la fábrica La Basconia”, según el Noticiero Bilbaino de
7.9.1928.
No se sabe nada más de la
estancia de Otaduy en la villa, pero los avispados reporteros de la Revista El
Abra debieron entrevistar al
que dijo haber hecho de modelo para el obrero “garzón”,
pues así lo anunciaban en el número de 8.9.1928. Desgraciadamente, la entrevista
no llegó a publicarse.
Ya hemos dicho antes, que Silvano
se presentó días después de Otaduy, “asegurando
ser el garzón reproducido por Blay en el monumento”.
Sobre Otaduy, aportó datos a este
blog el 4 de enero de 2012, Juan Leibar Guridi, señalando el segundo apellido: “Iribecampos: Había nacido en el barrio de
Udala de Mondragón el año 1859, en el caserío Torrekua. Era barrenalari
extraordinario, pero no aparece como tal sino con las tenazas. El otro, el del
barreno debe ser de Isasondo. Su muerte acaeció hacia el año 1940, en el Asilo
del Hospital de Basurto, donde parece que entró a raíz del corte de una
pierna”. “En sus tiempos fue un hombre alto y muy guapo mozo;….se enamoró de él
una hija de los propietarios de la mina donde trabajaba cuando le contrató, ….
pero Pedro se encontró con una mujer de las llamadas ‘listas’ (puta) y se
marchó con ella a Argentina….Volvió solo a Bilbao, donde ya a cierta edad le
cortaron una pierna, muriendo como asilado en el hospital.”
Pedro María Otadui Iruracampos nació en
Udala (barrio de Arrasate), donde fue bautizado el 13 de septiembre de 1869.
Según el Archivo de la Diócesis de San Sebastián, su ascendencia materna se
apellidaba Iribecampos, pero sus hermanos y él fueron registrados como
Iruracampos y variantes. Así, la documentación consultada le llama
sucesivamente Iruricampos, Iruracampos, Iribicampos e Iruracampo.
Conforme a la rectificación del
padrón de Basauri de 1927, Otadui llevaba entonces 11 años en dicha
anteiglesia, pese a que no sale en más padrones, ni lo hemos visto en censos
electorales. Vivía en Pozocoeche, era viudo y estaba “cesante” (parado).
También consta que sabía leer y escribir, y que se mudó a Bilbao el 12 de abril
de 1927.
Otadui solo aparece en tres
padrones bilbaínos: los de 1930, 1935 y 1940. El primer año declaró que llevaba
46 años en la villa, y el segundo, 28 (estas contradicciones eran habituales en
la época). Residió en asilos: el de las Hermanitas de los Pobres (1930) y el de
Mena (1935, 1940). El último consigna además lo siguiente: “anormalidades:
inválido”. También aquí figura siempre como viudo.
Estando asilado en Mena, Otadui
falleció en el hospital de Basurtu el 9 de diciembre de 1941, a causa de
“neoplasia de esófago”; le enterraron en Bilbao. El acta correspondiente
desvela que era viudo en segundas nupcias de la baracaldesa Dominga Zabala, y
en primeras, de María Sánchez, nacida en Calatayud (Zaragoza), de cuyo matrimonio
dejó dos hijos: Nicolás y Juan Hilario.
Como hemos apuntado antes: “Siguiendo una referencia de don José Mª de
Basurto, de la administración de la casa Chávarri Hermanos, de Bilbao, diremos
que un día se presentó en la oficina de esta empresa un cojo de pata de palo,
queriéndose hacer pasar por el hombre de la tenaza, pero Basurto, que era
nacido en Sestao, conocía muy bien al auténtico y todo se arregló con una
limosna.”
Al año siguiente de la
inauguración, Enrique Areilza dirigió una carta a Telesforo Aranzadi (14.1.1904)
en la que criticaba la obra de Blay y encontramos el párrafo siguiente: “La figura del minero muy vasca y fina; la
del forjador es de un asturiano o gallego, lo cual resulta espantoso en la
tierra de ferrones…” Aquí aparece de nuevo el “de las tenazas” como
asturiano o gallego.
Con lo visto hasta aquí se podría
pensar que Blay había utilizado a los tres, sino fuera por la última noticia
que mañana presentaremos.
Completamos esta entrada con dos
de los bocetos que Blay realizó de su idea, con los dos obreros y con la mujer
de la parte trasera de la que los autores hablan también al final de su
trabajo.