sábado, 31 de marzo de 2018

LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XX EN LAS FOTOGRAFIAS DE HAUSER Y MENET (3): EL MERCADO DE LAS ALDEANAS Y SANTURTZI DESDE EL MUELLE DE HIERRO






Completamos hoy los detalles de las fotografías de Hauser y Menet, correspondientes a la primera década del siglo XX, que nos ha cedido con gran calidad José Antonio Soto.

En la superior el tradicional mercado de las aldeanas, cuando se situaban delante del edificio del ayuntamiento, con el antiguo kiosko de la música, y bajo estas líneas la vista desde el muelle de Hierro de la “bonita aldea” de Santurce, con el edificio flotante del Sporting Club en primer plano.


viernes, 30 de marzo de 2018

EL RELATO DEL FIN DE SEMANA: LOS MAESTROS




 Algunos de los lectores de mi blog dicen que escribo bien. Ya me lo habían referido cuando, años atrás, dejaba las notas de producción en el libro de instrucciones para los operarios de la planta química donde trabajé hasta 2004.

Bien, no me gustaría nada, pero nada, pensar que eso sea cierto por causa de la labor de dos de mis maestros, el de 2º en Zubeldia y el de 4º en el de R. Medina.

He usado a palabra "maestro" para dejar aclarado que hablo de tiempos de escuela nacional. A ellos les hice novillos, pira, si. Ambos daban miedo. Aparte de ellos dos, hubo otros maestros de escuela de los que considero que llevo guardada su huella.

De uno de ellos, su rastro, me ha marcado para siempre. Fue Don Emilio, Don Emilio Brull Valero, con todas sus letras. Cuando él llegó, a la misma clase que el curso anterior, nos mantuvimos en el mismo asiento, cosa que, entre otras, él respetó. Fue un profe de los que fumaban en clase, explicaba pausado y tenía muy buena letra. El primer día nos ganó a todos. Tras el rechazo inicial que pudiera presentar, era un hombre de más de sesenta años de voz muy grave y con aspecto iracundo, siempre con traje y corbata,… él nos ganó haciendo la clase atractiva.

“Queríamos ir” a clase, desde el primer día. No hice pira ni un día de clase. Fueron dos cursos, con mis nueve y diez años, uno cuarenta de alto, inolvidables.

A poco de llegar, rotular artísticamente el cuaderno ya no era lo que más tiempo nos tomaba, estábamos haciendo tareas que permitían aprender con las manos: tres listones sobre tablero para indicar las posiciones horizontal, vertical e inclinada, una maqueta de la escuela en cartulina, un mapa tridimensional en moldeado en yeso con nuestras manos en equipo,… Y, para rematar, la oportunidad alcanzada de obtener una beca PIO que nos facilitara el paso al bachillerato. Lo que hicimos en colegio privado.

Antes de seguir, diré que de los cinco maestros que habían impartido clases a las que asistí, sólo puedo salvo a dos. Ya he citado a Don Emilio. El otro es Don Vicente, de Zubeldia, que residía justo enfrente de la escuela. De él aprendí, además, a escribir con pluma. No sé si es buen promedio dentro de la institución de los maestros de escuela. Pero es lo que viví y recuerdo. Y no tengo la sensación de que esto que lo que refiero sobre escribir, o no, bien, se lo deba a los otros tres, no.

De otros maestros, casi no recuerdo los apellidos.

Tras el cambio de centro, clase de 1ºA, Don J.L. (Rodriguez, creo) un profe seglar de Lenguaje que sacude en la mano con “Dª. Remedios”, a quien falla en las respuestas. Mal empezábamos. Y peor: en una sustitución al profe de gimnasia, en un día de lluvia que invitaba a suspender la clase, no la suspendió, sino que la trasladó al frontón. Ante la meteorología, algunos niños no llevaron ropa de deporte. Solución, haréis gimnasia en calzoncillos. Respuesta de la dirección del colegio, no renovación del contrato. Respuesta de los niños al saberlo, alivio.

El tutor, era entonces el hermano Dámaso, duro pero abierto, sensacional. En 2º y en 3º, el tutor fue el hermano Marino, de quien guardo muy buen recuerdo. En tercero, el hermano Jesús Barriuso, que además, era organista junto con el hermano Jacinto nos impartía dibujo. Él creó los grupos de actividades extraescolares, entre ellos, los scouts.

Para 4º, va el hermano Jose Carlos, gran aficionado a castigar las faltas e incorrecciones con audiciones musicales vespertinas. Él nos explicaba Historia Universal y, con la ayuda del hermano Ildefonso, nos ilustramos en la asignatura de Historia del Arte. Fue duro por lo que hubimos de memorizar, pero, años después, viendo el retablo de Sint Baaff, de los hermanos Van Eyck, en Gante (BE), el recuerdo me hizo humedecer los ojos.

¿Os imagináis una tarde de sábado entera en el cole escuchando a Wagner mientras hacíais los deberes y estudiabais? Pues eso, ocurría. El hermano José Carlos, era el disc jockey.

Tras la Reválida Elemental, en quinto, bajo la tutoría del hermano Cirilo, supimos, por boca del hermano Rodolfo, que “las Matemáticas se aprenden por intuición. Como eso no está al alcance de todos, cada viernes tendremos una hora semanal -los jueves- de repaso con el Hermano Marcos. La asistencia no es obligatoria, pero aviso: se aprende mucho con él”. Nadie faltó a esa clase nunca. Y, de verdad, era una clase de refuerzo en la que el protagonista era cada uno de nosotros y nuestros tropiezos. El que tenía alguna duda, la planteaba de pie ante el resto de la clase y con una tiza por herramienta.  Ese tiempo, dedicado principalmente a repasar problemas, fue de un valor incalculable. Ahí aprendimos que, lo mejor es salir al tablero a resolver un problema del que ignoramos cómo afrontarlo, ser el “conejillo de indias”. Suponía asumir el fracaso por anticipado, si, pero fue la mejor forma de aprender para siempre esa parte de la asignatura que se nos trababa. Nadie se reía de nadie. Nadie era humillado. Alguno de los protagonistas de esa clase, aprendimos a expresarnos en público sin miedo, lo que nos ayudaría a pasar el curso de Filosofía: el examen final era oral.

En sexto, es el hermano Antonino quien se encarga de la clase y aprendimos a entender y amar la Química. Ese año, el Hermano Próspero, nos dio nuestra última capa de francés, él mismo era suletino, y pasé el año leyendo a Rabelais, Flaubert, Victor Hugo, Zola,… y aprendiendo la misa en francés. 

Lo había decidido y entonces salí del cole hacia la F.P. en Química Industrial. Allí, mis profes, Santi Ruiz y Pedro Vaquero, fueron un ejemplo de sapiencia y de profesionalidad. Fui el nº 1 de mi promoción y ese camino encarriló mi trayectoria laboral posterior. Pero no quedó aquí mi recorrido académico.

Empecé a trabajar en INDUQUIMICA y a simultanear los estudios y el trabajo matriculándome en el IES Antonio Trueba, para hacer COU nocturno. De aquí, anécdota fue que el profe de física traía al insti una cabra, no perro, que era su mascota. Igualmente anecdótico fue que en la clase de Lengua se hablara más de anatomía oral y de física de las vibraciones, que de metáforas, pleonasmos ó hipérboles.

Y otro detalle que pareció excesivo para un aula llena de personas que acabábamos de salir de trabajar, fue que la profe de francés nos dijera el primer día que, en su clase, la última palabra en castellano la acababa de pronunciar ella. Y no nos amilanamos. Algunos.

Luego de pasar la selectividad, la facultad de Ciencias de la UPV ya era otro mundo. En general: muchísimos cambios. Mi primera hora de clase allí, fue de Física General, la “guadaña”, la que dejaba más gente tirada sin aprobado. El salto de nivel era tremendo tras el COU normal. El primer enseñante, el profesor Gutiérrez Peña, alias Magoo, no me gustó mucho; ese no era su ambiente, era un profe más para otro centro,… de bachilleres.

De los profes que allí conocí, todos doctores o doctorandos, no destaco ninguno por encima de los demás, si que hubo quienes no llegaban a la altura académica de sus compañeros: los profesores J. Navarro, J. Llompart, J. Cuevas, P. Román,… creo que ya no ejercen. Ahora somos iguales.

Al año siguiente, octubre de 1975, del primer día, sólo recuerdo a Pepe Peraza, en la clase de Electricidad y Óptica, dando clase de Cálculo Diferencial porque los contenidos que habíamos recibido en primero no permitían seguir sus clases desde el primer día. Los planes de estudios ya crujían entonces.

No recuerdo nada especial de la primera clase de tercero de la carrera. Bueno sí, que habíamos sido diezmados. De siete clases que éramos en primero, ya sólo llenábamos dos aulas. Días después, pude apreciar que ya éramos muy competitivos: nadie pasaba apuntes.

Luego, ya en Tarragona, llegarían otros cursos en los que, por edad, yo encajaba mejor en la tarima que en el pupitre. Ya trabajaba y, por eso, recibía un trato deferente y ocurrió que, tiempo después, fui invitado a  facilitar el seminario sobre “Organización de Mantenimiento en Plantas Químicas” a las/los alumnas y alumnos del último curso de Ingeniería Química.

De la E.T.S.I.Q. de Tarragona recuerdo, sobre todo, una locución del decano Don Fr. Giralt, Dr. I. Q. al inicio de su primera clase: “Podéis usar cualquier idioma oficial, e incluso alemán, inglés, francés, italiano,... hasta griego. Bien, permitiré una falta de ortografía, dando por supuesto que ha sido un despiste. La segunda falta de ortografía dará lugar al cese en la corrección. Estáis a meses de obtener un título superior. Quien no sea capaz de redactar bien un proyecto, no lo recibirá”.

Si, otro mundo más. 

Martín Uriarte Landa

RECOGIDO DE LA PRENSA: DOLORES VEDIA, NUESTRA PRIMERA GASTRONOMA.




Si en el último número de Cuadernos Portugalujos, DoloresVedia Goosfends, (le dedicamos una ficha en enportugalete.com) figuraba como pionera de la historia de la gastronomía portugaluja, hoy es el suplemento Jantour de gastronomía de EL CORREO, quien con la firma de Ana Vega Pérez de Arlucea, le decida una página, que como es costumbre añadimos a este blog.

Sobre su relación con la Villa lo hemos tratado al hablar de la Torre de Ibarreta, o de las mujeres en la gastronomía portugaluja.

jueves, 29 de marzo de 2018

EL ÚLTIMO CARGADERO DE LA DARSENA




Hoy recogemos tres fotos que nos han ofrecido en facebook, Jon Koldo Fdz. de Iturrospe, (la superior), Luis Casas (la inferior) y Eneko Arce con el recorte del periódico.

Estamos ante el último cargadero de mineral de la dársena, el conocido como El Espigón, y cercano a La Canilla, que desapareció en 1973.

No se nos ofrecen fechas de las fotos por lo que hay que situarlas hacia los años 60 y quizás los 50 la de abajo.

Sobre este tema de los cargaderos ya hemos hablado en otras ocasiones por lo que recomendamos la entrada con el título Restos de la explotación minera en Portugalete.




miércoles, 28 de marzo de 2018

LOS AUTOBUSES DE DOS PISOS DE LA LINEA BILBAO-SANTURCE




Estos días hemos visto en facebook una foto del autobús rojo de dos pisos que unió durante algunos años Bilbao y Santurtzi, y nos hemos acordado que ya en su día nos lo recogieron desde la Revista digital de las bibliotecas de Santurtzi, Bolintzi, en una de sus entradas.

La compartimos también nosotros, por los recuerdos que nos traen y la curiosidad que despierta en los que no los conocieron.

Los tranvías que nos unían con la capital bilbaína, desaparecieron en 1959, y para entonces ya en Bilbao habían aparecido los trolebuses, autobuses movidos por energía eléctrica que tomaban de una catenaria de dos cables, que habían sustituido a los tranvías a partir de 1940. Los de dos pisos llegaron en 1962 adquiridos de ocasión en Londres en una operación conjunta con otras ciudades del Estado y algunos se transformaron en autobuses diesel, como este “quince” que recogemos en la foto.

En él se ve el anuncio del Corte Inglés inaugurado en 1969, o sea que la foto será de los años 70.

La procedencia de esta FOTO ALLAN, expuesta en una exposición en la Sala Ondarre, era la colección de Javier Vivanco.

Bajo estas líneas una postal de Bilbao en los años 60 con los trolebuses de dos pisos y tras el Puente Colgante toda la zona del Zubialde y las casas de Cotera sin construir.


martes, 27 de marzo de 2018

LAS ÚLTIMAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA EN PORTUGALETE (3)




Finalizamos hoy con la serie de fotografías sobre los últimos años de las procesiones de Semana Santa con la aportación que nos hace Josemari Ruiz y que sacadas desde su casa el 24 de marzo de 1967 nos muestran la procesión del Viernes Santo.

Al contrario que las anteriores que mostramos del año 1962 en esta procesión la imagen de San Juan y el Nazareno van por Atarazanas para subir por la calle Nueva y regresar por General Castaños. En esta última foto se ve como el desfile iba precedido por tres txistularis municipales vestidos de gala.

Para completar esta procesión recurrimos al libro editado por la Asociación de Amigos de la Basílica, PORTUGALETE. Fotografías de su pasado religioso, con otras dos imágenes de ese día de Viernes Santo de 1967, sacadas también por Josemari.


Hemos recurrido también al libro de Tasio Munarriz, Santa María de Portugalete. Parroquia revolucionaria 1961-1982, pero la única referencia al tema es la fotografía de ese año de la festividad del Corpus, que sería también la última de la historia jarrillera.




lunes, 26 de marzo de 2018

RECOGIDO DE LA PRENSA: PIONERAS JARRILLERAS




 Hace un mes que apareció el último número de Cuadernos Portugalujos, dedicado a las mujeres y cuando están a punto de agotarse los 3000 ejemplares que se reparten, el periódico DEIA en su edición dominical y bajo la firma de Miguel Angel Pardo recoge con amplitud su reseña.

Como señala el periodista y ya adelantamos en la presentación el día 8 de marzo, a medida que los trabajos de investigación prosiguen y se nos van aportando noticias y materiales para nuevas figuras, que no han sido recogidas, las iremos dando a conocer. Si en el campo de la medicina nos ha aparecido la figura de Ticiana Iturri, que ya hemos traído a este blog, en el Archivo Histórico hemos encontrado que en noviembre de 1940 consiguió autorización para abrir un gabinete odontológico en el 2º piso del nº 12 de General Castaños, Mª del Pilar Carranza e Iza, que según atestiguaba estaba en posesión del “Título Oficial de Odontólogo”.

Perteneciente a una conocida familia portugaluja, de momento sólo sabemos de ella que vivía en esa fecha en Bilbao y según internet falleció en Madrid en 2008.

Otra recordada y muy querida jarrillera que no se recogió en el ejemplar publicado fue Ángeles Gárate “la lechera”, la primera mujer que fue elegida para pregonera de las fiestas patronales. La foto bajo estas líneas enviada por su hija Mari Paz Bilbao, puede ser junto con las que nos promete facilitar parte del material para componer su recuerdo.


domingo, 25 de marzo de 2018

CASA NAVARRO Y LAS FOTOGRAFIAS NOCTURNAS DE PORTUGALETE (1)






Hoy queremos que esta entrada sirva de acuse a recibo a Jesús Navarro Suarez por las fotografías que nos ha cedido y que pasan a engrosar directamente los fondos del Archivo Histórico Municipal.

Para nosotros Jesús representa el último eslabón de un comercio centenario portugalujo dedicado a la iluminación como fue Casa Navarro en la calle del Medio.

Al margen de que posteriormente volvamos a mostrar las fotografías que nos ha traído, las de hoy son del año 1943 con motivo del Congreso Eucarístico celebrado en la Villa.

En la superior tomada desde el Campo de la Iglesia corresponde al momento de la procesión nocturna por la ría y en el centro del puente la fecha de 16 al 20 Año 1943.

Son fotografías nocturnas con la dificultad técnica que en aquellos años suponía y que muestran la iluminación, como vemos bajo estas líneas, del ayuntamiento y del kiosko de la música, que corrió a cargo de Casa Navarro.

De las fotos que nos envía también hay una del Sporting Club de noche y que el ayuntamiento utilizó en el programa de fiestas del año 1928, como se ve junto a estas líneas.




jueves, 22 de marzo de 2018

LAS ÚLTIMAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA EN PORTUGALETE (2)




Las fotos de hoy que nos ha enviado Juan Alberto González corresponden a la procesión del “Encuentro” en el Viernes Santo que tradicionalmente se celebraba por las calles del Casco Viejo y que este año de 1960 se quiso sacar de ese tradicional escenario.

Parece ser que el paso del Nazareno con la cruz, partió del Hospital de San Juan Bautista, para encontrarse con los pasos de la Dolorosa y San Juan que habían salido de la iglesia, en el cruce de Carlos VII y General Castaños.
Los pasos eran llevados a hombros de la Cofradía de San Juan Evangelista. En la foto superior el momento del encuentro de los dos pasos del Nazareno y San Juan, en el cruce de Carlos VII con la desaparecida casa de los tres portales a la derecha. A continuación San Juan se apartaba después de hacer una inclinación para dar paso a la Virgen que venía detrás y que se encontraba con su Hijo, inclinándose ambos pasos como saludo.

Después las tres imágenes juntas bajaban por la calle Nueva para pasar por Atarazanas (momento que se recoge en la foto inferior) para dirigirse a la Basílica.

La imagen de San Juan, había sido donada ese año por Margarita Araco, la mujer de Julián Bayo, y se sacó esos años hasta 1967 que desaparecieron las procesiones.


A la derecha otro momento de las procesiones de ese año subiendo dicha imagen por la calle Nueva a la altura del edificio del Batzoki, en aquellos años incautado por el régimen y sede del “Frente de Juventudes” de la Falange.


miércoles, 21 de marzo de 2018

HUELGA DE ESTUDIANTES EN EL INSTITUTO DE PORTUGALETE EN 1974





Siguiendo con el motivo del medio siglo de existencia del Instituto Juan Antonio Zunzunegui, presentamos hoy una entrada redactada por Tasio Munarriz referente al mismo:

El Instituto de Bachillerato fue inaugurado en Portugalete en 1967 y el 18 de julio de 1974, aniversario de la sublevación franquista, siendo directora Begoña Velasco, con la presencia del ministro de Educación, como se ve en la foto superior, se le puso al edificio una placa bendecida oportunamente por un cura que no era de ninguna parroquia de la Villa, con su nombre y en reconocimiento por sus atenciones al centro. 
El alcalde, José Manuel Esparza, respondió con un discurso de agradecimiento y reconocimiento de la labor de todos los docentes de la Villa que atendían a 14.000 alumnos.
En 1982 se retiró esa placa y el Instituto recibió el nombre del escritor portugalujo Juan Antonio Zunzunegui por ser el año de su fallecimiento. 
Ignoro el motivo concreto, pero el 12 de enero de 1977 los estudiantes del Instituto comenzaron una huelga de no asistencia a clase pidiendo la expulsión de Begoña Velasco y la readmisión de la alumna delegada de COU Inés Galdeano. 
El día 20 volvieron a clase con la condición de que en quince días se admitiesen sus peticiones.




martes, 20 de marzo de 2018

JUAN ANTONIO DE ZUNZUNEGUI Y LOREDO (1900 – 1982)



Con motivo de conmemorarse este año el 50 aniversario del Instituto Juan Antonio Zunzunegui, recordamos hoy la figura de este insigne portugalujo de la mano de Roberto Hernández Gallejones:

Nuestro ilustre escritor nació un 21 de diciembre en el nº 2 de la calle Casilda Iturrízar en el seno de un típico hogar de la burguesía vizcaína, siendo el único hijo varón, de un total de siete hermanos. Este ambiente familiar de neta preponderancia femenina va a marcar su obra. Recibió la educación tradicional de los de su clase, cursando las carreras de Filosofía y Letras y Derecho. En la Universidad de Salamanca conoció e intimó con Don Miguel de Unamuno. A raíz de este encuentro siempre afirmó que tal autor le había aportado parte de su bagaje ideológico. Amó siempre mucho a su Villa natal, aunque a partir de 1948 residiría definitivamente en Madrid.

En 1943 consiguió el Premio Fastenrath, de la Real Academia Española. En 1948 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por su novela La Ulcera, totalmente ambientada en Portugalete. El Ayuntamiento jarrillero le concedió la Medalla de Plata en 1949. El año 1952 alcanzó el Premio del Círculo de Bellas Artes de Madrid. El 24 de abril de 1960 leyó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua Española, sustituyendo a Pío Baroja en el sillón de la letra O. Falleció en su casa madrileña el 31 de mayo de 1982.

La sesión ordinaria del Ayuntamiento de 2 de noviembre del mismo año, aprobó la solicitud del Director del Instituto de Enseñanza Media de Portugalete, para rebautizar con su nombre dicha institución docente. El 21 de diciembre de 1983 se realizaron diversos actos patrocinados por la municipalidad en homenaje a su obra y a su figura, descubriéndose un busto del escritor realizado por el escultor Jesús Torre en la plazoleta ubicada junto al Puente Colgante.

Afiliado inicialmente a las juventudes mauristas, fue miembro destacado de la tertulia del café bilbaíno el Lion d’or, capitaneado por Pedro Eguillor. La flor y nata de la intelectualidad acudía a dichas reuniones, como Gregorio Balparda, Enrique Areilza, Ramón Basterra, y ocasionalmente Unamuno, Ortega y Gasset,
Eugenio D’ors, etc. Los más asiduos simpatizaban con el totalitarismo de Mussolini. Más tarde entabló amistad con José Antonio Primo de Rivera, a quien dedicó una obra inédita. Sin embargo, el resto de su vida sufrió el ostracismo del régimen franquista y la censura de algunas de sus obras, todas ellas imbuidas de sus fervientes creencias social-cristianas.

Dividió su amplia creación literaria en lo que él llamaba novelas de gran y pequeño tonelaje, y a sus apuntes y esbozos embarcaciones auxiliares, se puede distinguir un conjunto de novelas de Bilbao, o ambientadas en Portugalete y aledaños, y una fase novelística madrileña. Es un narrador claro y agudo, fluido, siempre ameno, preocupado por reflejar de la manera más auténtica el habla del pueblo y las distintas jergas profesionales. Notorio coleccionista de palabras arcaicas y de términos en desuso, difunde e inventa un buen número de neologismos. Moralista, estudia las costumbres dentro de un tono ácido e irónico penetrado de una filosofía social muy pesimista. Fustiga con acritud a la burguesía ávida de dinero, odiando la codicia y la falsa hipocresía social de su época, contemplando con una mirada tierna, y quizás algo paternalista la condición femenina de aquella etapa, y la vida de los marginados y menos pudientes. Citado siempre como novelista, su faceta de cuentista no le va a la zaga. En su quehacer literario se puede ver el influjo de Unamuno, Baroja, Eça de Queiroz, frecuentando desde su juventud los libros de Machado, Gerardo Diego, Rubén Darío y Proust, entre otros. Inmortal clásico contemporáneo, su obra perdurará, aunque sería muy deseable la reedición completa de todos sus trabajos para que las generaciones venideras los conozcan y disfruten.

En nuestra portugaluja Colección El Mareómetro, se han dedicado cuatro ejemplares a su obra, empezando por retazos de sus Recuerdos y relatos de infancia y mocedad, y su trilogía de novelas portugalujas, El chiplichandle, La úlcera y El barco de la muerte.



Una reseña más completa de la figura de J.A. Zunzunegui
se puede consultar en el trabajo del autor
en la Biblioteca Digital Portugaluja, titulado

lunes, 19 de marzo de 2018

EL MUELLE DE HIERRO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX EN LAS FOTOGRAFIAS DE HAUSER Y MENET (2)




El detalle del Muelle de Hierro correspondiente a una foto de Hauser y Menet que nos ha facilitado José Antonio Soto y que corresponde a la primera década del siglo XX, nos sirve para recordar el motivo que Churruca alegaba para darle la curvatura que tiene:

Para acabar con la barra de arena  y abrir a través de ella un cauce permanente, era preciso favorecer esa natural tendencia de la corriente, prolongando para tal objeto el muelle, hasta pasar los bancos de la barra, según una línea ligeramente curca que volviera su concavidad hacia el cauce.

Con el gran radio de la curva que convenía adoptar para no dificultar la entrada de los buques, la canal quedaría más protegida de las mareas del N.O. lo cual no solo era conveniente para los buques sino también para la conservación de la profundidad del cauce.

Recomendamos para los interesados ver en la Biblioteca Digital Portugaluja, el libro de la Colección El Mareómetro, La Ría y el fin de la barra de Portugalete, de Evaristo de Churruca. 

Igualmente es interesante la página del blog de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial sobre este tema con el título de Cinco años de una actuación desacertada.












domingo, 18 de marzo de 2018

HERMANDAD DE SAN JOSÉ DE SOCORROS MUTUOS (2)


Como estamos ante la festividad de San José, José Luis Garaizabal nos completa su trabajo sobre la antigua Hermandad portugaluja:



Después de escribir la entrada del 23 de Enero pasado, hemos recibido de nuestros buenos amigos Loiola y Xabier Martínez Bilbao nueva documentación sobre la Hermandad, que nos anima a esta nueva entrada. La documentación se la hizo llegar Fernando Rueda que a su vez la había recibido, junto a la bandera de la Hermandad, de manos de Chus Navarro, hijo del que fuera Secretario de la Hermandad. Desgraciadamente, el Libro de Actas no ha aparecido y por lo tanto no podemos fijar con exactitud la fecha de disolución, aunque como ya dijimos, César Saavedra la estimaba en 1982, fecha que nos parece un poco exagerada según los testimonios recibidos. Las hachas funerarias en mejor estado que estaban depositadas en Casa Navarro se donaron a Balmaseda.
La documentación recibida (recibos, facturas, listas de hermanos, cuotas, socorros prestados, balances de cuentas, solicitud de ingreso, etc.) nos ha permitido conocer algunos detalles de la vida de la Hermandad entre los años 1952 y 1972. Ya dijimos que el Reglamento que dio origen a la entrada anterior había sido aprobado el 19 de Marzo de 1931 y modificado en la Junta General Extraordinaria celebrada el 17 de Febrero de 1946, siendo Mayordomo, Víctor Aroma y Secretario, Santos Navarro. Después sería modificado en la Junta Ordinaria del 19-3-1967.
De la lectura de las actas y recibos, hemos recogido sobre estas lineas, aunque incompletas, las diferentes juntas que dirigieron la Hermandad durante cerca de veinte años, destacando el cargo de vice-mayordomo que ocupó ininterrumpidamente Julián Aurrekoetxea Mota hasta su fallecimiento. En 1962 se nombró Mayordomo Honorario al nuevo Párroco, Pablo Bengoechea, cómo anteriormente lo fue Angel Chopitea.
Dado que todos los años se debían presentar al Gobernador el Acta, las cuentas y la lista de hermanos, vemos que había cuatro categorías: Hermanos de Número, Hermanas de Número, Hermanos Protectores y Hermanos Honorarios. Algún año aparece una quinta categoría: los Hermanos de Patrocinio, entre los que estaba el enterrador. El número total llegó en 1964 a 230 hermanos con la siguiente distribución: 130, 16, 62 y 22 respectivamente. Las dos primeras categorías pagaban 15 ptas. anuales y las otras dos, 10 ptas.
Como ya dijimos, era una hermandad de Socorros Mutuos que poco a poco fue perdiendo su razón de ser con la llegada de la Seguridad Social. A pesar de ello, vemos que las dos últimas personas que recibieron socorro por enfermedad fueron Benito Ocariz que cobró durante los años 54 y 55 a razón de 360 ptas. anuales y Martín Goiburu 90 ptas. por 60 días de enfermedad. Los otros socorros eran sufragar las misas de salida y el traslado del féretro.
Todos los pagos los aprobaba el Tesorero en una nota en la que figuraba el sello de la Hermandad, que se componía de una sierra de cuerda de carpintero y una vara florida con tres azucenas que representaba a San José. Este emblema figura también en el centro de la bandera que se encuentra depositada en los fondos del Museo de la Basílica, cuya fotografía nos ha facilitado Jose Mari Ruiz.
No vamos a citar todos los detalles encontrados, pero si vemos que para la Junta Anual en las Escuelas de Zubeldia, se preparaba un lunch a base de queso manchego (suministrado por D. Dañobeitia, T. García o J. Abasolo), más de 200 ritxis de la Panadería Garaizabal y el vino blanco especial siempre de Acha (dos garrafones, uno de ellos de regalo). El precio del queso pasó de 27 ptas./kilo en 1954 a 150 en 1971, el vino de 6,37 a 13,50 ptas./l y el pan desde 0,55 ptas. c/u. a 1,50.
Del cobro de recibos y función de avisador se encargaba Bernardo Cobos hasta 1955 al que siguieron Felipe Berlanga y Gabriel Lashayas. El enterrador Maximiliano Galiana se encargaba de bajar las hachas desde el Cementerio a la Basílica y de la preparación del lunch en Zubeldia se encargaba Petra Leanizbarrutia.
Ya dijimos que los hermanos se encargaban de portar el Cristo Yacente, vistiendo diez hábitos negros con sus fiadores y cordones de seda para los bolsillos. Igualmente llevaban guantes negros. Estos hábitos los confeccionaron las monjas de Santa Clara en 1955.
El 24-12-1964 se promulgó una ley de Asociaciones y tras varios retrasos y dado que había finalizado el plazo, debieron acomodar el Reglamento a la nueva Ley, actualizándolo en la Junta Ordinaria del 19-3-1967. El 21 de Abril así se lo comunicaron al Gobernador, “suplicando se sirva conceder la oportuna autorización, para la continuidad en su funcionamiento de la Hermandad de San José de Portugalete, creada con fines caritativos y de asistencia espiritual de sus hermanos”.
Uno de los artículos que fue necesario modificar se refería a la imposibilidad del acompañamiento del féretro de los hermanos fallecidos hasta el Cementerio, al haber desaparecido esa costumbre en 1964. En su lugar se celebraba una Santa Misa con responso el domingo que creyera conveniente la Junta. El Mayordomo citaba a los Hermanos de Número para que asistieran obligatoriamente. Igualmente debían asistir a la Misa del día de San José y a la Junta General.
Para finalizar mostramos un collage con varias facturas que aparecen en la documentación, que será entregada al Archivo Histórico Municipal de Portugalete. Si alguien conoce el paradero del Libro de Actas, póngase en contacto con nosotros pues así quedaría toda la documentación a buen recaudo y con acceso a los investigadores futuros.




sábado, 17 de marzo de 2018

RECOGIDO DE OTROS BLOGS: ANALISIS TERRITORIAL DE PORTUGALETE




Nuestro amigo y colaborador, Eduardo Ardanza Marqués, arquitecto, nos ha puesto sobre la pista de esta web que según sus palabras está bien para obtener datos de manera rápida, aunque ojo, siempre hay que tener criterio para sopesar y discernir sobre si hay algo no riguroso o lo es en forma de loable errata, ya esto cada cual.

Se trata del análisis territorial de PORTUGALETE, de Eduardo Blanco Oliva, arquitecto y urbanista por la ETSAM, en su página otro punto de vista sobre el territorio, www.otropunto.es.

Nos halaga su nota diciendo que “dispone Portugalete de un enorme foro de su municipio, a través del blog “La colección el Mareómetro”, imprescindible para conocer Portugalete, y sin el cual no habría sido posible elaborar este pincelada de su territorio y su evolución y desarrollo urbano”.

Nosotros por nuestra parte y para darle mayor difusión lo hemos subido a nuestra Biblioteca digital portugaluja “el mareómetro”, en formato de pdf.

jueves, 15 de marzo de 2018

JUAN JOSE ARECHAVALA ABENDAÑO (1810-1868). GUARDA–RIA, MEDALLA DE HONOR FRANCESA






Esta entrada es fruto de diversas colaboraciones.

Eduardo Ardanza Marqués, desde Madrid, nos recordó la noticia que dio Karla Llanos, en su blog Memorias de Getxo, dedicada a los naufragios en la barra, con la firma de un decreto por parte de Napoleón III en 1863, “confiriendo la medalla de oro de segunda clase al capitán retirado y guardia-ría de Portugalete, D. Juan José de Arechavala, y medallas de plata de segunda clase, a sus convecinos los Sres. Aspiazu y Gómez”

En un recorte de prensa de La Correspondencia de España, 21 y 22 de Octubre de 1863, que nos envió, se completa la noticia diciendo que el que había recomendado la medalla era el cónsul de Francia en Bilbao Monsieur d´Aries, que veraneaba en Portugalete, y echando mano a sus recuerdos familiares donde se contaba una anécdota de la playa de El Salto, completa el nombre del cónsul que era Henri d'Aries du Mérens, (1807-1872), Caballero de la Legión de Honor y de la Orden de Carlos III de España.

La anécdota a que se refiere y que recogimos sin conocer su nombre en el nº 3 de Cuadernos Portugalujos, págs. 18-19, se refería al verano de 1852, cuando “fue a la playa vestido de frac y guantes; que iba a entrar al agua la de Santulari y que el le dio la mano y entró con ella hasta dejarla dentro del mar, y cuando salió, con un cuchillo hubo que cortarle las mangas del frac y los guantes…”

Como curiosidad, la hermana de la bisabuela de Eduardo (que es biznieto también de Cecilio Goytia) Gabriela Arellano D´Aries (una foto suya en el muelle de hierro ya publicamos en este blog), era nieta del citado cónsul, siendo su madre Juana d'Aries Arnault, ahijada de Napoleón III y de la princesa Mathilde de Bélgica.

Tras esta aportación resaltando la figura del guarda-ría Juan José de Arechavala, recurrimos a Roberto Hernandez Gallejones, Archivero Municipal, para intentar completar la biografía de este portugalujo y su singular profesión, de la que nos dice:

Era un funcionario dependiente del Consulado y Casa de Contratación de la Villa de Bilbao y después de la Junta de Comercio que controlaba la captura ilegal de pescado, moluscos y crustáceos en nuestra Ría, ejerciendo labores policiales y de inspección, teniendo autoridad para detener a los posibles infractores. Su intervención solía provocar a veces altercados, con gente a favor y en contra de sus actuaciones. La pesca y captura de especies en el Abra era muy frecuente, con artes de pesca como ganchos y otros útiles, que en ocasiones arrasaban los criaderos de ostras, mejillones, etc., y que estaban considerados como ilegales por las autoridades.

Las pesquisas sobre este personaje las continúan Amaia Alava y José Manuel López Díez, en el Archivo Histórico Municipal, en el Diocesano y en las hemerotecas nacionales.

Así nos dicen que en la Cédula de Inscripción realizada el 21 de marzo de 1857, figura que tenía 45 años, con profesión “empleado en el río Nervión” y que casado con Cleta Fernández Leguineche de 36 años, tenía seis hijos.

Murió en la Villa en 1868, y sobre su vida, en el periódico El clamor público del 10.9.1846 al recoger la noticia del naufragio del quechemarín Caridad que encalló en la barra, y que tuvo una gran repercusión por las acusaciones de negligencia del piloto mayor de la barra, han encontrado que se resaltaba la actuación de nuestro personaje en las labores de salvamento.

En fecha posterior en el Diario de Córdoba del 28.5.1863 encontramos lo siguiente:

Los actos de abnegación practicados por el gremio de marinos de Portugalete salvando a varios náufragos franceses, han sido premiados por el emperador. En vista del informe remitido por el cónsul de Francia en Bilbao sobre el naufragio del bergantín “Sully”, ocurrido en el mes de enero, el Ministro de Marina y de las Colonias del vecino imperio ha sometido a la firma de Napoleón III un decreto confiriendo la medalla de oro de segunda clase al bravo e inteligente don Juan José de Arechavala, capitán retirado y guarda-ría de Portugalete, y medallas de plata de segunda clase a sus convecinos los señores Aspiazu y Gómez.

Ese mismo año de 1863, en el que contabilizaron hasta cinco naufragios en la barra, aparece también distinguido junto con otros capitanes getxotarras por su participación en el salvamento de la goleta Jeunne-Marthe varada en Las Arenas el 16 de marzo.



Seguramente que si seguimos investigando en las historias de los naufragio ocurridos en la barra en esos años aparece en otras ocasiones nuestros aguerrido marino, que vivía según atestiguan los padrones municipales en el muelle Viejo.










miércoles, 14 de marzo de 2018

EDUARDO UBAO ICAZA (1869-1952)


Este mes la ficha del periódico gratuito enportugalete.com nos recuerda la figura de unos de los hermanos Ubao, con cuya denominación se rotuló a una de las calles de la Villa.

Sobre Eduardo Ubao y su afición a las regatas y de sus hermanos ya hemos hablado en diversas ocasiones en este blog, lo mismo que hicimos con su hermana Adelaida.

Bajo estas líneas hemos recogido sobre una foto del Sporting, con Santurtzi al fondo, en la que se ve a Eduardo enseñando a nadar a jóvenes, la placa de su calle y una del Hospital de San Juan Bautista que nos recuerda su faceta de benefactor.







martes, 13 de marzo de 2018

LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XX, EN LAS FOTOGRAFIAS DE HAUSER Y MENET (1)



Con el título de PORTUGALETE EN LOS ULTIMOS AÑOS DEL SIGLO XIX, tenemos en este blog una serie de entradas tomadas de detalles de las fototipias de Hauser y Menet.

Hoy volvemos sobre el tema de la mano de José Antonio Soto que del libro RECUERDO DE BILBAO, publicado a principios del siglo pasado por Emeterio Verdes, nos ha resaltado algunos detalles interesantes como el que hoy ofrecemos con niños portugalujos jugando bajo la atenta mirada de una persona mayor, cada uno con el típico vestir de entonces.

Bajo estas líneas la lámina completa y la portada del álbum fotográfico que no deja de asombrarnos por la calidad de sus imágenes fotográficas.








lunes, 12 de marzo de 2018

LAS ARGOLLAS DE LA PUNTA


Hace un mes, Aurelio González “el navarrillo” publicó en su blog “La vida pasa” unas fotografías de las argollas de la Punta, y tercié en Facebook con un comentario sobre la argolla que falta en la parte final del morro.

Haciendo memoria, habría que decir que durante 2011 y 2012 se realizaron una serie de obras en el Muelle de Hierro, algunas poco afortunadas desde el punto de vista del respeto debido a un elemento declarado Bien de Interés Cultural en 2012 (arriostramientos transversales solo al inicio y al final del muelle, sustitución de la barandilla original cegando las bajadas al nivel inferior, hormigón impreso en el suelo, hormigonado de las escaleras originales en el espigón del Sporting, ausencia de luminarias en la farola de ese espigón, mantener los “pasos” de hormigón que no existían en la versión original, abandono a su suerte al mareómetro que habían restaurado en 2000, etc.) .

La Autoridad Portuaria había corrido con la remodelación y parece mentira el poco tacto que tuvieron con el muelle diseñado por Evaristo de Churruca, que posibilitó vencer a la temible barra y facilitar el crecimiento del puerto y la industria vizcaína. El Ayuntamiento de Portugalete también “colaboró” con el extravío de uno de los dos hitos que daban inicio al muelle señalando la empresa constructora, “Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona”.

Volviendo a las argollas, hay que decir que no estaban colocadas en el muelle original, tal y como muestra esta fotografía superior con el rompeolas ya construido (1902) y sin embargo, las seis argollas no estaban instaladas.

La finalidad de las mismas, así como la de los seis motilones que desde el mareómetro llegan hasta el comienzo de la parte “solida” del muelle, no puede ser otra que el amarre de las dragas que sirvieron para eliminar los restos de la barra una vez que el muelle había hecho su “mágico” trabajo abriendo junto a él un canal constante de 4,58 m. de profundidad en bajamar. ¿Quién no ha paseado de chaval por la Punta y no las ha hecho sonar como si fuesen aldabas?

En Octubre de 2012, me di una vuelta hasta la Punta para ver en que habían consistido las obras. Cuál fue mi sorpresa, al advertir que faltaba la anteúltima argolla junto al faro y dado que había bajamar, ésta reposaba a la vista en las rocas junto a la planchada del morro. Al día siguiente envié una carta a la Concejala de Cultura del Portugalete, Italia Canna, para poner el hecho en su conocimiento: “No sé si una brigada del Parque Móvil la podrá retirar de las rocas, a las que en bajamar se puede acceder cómodamente por las escaleras que hay bajo el faro  y depositarla en lugar seguro hasta que o bien vosotros o la Autoridad Portuaria la reponga en su lugar.

Sería una pena que estando localizada, se perdiera y más en este año que se celebra el 125 aniversario de la construcción del Muelle de Hierro.”.

Al cabo de un mes, recibí una contestación verbal, comunicándome que “al no tener competencias sobre el muelle, habló con el Alcalde para que se comunicase a la Autoridad Portuaria y que fuesen ellos quienes acometieran la retirada y reposición”.

Dado el poco éxito de la gestión, ya que la argolla seguía entre las rocas, remití el escrito al contacto que tenía en la Autoridad Portuaria, que me había facilitado el plano del mareómetro, para que la hiciese llegar “a quien corresponda”.

Como se puede apreciar en estas fotografías de 2012 y 2018, la argolla va siendo engullida poco a poco por los mojijones y las ostras, y pronto no quedará rastro de esta nueva desidia, salvo el hueco mudo en el muro.

¡Ánimo Autoridad Portuaria, que todavía se puede rescatar y reponer!.

Y ya que se ponen manos a la obra, afiancen el resto de argollas, pues algunas pueden correr el mismo camino. Y ya que están, coloquen dos faroles clásicos irrompibles en la elegante farola de las escaleras del Sporting, pues lleva sin luz toda la vida.

  JOSE LUIS GARAIZABAL



domingo, 11 de marzo de 2018

LAS AGRESIONES A LAS MUJERES: UNA NOTICIA DEL SIGLO XVIII




Cuando todavía tenemos presente la gran repercusión del pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, traemos aquí uno de los múltiples artículos de nuestro Archivero Municipal, Roberto Hernández Gallejones, sobre la historia social de nuestra Villa, que además de ofrecer una pincelada costumbrista de épocas pasadas con un ejemplo de su lenguaje, nos recuerda la lacra también existente entonces de las agresiones a la mujer.

Se trata de la agresión a una joven de unos 18 años por un fraile franciscano y dice así:

En el auto de oficio presentado a las siete de la tarde del viernes, 13 de octubre de 1741, ante el alcalde de Portugalete, don Pedro de Gordon y Zuazo, en calidad de juez de primera instancia, y con testimonio del escribano Matías de Villar, se da cuenta de que María Cruz de Eguileor, criada de la casa de María de la Quadra, esposa de Ignacio de Bon, “ausentte en servizio de su Magestad”, se encontraba en cama a causa del maltrato a que le produjo Fray José Cortés.

Los hechos habían ocurrido esa misma semana, y a consecuencia de estas desagradables circunstancias la joven no había podido declarar hasta las cinco horas de la tarde del viernes. Al habérsele “restituido la abla”, María Cruz manifestó en el domicilio de su ama, en la casa del matrimonio, ambos vecinos de la Villa habiendo jurado “por Dios Nuestro Señor, y a una señal de cruz en forma debida de derecho”, que todo había sucedido el pasado martes. Cuando sonaron las siete horas “de la noche de haber ido la dicha María de la Quadra, su ama a casa de Pedro de Manzanal, y Josepha de Bon, su hija, mujer legitima de Antonio Cortes”, a rezar en la ermita del Cristo de el Portal, se encontraba ella sola (María Cruz de Eguileor) en dicha morada “componiendo una de las camas de ella”. En el ínterin apareció allí el padre predicador Fray José Cortés, un franciscano, quien entró en el aposento con semblante serio y enojado. De repente, y sin mediar ningún tipo de provocación por parte de la declarante, el recién llegado le propinó a la muchacha un golpe en un hombro, diciéndola al mismo tiempo las siguientes palabras: “ven acá, grandísima chula, ¿cómo tienes atrevimiento de traer en lenguas a mi cuñada? (Josefa de Bon)”. La chica le dijo «que parecía a traición la iba a maltratar”. José Cortés le espetó lo siguiente: “a traición que te ahogare aquí”, y echándole las manos a la garganta la quiso asfixiar. La moza se resistió propinándole dos bofetadas al fraile, quien la apretó aún con más saña en el cuello haciéndola caer al suelo, sin poder articular palabra. La declarante no firmó por no saber hacerlo, asegurando tener 18 años de edad “poco más o menos”.
Aparece después en dicho documento otro papel fechado en la Villa de Bilbao el 16 de octubre de 1741, y firmado por el corregidor del Señorío de Vizcaya, Manuel de Navarrete, de “el Consejo de su Magestad, su oidor en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid”, para resolver el pleito presentado en grado de apelación ante su superior autoridad por Gaspar de Aranguren, vecino de los Tres Concejos del Valle de Somorrostro. Este último señor era el tío de la criada, y pedía una investigación más concienzuda en torno a dicho hecho, y con una declaración de testigos. Desgraciadamente este litigio se interrumpe aquí, sin que sepamos qué continuación tuvieron los trámites judiciales.

En la primera lista de vecinos de 1746 consta en la calle Santa María Pedro de Manzanal y Larrea, domiciliado en compañía de su hermana María, viudos ambos. También se localiza allí a Pedro de Gordon, viudo. En la misma calle se registra a María de la Cuadra “cuyo marido de años a esta parte se halla sirviendo a su Magestad en su Real Armada”: En la calle del Medio residía el escribano Matías de Villar.