jueves, 27 de abril de 2017

HERÁLDICA PORTUGALUJA (31): ESCUDO CONMEMORATIVO ÚLTIMA PIEDRA MUELLE DE HIERRO


Aun no siendo un escudo heráldico, lo voy a incluir en este trabajo dado la historia que atesora. Como ya se ha dicho en otra ocasión en este blog, se colocó en el morro el 12 de Septiembre de 1887 durante los actos conmemorativos de la colocación de la última piedra del nuevo Muelle de Hierro, que liberaba por fin al puerto de aquella barra que había impedido el tráfico normal durante siglos y que había producido números naufragios. La mar se vengó remojando a muchos de los asistentes al acto con una ola inesperada.
Como se puede apreciar en las fotografías, el escudo original fue mutilado, supongo que oficialmente durante la II República, eliminando a golpe de cincel la corona y la (A XIII) que representaba al rey Alfonso XIII, y hoy en día, allí sigue mirando hacia el Abra con la fecha del acontecimiento parcialmente oculta por el verdín. Quedó y queda la orla con la leyenda: “EN RECUERDO DE LA VISITA DE S. M. LA REINA REGENTE”.
La Villa se volcó con la visita real, como ya se dijo en el libro de esta colección, “La Ría y el fin de la barra de Portugalete” (2000), tirando la casa por la ventana, colocando un arco de triunfo conmemorativo, engalanando el pequeño el puerto y alguna de las calles. El Ayuntamiento acordó que se hiciese constar: “Que la Regia comitiva fue recibida por el Ayuntamiento en corporación, en unión del Juzgado municipal y Clero parroquial, en el desembarcadero que estaba preparado en el Muelle frente a la plaza y después de hecha la recepción en la forma que en tales casos se acostumbra se dirigió a la punta de dicho Muelle, llevando el Sr. Alcalde en su mano y a la vista del numeroso público el bastón de autoridad, así como también los Sres. Juez y Fiscal municipales y el Sr. Regidor Síndico del ayuntamiento, desplegada la bandera de la corporación, en cuyo punto bendijo el Sr. Cura párroco de esta villa, la piedra que estaba preparada, y después de colocarla en el sitio correspondiente, volvió la comitiva regia en unión del Ayuntamiento a la casa consistorial, en idéntica forma que la ida a la punta del referido Muelle”. Las crónicas de la época, resaltan el desfile tras el estandarte portugalujo.
Decía al principio, que este acto tenía su historia y es que como se puede ver, solo Portugalete ejerció de anfitrión, dado que el muelle, como continuación del existente,  se consideró jurisdicción portugaluja.
Pues bien, en 1865, varios vecinos del barrio de la Chicharra de Portugalete habían solicitado que se les agregase a Santurce, basándose en criterios de cercanía, pertenencia de sus habitantes a la Cofradía de Mareantes de Santurce, así como que espiritual y eclesiásticamente pertenecían al Concejo. Portugalete se opuso basándose fundamentalmente en lo fijado en el apeo de 1761, que establecía como de la Villa “los terrenos, casas, viñas y heredades comprendidos a la derecha de una recta trazada desde la ermita de Los Hoyos hasta la puerta del cementerio de la iglesia parroquial de San Jorge”. El Ministerio de Gobernación barrió para Santurce influenciado por los contactos que desde Londres movió el banquero santurtziarra Cristóbal de Murrieta y de una forma arbitraria se les fue la mano, considerando en un principio como la Chicharra los terrenos que llegaban hasta “las tapias del Convento de Santa Clara” y después “solo” hasta el arroyo Peñota, agregando Campo Grande, Palos, Coscojales y Torquillas. Portugalete nunca estuvo de acuerdo con los fallos.
No contentos con esto, volvieron a reclamar la jurisdicción sobre el espacio marítimo comprendido entre la desembocadura del arroyo Peñota hasta la mitad de la ría, a través del décimo tramo del nuevo muelle, incluyendo las de la playa.
El 9 de Marzo de 1899 se reunieron para realizar el deslinde en Peñota.  Alegó Portugalete que Santurce nunca tuvo jurisdicción sobre la playa de El Salto y sí Portugalete, como lo demostraba citando los levantamientos de cadáveres y su inhumación en el cementerio de la Villa, vigilancia y policía de la playa, recaudación de impuestos sobre casetas de baño de la playa, multas a infractores de normas de moral, sanciones a imprudencias en la playa y aguas jurisdiccionales, arbitrios sobre productos consumidos en la playa, etc. y sobre todo y como no menos fácil de probar, el que, cuando S.M. la Reina colocó el 12 de Septiembre de 1887 la última piedra en la terminación del Muelle de Hierro, solo el alcalde de Portugalete ejerció oficialmente en aquel punto y en todo el trayecto del dicho muelle, y los actos de jurisdicción que se hicieron necesarios”. Santurce presentó copia de acuerdos municipales relativos a la playa que ellos llamaban de Campo Grande, tomados entre los años 1896 a 1900, llamándome la atención uno en el que “se ordena los trabajos de construcción del túnel proyectado en una de las rocas de la playa de Campo Grande”.
El Gobernador dio la razón a Portugalete el día de la Virgen de la Guía de 1903, concediendo la jurisdicción sobre la playa de El Salto, sin declaración especial de costas.  Santurce recurrió, pero el 11 de Enero de 1908 se falló que “se desestimaba la demanda formulada por el Ayuntamiento de Santurce-Antiguo  en solicitud de que se declare que su jurisdicción sobre la playa y aguas hasta el centro de la ría, confirmando la resolución del Gobernador Civil  del 1 de Julio de 1903 en cuanto por ella se declara que la Villa de Portugalete se halla en posesión jurisdiccional de la playa del Salto sin hacer declaración especial sobre costas.”.
Así que aquel acto de colocación de la última piedra y el escudo, fue una prueba crucial en el pleito con Santurtzi y en los límites que hoy en día se mantienen, que me imagino, impidieron que el relleno sobre el que se construyó el polideportivo de Santurtzi llegara hasta el Muelle de Hierro.
  
Dedicado con cariño a mi familia santurtziarra
JOSE LUIS GARAIZABAL

Fotografías: Eduardo Benito Díaz de Mendivil,
Facebook (¿?)
 y La Ilustración Española y Americana 30/9/1887
Plano de José Manuel Oraa de 30-5-1888
y Ortofoto 2009 Cuaderno Portugalujo nº 11
Archivo y Hemeroteca: AHMP (C9-14, C46-7 y C46-10)

y El Pabellón Nacional 14/9/1887


miércoles, 26 de abril de 2017

EL GASOLINO DE PORTUGALETE A ALGORTA HACE MEDIO SIGLO



Hoy traemos al recuerdo los años en que existía un gasolino para ir a la playa de Algorta.
Vemos como embarcaban en las escaleras cercanas al edificio de la estación, donde estaba el cobrador con su “caja registradora”, en la que aparece en el centro Luis Garitaonandía, (la foto procede de sus fondos fotográficos de su familia) y como los pasajeros del tren que salían del apeadero de La Canilla se encontraban con el correspondiente cartel indicativo de su situación y su precio de 7 pesetas.
En las dos fotos de la derecha del año 1970, indicativas de la curiosidad que levantaba tal cartel, se inmortalizaban algunos como es el caso del popular Seve, y abajo Josune Grande.


martes, 25 de abril de 2017

EL PRIMER COCHE DE PORTUGALETE EN 1907



Días pasados, Fernando Matabuena, uno de nuestros seguidores mas asiduos a través de facebook, nos daba la noticia preguntándonos:
Sabías que el primer coche matriculado en Portugalete fue hace 110 años, en 1907, un Panhard & Levassor U2 18/30 HP 4 cilindros como el de la foto y con matrícula BI-49. Su propietario era Santiago del Portillo Pérez del Camino, casado con Ángela Teófila Nemesia de Carranza y de los Campos, hija de Fernando de Carranza Arroyo y Petra de los Campos y el Casal.
Para completar la noticia recurrimos a nuestro incondicional amigo Fernando López de Lerena, ya que el citado Santiago del Portillo fue su bisabuelo.
Al margen de que volvamos sobre la biografía de este personaje, recogemos lo relacionado con su afición a los coches, según nos trasmite Fernando:

   Fue miembro del Real Automóvil Club y participó en algún circuito organizado por dicho Club, siendo en ocasiones miembro del jurado, como fue en la "Gran Carrera Automotorista de Barázar" celebrada 19 de abril de 1914 junto a los Sres. Pedro Orue (Presidente del Automóvil Club de Vizcaya), Antxon Bandrés, Angel Maiz (Alcalde de Ceánuri), Luis Allende , etc. Esta prueba fue una de las muchas que organizaba el Automóvil Club de Vizcaya junto al Club Deportivo de Bilbao.
La afición por los coches en la familia Del Portillo continuó y así vemos que su hijo, Fernando del Portillo Carranza, con un Amilcar, participó en 1929, con 25 años, en la "Subida a Castrejana".
En una ocasión tuve la oportunidad de charlar en el chalet Carranza con el Señor Villanueva (quien había nacido allí mismo y allí vivió buena parte de su vida) y me contó que era habitual ver en la finca del chalet numerosos coches franceses, ingleses, etc... Coches preciosos que no era fácil ver en aquellos años 20 y 30,
Yo sólo conservo la foto del Chrysler Six, pero en aquellos años se podría ver el Amilcar de Fernando y otros coches.
Con relación a coches que se movieron por Portu te envío también una foto del Chrysler Six de mi abuelo, José Mª López de Lerena Epalza (casado con Concepción del Portillo Carranza) que no sé si se hizo en Portu o en Orduña, pues es donde iban en verano... quizá tú reconozcas algo en la misma... El coche tiene matrícula de Vitoria, pues tenían casa en Arratia e imagino que por eso.



lunes, 24 de abril de 2017

EL Nº 22 DE CUADERNOS PORTUGALUJOS YA ESTA EN LA CALLE




El último número de Cuadernos Portugalujos ya está en correos para los suscriptores y en los sitios de costumbre para el público en general.

Como es habitual, todos sus temas han sido recogidos en este blog y son los siguientes:


Mujeres en el Comercio. Mariví, la zapatera.

Álbum familiar.

Mujeres en el arte. Maria Franciska Dapena y Portugalete.

El servicio de reparto de Gaseosas Berriatua hace 60 años.

La saga del churrero. Facundo Soldevilla (1861-1950).

Vaquillas en San Roque desde Correos a la tejavana en los años 50.

Mujeres en la hostelería. Sofía Ayarza (1896-1969).

Anécdotas de nuestra historia. Coronada Encinas y Alfonso XIII.

Gumersinda Mª Mayor. “Mari la churrera” (1860-1949).

Novedades Bibliograficas.

Fundación El Abra.



Ya está incluido en la Biblioteca Digital Portugaluja. (pinchar).

Debemos resaltar al contemplar las dos páginas de

NOVEDADES BIBLIOGRAFICAS, la gran cantidad de títulos que se publican sobre la historia de nuestra Villa, que no hacen más que corroborar la importancia que Portugalete tiene dentro del marco general de la historia de nuestro País.

Como curiosidad constatar también una errata que se ha deslizado en estas páginas. A pesar de revisarlos multitud de veces el ordenador se ha empeñado en escribir que “Mari la churrera” era nacida en Aguilar del Rio Alhambra, en lugar del logroñés término de Alhama.








domingo, 23 de abril de 2017

TXOMIN BERECIARTUA Y SU PARROQUIA DE SANTA MARIA (1982-1991) (5)



Txomin Bereciartúa una vez dejada la parroquia recuerda los años posteriores, a sus colaboradores, y relata dos anécdotas de funerales:

Cuando en mil novecientos noventa y uno dejé de ser Párroco para ir destinado a la Parroquia de Santa Ana de Las Arenas, Javier Martinez Sueskun mi compañero pasó a ser el nuevo Párroco y, como tal, cogió el testigo de las obras, cerró la iglesia al culto y, tras dos años de exilio provisional en la Capilla del Colegio de Santa Ana, dio fin con bien a los trabajos emprendidos.
Yo me alejé de todo, ya que bastante que hacer tenía en Las Arenas, aunque volví en algunas ocasiones puntuales llamado por los dos Javieres, Javier Martín el Director de la Obra y el cura Javier. En una de ellas conseguí que hincaran el diente a dos aspectos delicados de la restauración, ya que yo veía muy clara la necesidad de quitar unos retablos neogóticos que ocupaban la actual capilla de San Roque y los testeros de las dos naves laterales donde ahora están el Tríptico y la Tabla flamencos. Además pedí y logré que se metieran con el Presbiterio y lo rebajaran en un peldaño. A pesar de los miedos al aumento de las deudas, me hicieron caso. Lo agradezco y me alegro, porque mi sugerencia mejoró mucho la obra. Tengo que decir que uno de esos retablos neogóticos retirados de las naves laterales preside hoy la Ermita de Santa Ana de Las Arenas.
En otra ocasión di mis consejos sobre los cierres o no cierres de alguna de las Capillas laterales. Algunas de éstas seguían apareciendo como propiedad de las familias que las habían levantado. Bueno, es un decir porque después de tantos siglos y tras el aumento vegetativo de las familias, las herencias y las ventas, vaya Usted a saber de quien eran las Capillas. Es el caso que las puertas de una de ellas estaban cerradas con candado cuando nosotros llegamos a Portugalete y que yo entre safari y safari había roto el candado y había abierto la Capilla al uso de todos. Un día vinieron un montón de miembros de una familia, que se decía propietaria de la misma y me rodearon entre amenazas y reclamaciones y yo me hice el sordo, pues estaba enterado de que no había papeles y de que en todo caso la tal capilla podía ser propiedad de decenas o cientos de familias descendientes de los fundadores de la Capilla. Consecuencia, esa Capilla quedó totalmente abierta tras las obras y luce ahora un Cristo gótico muy bueno, que estaba arrumbado en un rincón del coro y que según el profesor Barrio Loza de Deusto es del siglo XIV y procede de un humilladero existente en el actual cruce del Cristo.
Esta es una parte de mi rol como cura edificante, pero no en el sentido figurado y piadoso, sino en el real. Y no movido por un ansia de dejar recuerdos perennes. Es una necesidad que me nace muy dentro, en parte desde mi sentido de la estética herido por la belleza y grandeza de mis Templos abandonados por desidia y, en parte porque pienso que, al renovar y actualizar las Piedras nobles del Patrimonio de mis Parroquias, verdadero signo del Templo de Piedras vivas que ellas cobijan, mantengo vivo el Patrimonio cultural y artístico del Pueblo. Además, siempre he pensado que toda Comunidad humana necesita una buena casa.
Debo añadir aquí los nombres de algunas entidades y grupos amigos, que también echaron una mano en la tarea. Portugalete entero con sus aportaciones en dinero y los Padres Agustinos que cedieron a esta Iglesia el dinero procedente de la liquidación de la Fundación Casilda Iturriza. Haré mención también de la Asociación “Amigos de la Basílica” por mí fundada con la misión de cuidar siempre de que nunca se adueñe el deterioro de la misma.
Antes de terminar una de funerales. Mejor dicho, dos. Murió en San Sebastián Don Ángel Chopitea, Párroco que fue durante muchos años de Portugalete. Celebramos por él un funeral en nuestra Parroquia y yo acudí a los Funerales celebrados allá en Donosti. Con esa ocasión, me invitó su sobrina a comer y luego me llevó a donde Maritxu la bruja buena de Ulía, quien me leyó las manos y luego me echó las cartas. Todo salió bien y yo quedé contento y convencido de que todo era verdad. ¿Me tocará por ello algún tizonazo en el Purgatorio?
El otro Funeral fue muy distinto y se celebró por un portugalujo a quien la Guardia civil había matado en un piso de Cruces. Se mascaba el ambiente violento en una iglesia abarrotada. Quise comenzar diciendo algo así como “La muerte de ...”,  pero no pude continuar en medio del clamor a gritos “Asesinato, asesinato”. Continué gracias a que Gorka Martínez, amigo y portugalujo, subió al Presbiterio para pedir silencio. Nunca he celebrado un funeral más rápido, ya que ni tan siquiera repartimos la comunión, primero porque era imposible dado lo densamente apelotonados que estaban todos en la nave y además porque allí faltaba el espíritu de comunión. Los periodistas estaban al acecho de algún titular pero el sacristán oyó al de Radio Nacional que decía por teléfono “Ha sido muy breve y solo ha dicho que también Jesús murió muy joven”. ¿Qué esperaban?


jueves, 20 de abril de 2017

VICTOR SARDUY URRESTI (1889-1968)



Entre las fotos del archivo de Chus Navarro, figura esta que presentamos hoy y que corresponde a este sacerdote tan conocido y recordado en la Villa, ya que estuvo aquí casi medio siglo.
Había nacido en un caserío de Mújica y tras cursar estudios de Humanidades en Durango y los de Filosofía en el Seminario de Vitoria fue ordenado sacerdote en junio de 1916, celebrando su primera misa meses después.
Tras ejercer de párroco en el pueblecito alavés de Atauri, en 1920 pasó de coadjutor a Lejona y en 1924 fue trasladado a Portugalete.
Aquí estaba de párroco León Fernández Martínez (ejerció durante casi 50 años) al que sustituyó en 1930 Eduardo Escarzaga, y en 1932 Angel Chopitea con el que tuvo una gran relación hasta que este fue jubilado.
Euskaldún de nacimiento, por su carácter fue muy recordado en la Villa, y algunos recuerdan también sus discusiones, o conversaciones que no querían que trascendiesen, en euskera con Angel Chopitea, también euskaldun.
A Chopieta le sucedió en 1961 Pablo Bengoechea, y con este de párroco celebró sus bodas de oro de sacerdote con gran repercusión en la Villa, el día de San Juan Bautista de 1966.
A la misa solemne en la Basílica asistió el obispo Pablo Gúrpide y el presidente de la Diputación el portugalujo Placido Careaga, siendo sus padrinos el alcalde José Manuel Esparza y su esposa María Teresa Palacio.
Tras bailarle un aurresku en el pórtico de la Basílica se celebró un banquete en el Hotel, mientras en el Hospital Asilo, por invitación personal suya, se servía una comida especial.
Seguramente que muchos de los que le conocieron podrán contar particulares anécdotas de este cura que nunca quiso dejar “su pueblo portugalujo”, aunque tuvo ofertas para hacerse cargo de parroquias vecinas, y que recordaba con especial satisfacción de su larga permanencia en la Villa, el día en que su parroquia adquirió la categoría de Basílica.
Según su sobrina Pilar, en la foto aparece junto con su madre.


miércoles, 19 de abril de 2017

CENSURA MUNICIPAL EN EL FINAL DE LA DICTADURA



Tasio Munarriz, nos recoge hoy una muestra de censura que sufrieron en los años 1973 y 1974 las distintas sociedades o asociaciones portugalujas que actuaban fuera de la órbita del régimen:

1.- La Jefatura Superior de Policía denegó el 13 de marzo de 1973 a Paco Ruiz Ortega, presidente de la Sociedad Cultural, el permiso para celebrar una reunión en el salón de actos de la Casa parroquial de las asociaciones “Lora Barri”, “Asociación de familias”, “Los Barbis” y “Elai-Alai” por no considerar procedente su celebración.
2.-  En mayo de 1973 el alcalde prohibió la celebración de un ciclo cultural en el salón de actos del colegio de Santa Ana al Elai-Alai. El proceso fue el siguiente:
El 25 de abril de 1973 el delegado provincial de Información y Turismo autorizó al solicitante Andrés Rueda Olavaria, presidente del Elai-Alai, la celebración de este ciclo cultural con el siguiente programa:
”Un nuevo renacimiento” y “La literatura vasca de hoy”, conferencia de Mikel Zarate.
“Historiografía del País vasco”, conferencia de Carlos Caballero.
“Las condiciones sociales del desarrollo”, conferencia de Antonio Cayero Uría.
Proyección de la película “Ama Lur”, de Nestor Basterretxea.
El gobernador preguntó a Esparza sobre la procedencia o no de conceder la autorización. El alcalde pasó la pregunta al Consejo Local del Movimiento, cuya comisión de cultura le respondió de esta manera:
“(El solicitante) es persona de clara tendencia nacionalista y asiduo a la Parroquia de Santa María. …. Esta comisión de cultura informa de lo siguiente:
1º.- Es notorio el empeño de promocionar por parte de los organizadores  (coadjutores de la Parroquia de Santa María - Sociedad Cultural) los temas VASQUISTAS así:
a)        “Mesa redonda sobre la NOVELA VASCA, celebrado (sic) el 4 de mayo de 1973. (Organizada por el Elai-Alai)
b)        “Exposición de PINTORES VASCOS” celebrada en julio de 1972. (Organizada por la Sociedad Cultural en el chalé de Zugasti)
c)        “Expedición de MONTAÑEROS VASCOS a los Andes” conferencia de septiembre de 1972. (A cargo del club de montaña Ganerantz en el Java)
d)        El Ciclo Cultural que ahora anuncian referente a “LITERATURA VASCA, HISTORIA VASCA, ….”
e)        Y la misma “MISA VASCA” que se celebra todos los domingos y festivos en el mismo Colegio Santa Ana. (Decisión tomada por todas las parroquias)
2º.- “El Consejo Local denuncia y advierte lo arbitrario que resulta dedicar un interés tan preferente a un tema minoritario y que, a través del Colegio de Santa Ana tan vinculado a la parroquia de Santa María (parte del Colegio), no puede garantizar el que no sea utilizado dicho Colegio como foco de subversión” Portugalete, 8 de mayo de 1973,
El alcalde prohibió la celebración del ciclo cultural. Los que quisieron ver la película “Ama Lur” tuvieron que ir al colegio Santiago Apóstol de Bilbao.
3.- El 17 de noviembre de 1973 Esparza notificó a Txaro Arriaga, miembro de la Asociación de Mujeres de Portugalete, que el gobernador había prohibido la representación por el grupo teatral “La Asociación La Salle” de Sestao, de las obras “Retablo en tiempo presente”, “Farsas contemporáneas”, “La opinión” y “Los opositores” en el salón de actos de la Casa parroquial.
4.- El 6 de septiembre de 1974 funcionarios municipales retiraron de varias tiendas y bares carteles visados con el sello de Información y Turismo. Estas hojas fueron repartidas también a la salida de las misas en las parroquias de Nuestra Señora de Nazaret (La Florida) y María Madre de la Iglesia (Buenavista). Los promotores eran la Asociación de familias y la Sociedad Cultural, que informaban de la necesidad de que todos los vecinos participasen en la elaboración de un Plan de Ordenación urbana (P-O-).  La policía municipal fue a altas horas de la noche al domicilio de una de las personas que colocó esos carteles para que se presentase esa misma noche en el ayuntamiento con el fin de responder a algunas preguntas.
El alcalde escribió al gobernador el día 9 una carta en que le decía:
“La nota distribuida en murales y en las hojas, que adjunto copias, son un ataque constante al Ayuntamiento y a lo que éste representa, para lo que utilizan toda clase de mentiras e insensateces con las que este pequeño grupo de cariz comunista y separatista trata de infiltrarse con la aplicación de nuevos métodos y consignas recibidas empleando latiguillos como los de “derecho indiscutible a decidir como queremos Portugalete, etc…”
Se ha podido comprobar que la propaganda fue repartida por chicos y chicas, o sea gente joven.
Los responsables de las dos asociaciones citadas solicitaron una entrevista con el alcalde, que les recibió el día 12. Este les dijo que, además del visado de Información y Turismo, necesitaban la presentación de los carteles en el Ayuntamiento.
5.- Otra prohibición. El 27 de noviembre de 1974 el alcalde escribió al gobernador una nota en la que le decía que no era partidario de que concediese autorización al ciclo de Cine-forum programado por el club juvenil de la Asociación de Familias en el salón de actos de las Javerianas con las películas “El jardín de las delicias” de Carlos Saura, “Triángulo” de Rafael Moreno Alba, “Ana y los lobos” de Carlos Saura y “Chicas de club” de Jorge Grau. Lo razonaba diciendo que se trataba de una asociación impregnada de matiz partidista, estando encaminada toda su actuación a torpedear la labor municipal.




martes, 18 de abril de 2017

LAS FOTOS DE NUESTROS AMIGOS



Reseñamos con frecuencia las fotografías que nos envían para completar los archivos fotográficos de Portugalete, su vida, su gente, su paisaje, del último siglo de su existencia fundamentalmente.
Hoy con esta entrada queremos recordar que la mitad de los seguidores de este blog, lo hacen a través de Facebook, por lo que muchas fotos las podemos descargar a través de este medio en la que contamos con casi 2.000 amigos.
Como ejemplo traemos hoy estas dos fotos de nuestro amigo, vecino de infancia en el nº 12 del Ojillo, Juan Angel Barquin, que nos ofrece desde su muro. Nos trae a la memoria cuando de pequeños nos llevaban a la playa de Las Arenas, donde aparece él y su hermano con su madre, y una novedosa foto de las escuelas de Zubeldia, pues están en la entrada del edificio y con una curiosa casita de adorno.

En la última comida de Amigos del Ojillo, se recordó una vez más la necesidad de recopilar fotos familiares si queremos publicar la historia de la calle con más solera de la Villa.

lunes, 17 de abril de 2017

HERÁLDICA PORTUGALUJA (30): MONTAÑO-SALAZAR EN LA TORRE-MUSEO



Cuando ya había dado por terminada la serie sobre “Heráldica portugaluja”, ha surgido un nuevo escudo de Salazar a sumar a los ya publicados (Casa Salazar, Salazar-Retuerto, Torre de Salazar, Camposanto y Basílica de Santa María), del que he tenido noticias gracias al blog SANTURTZI HISTORIAN ZEHAR de García de Iturrospe, al hacerse eco de lo publicado en este blog, cuando comenté la presencia de varias piezas religiosas provenientes de la iglesia de San Jorge que se encontraban depositadas en el Museo de Arte Sacro de Bilbao, el cual las cedió para ser expuestas en el Museo de la Torre de Salazar.
Entre las piezas, figura una cajita de plata con tapa (140 x 65 x 50 mm aprox.), usada para guardar las crismeras con los Santos Óleos de estos tres tipos: de los catecúmenos, de los enfermos (Unción de los enfermos) y Santo Crisma (perfumado, para Bautismo, Confirmación, Orden Sagrado y consagración de altares e iglesias), que fue donada a la iglesia de San Jorge de Santurtzi por el Licenciado Montaño Salazar en el año 1569. Desconocemos si en su interior se encuentran las crismeras y si el “uncionario” citado en la leyenda, es la cajita.
La verdad es que ya fotografíe en su día esta pieza, pero solo por la parte delantera, no reparando en la inscripción y escudo que tiene en la parte trasera, que solo se puede leer al subir o bajar por la escalera, dado que la vitrina está adosada al  hueco de escaleras de la torre.
“ESTAS CRISMERAS CON SU : UNCION ARIO IZO AZER EL LICENCIADO MONTANO : SALAZAR PARA LA IGLESIA DE SANTIORGE DE SANTURZE 1569: “
En esa cara se puede leer la inscripción anterior que certifica la donación y bajo el texto, el escudo de Salazar pero con estrellas de seis puntas, que habría sustituido al original de los Montaño-Salazar, que según J. Ybarra y P. Garmendia al hablar de la torre de Montaño (barrio Montaño en Muskiz), lo describían así: “… no conserva el escudo de la familia o no lo tuvo nunca, pero existen datos de las armas de sus moradores (los Montaño), que llevan por armas: escudo partido en faja, en el primero en campo de oro, montaña del mismo color, sumada de una encina de sinople frutada con bellotas de oro y debajo un castillo de piedra sobre ondas de mar azul y plata. En el segundo, campo de gules con trece estrellas de oro. Este escudo del que existen variantes, acusa la vinculación de la torre de Montaño a los Salazar, lo que se comprende dada la proximidad del salazariego castillo de Muñatones, del que sería una avanzada”, que corresponde a la descripción que hizo Labayru
de un escudo de los Montaño originario de las Encartaciones y precisaba la situación del castillo de piedra con su torre de homenaje en la falda del monte. Sin embargo, Ybarra en su obra “Escudos de Vizcaya” cita otras variantes como el de la torre de Murga en Zalla, hoy ayuntamiento, “dividido en dos, en la parte superior ostentaba los tres sauces primitivos del escudo de Salcedo y  la superior, las trece estrellas salazariegas que usaron los” Montaño. También cita otro que describió Labayru como originario de Bilbao, “partido con una montaña en el primer cuartel y en el segundo, banda con cinco lises, dos sobre ella y tres abajo”. Como vemos, el único elemento común son las estrellas que el Licenciado grabó en la caja de las crismeras.
La cara delantera de la caja solo tiene grabado un óvalo y la cruz sobre el Gólgota, con los tres clavos y el INRI. En la tapa, a modo de asa, una esfera coronada por una cruz (creo que rota) que reposa sobre un elemento vegetal. Esta esfera recibe el nombre de orbe o “globus cruciger” y es una de las joyas que poseían y poseen los reyes y emperadores cristianos. El globo representa al mundo y la cruz el poder de Cristo sobre la Tierra, al que se someten los monarcas.
Pero ¿quiénes eran los Montaño-Salazar?. ¿Tenían relación con la Villa?.
Vamos a recurrir, una vez más, a los trabajos de investigación de Goio Bañales y en concreto a su obra “Mayorazgos de la Villa de Portugalete” con la que ganó el V Premio de Investigación Histórica Noble Villa de Portugalete.
En ella nos dice, que en la Villa existieron varios mayorazgos y que este es uno más de los que tenía parte de sus bienes vinculados fuera de los límites de la Villa, en concreto en Somorrostro, al ser originarios de Musques y San Pedro de Abanto, donde contaban entre otras posesiones con la casa-torre y aceña sita en Altamira, junto al río Pucheta (¿Cotorrio?), de la que no quedan restos.
En la Villa eran propietarios entre otras, de “la casa que fue morada del capitán Lope de Montaño Salazar, llamada casa de la Sierra, sita en la calle Santa María, a la cabeza de ella, frontero a la iglesia parroquial, pegante a casas que fueron del general Francisco de Vallecilla, con sus lagares”. A pesar del apelativo “casa de la Sierra”, es muy probable que fuese la actual  Santa María nº 26, tal y cómo dibuja Goio Bañales en un plano de su obra “Mayorazgos de la Villa de Portugalete”. Luce un escudo esquinero que Ybarra asignó –en mi opinión erróneamente- al apellido Jauregi, mostrando en su primer cuartel un castillo con torre de homenaje y árbol raigado a su lado, pero sin la montaña y las ondas de agua, que como hemos visto antes, eran una de las armas de los Montaño. A escasos metros de ella, en la calle del Medio, figuraba otro escudo con las 13 estrellas y estos dos elementos (árbol y torre).  Yo creo que ambos tenían relación.
El mayorazgo de Montaño Salazar fue creado por el Licenciado Lope de Montaño Salazar, provisor del obispado de Cuenca y fiscal del Santo Oficio de la Inquisición, en su testamento otorgado en Cuenca en 3 de marzo de 1569. En este documento testaría las crismeras a San Jorge e indicaba que sus padres, Lope de Montaño-Salazar y doña Teresa Gómez de Salazar habían repartido sus bienes entre sus hijos Pedro, Catalina y él mismo. A los dos primeros les correspondió por herencia los bienes que sus padres tenían en Portugalete, y al licenciado lo que poseían en Somorrostro.
En su testamento, el licenciado Lope de Montaño-Salazar dejó todos sus bienes, constituidos en mayorazgo, a su hermano Pedro de Montaño-Salazar mientras que este viviese y para que después le heredase el mayor de sus hijos, con la condición de que tomase siempre el apellido de Montaño-Salazar y que fuese su primera morada la casa y torre de Altamira.
Pedro de Montaño-Salazar (n.1508), hermano del licenciado, casó con doña María Ortiz de Santurce. Aunque no sabemos si fueron fruto de este matrimonio o de otras nupcias, nos consta que dejó por hijos a: 1.-Pedro, que heredó el mayorazgo y las posesiones de San Pedro de Abanto y  2.-Lope, capitán, que heredó en Portugalete. Casó en segundas nupcias y tuvieron tres hijos, todos ellos bautizados en la Villa en 1622, 1629 y 1632.

JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO

Fotografías: Jose Luis Garaizabal (2017) y Goio Bañales.
Bibliografía: 
“Mayorazgos de la Villa de Portugalete” de Goio Bañales (1997),
“La casa-torre de Montaño (Muskiz)” de I. Martín y A. Zubizarreta,
“Torres de Vizcaya” de J. Ybarra y P. Garmendia (1946)
y “Escudos de Vizcaya” J. Ybarra (1967)





sábado, 15 de abril de 2017

AYER, 86 ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA SE TERMINO DE IMPRIMIR EL TOMO 22 DE LA COLECCIÓN EL MAREOMETRO


Ayer mientras muchos disfrutábamos de la fiesta del viernes santo, las máquinas de la imprenta terminaban de imprimir las 300 páginas del último libro de la COLECCION EL MAREOMETRO.
En su página nº 12 un recorte del periódico El Liberal del 15 de abril de 1931, titulado EL NUEVO AYUNTAMIENTO DESPUES DE CONSTITUIDO, CANTA CON EL PUEBLO “LA MARSELLESA” Y “LA INTERNACIONAL”, dice al respecto:
Entre siete y ocho de la noche, un inmenso gentío se fue congregando en las inmediaciones de la Casa Consistorial, en espera de que fuese proclamado el cambio de régimen, lo que ya nadie ponía en duda. Constantemente se escuchaban vivas a la república española, que eran coreados con verdadero frenesí.
Respondiendo a los deseos de la muchedumbre, acudieron a la Casa Consistorial los concejales electos y uno de ellos, el Sr. González Cintora, se asomó al balcón central, desde donde dirigió la palabra al pueblo, anunciándole el cambio de régimen en España y que seguidamente el nuevo Ayuntamiento procedería a la proclamación de la República en Portugalete. Recomendó a todos el más absoluto respeto a cosas y personas, animándoles a que cada uno se convirtiera en agente del nuevo régimen y guardador del orden, Terminó anunciando que momentos después y a los acordes de La Marsellesa sería izada la bandera republicana, palabras que fueron acogidas por la multitud con una ensordecedora ovación.
Acto seguido los concejales demócratas requirieron al secretario del Ayuntamiento, Sr. Ciriquiain, para que avisase al alcalde monárquico Sr. Suarez…..

Mariano Ciriquiain, en el acta de la sesión del 14 de dicho mes a las 7 de la tarde recogida en la página nº 13 del libro, continua el relato:
Hacen acto de presencia en la Casa Consistorial los señores concejales electos el día 12 del actual, detentando, según manifiestan, la representación del Pueblo y del Gobierno Provisional de la República.
Dichos señores requieren, en presencia de mí el Secretario, al Sr. Alcalde D. Ángel Suárez a que les haga entrega del Ayuntamiento por haber sido proclamada la República en España y ser ellos mandatarios del nuevo régimen. El referido D. Ángel Suárez, accediendo al requerimiento que se le hace, pone en mano de D. Federico Sánchez-Vallejo la vara de la Alcaldía y con ella la autoridad que representa, manifestando que así lo hace pero declinando cualquier responsabilidad que pudiera caberle, toda vez que no ha recibido para ello orden alguna de su superioridad, retirándose acto seguido del Salón Consistorial.

Los demás cargos electos presentes confirmaron con carácter provisional las funciones de Alcalde conferidas al señor Sánchez-Vallejo, quien las aceptó, quedando constituida provisionalmente la Corporación. Seguidamente se declaró pública la sesión, dándose orden de abrir las puertas del Salón Consistorial, y entrado que hubo el pueblo en él, el primer edil manifestó que había sido proclamada la república en Portugalete y constituido el primer ayuntamiento republicano, del que él era su primer alcalde provisional, en cuyo cargo tenía el gusto de ofrecerse al vecindario, y de recabar su concurso para hacer más llevadera su difícil labor. A continuación hizo uso de la palabra el socialista Cándido Busteros Orobengoa, abundando en las mismas consideraciones que el señor Sánchez-Vallejo. Puesto en pie, el pueblo, se entonaron la Marsellesa y la Internacional, guardándose a la vez dos minutos de silencio en nombre de los capitanes Galán y García Hernández. Tras estos actos y a una indicación del Alcalde-Presidente, se retiró el público del Salón dentro del mayor orden, levantándose la sesión.

viernes, 14 de abril de 2017

RELATOS DE FIN DE SEMANA: RECUERDOS FUERA DEL BAÚL… (2)



Siguiendo con los recuerdos de personas, echo de menos a Juana, la “Avisadora”, cuyo oficio desapareció hace años. La avisadora, entre otros asuntos, anunciaba, de viva voz, por los portales y escaleras de las casas, las horas del funeral y de la conducción de los difuntos. Los niños de entonces, sabíamos que a esa hora, no habría juegos ruidosos en El Ojillo, por respeto, y veíamos pasar la cruz procesional, al cura y monaguillos, el féretro portado en carroza funeraria, a la familia, a veces a las autoridades y los vecinos.
Pasaba, por delante de las casas, el “Paragüero”, personaje gallego usuario de txapela, que también arreglaba cazuelas y similares, y que, más tarde, estableció en El Ojillo un comercio más.
Y no, no me olvido de “el Mielero”, del personaje, con su pantalón de pana negra y sus alforjas, con la romana y los cucharones, portando sus dos cubas, barrilitos, con unos diez kilos de miel en cada uno. No puedo recordar si se trataba siempre de la misma persona, quien avisaba “¡¡ Mielero de la miel !!” a su llegada. Por su lado, el “Afilador” se anunciaba con el toque de su chiflo -una flauta de pan-, para advertir su servicios en “cuchillos, navajas, tijeras,…” de viva voz.
Un personaje de mi infancia era Mariano, de la Droguería en El Ojillo, frente a la Carnicería de Lucita, donde los niños éramos los reyes y mi madre controlaba nuestro peso en su báscula de plataforma y pesas móviles. Otro personaje, era Varona, el heladero ambulante, que se trasladaba con su “carrito del helado” y paraba en los lugares donde había posibilidad de venta de género.
Eulogio y sus perros de caza, Mari -la “malísima”-que trabajaba para Don J.R. Susaeta-, cuyos pies vimos muchos años en las procesiones de Semana Santa.
Otros protagonistas, eran Herminio el “Carbonero” con su carro y su saco usado como capucha, el “Cartero” y sus avisos a los destinatarios de correspondencia,… Todos ellos, personas que ofrecían sus servicios y recibían un pago, no como ahora, que tiramos los paraguas, las cazuelas, los cuchillos,… y los compramos nuevos, además de no usar el servicio postal, tampoco carbón,… Las defunciones, ahora, las leemos en esquelas colocadas en los postes y en las paredes de las cajas de ahorros y bancos.
Un visitante no muy frecuente, pero reiterado, era la hornacina con la imagen de San Felicísimo, al que se le encendían unas lamparitas de aceite y se acompañaba con unas oraciones y unas monedas por la ranura antes de entregarlo al siguiente vecino.
Y ¿quién no evoca la “Campa del Gordo”?, entre la cantera y la Granja San Roque, que abrió un comercio en El Ojillo, ¿ lo recordáis? En su tiempo, fue rompedor desde el punto de vista de la decoración. Otro lugar, que duró mucho, era el kkleku de La Perdiz, donde lo hombres obraban las “aguas mayores” en cuclillas y los chiquillos jugábamos en un futbolín con terreno de pizarra y figuras metálicas.
Unos personajes, que se perdieron, eran los guardias de tráfico en los cruces de Gral. Castaños con el Ojillo y de Gral. Castaños con Carlos VII, con su casco blanco de origen colonial francés, sustituidos por sistemas de semáforos. Y llegado aquí, cómo olvidar la estampa de los palangreros y señoras, preparando y cebando los palangres para la siguiente jornada y el aroma a pesca recién capturada que les envuelve. Eso es Portugalete puro.
Ya no está el Fielato de El Ojillo, la caseta junto al antiguo edificio de El Kilómetro, que ahora es un solar a la espera. Allí, hace años, hasta 1960 o así, se cobraba los arbitrios municipales por las mercancías de consumo que llegaban y salían de la villa. No lo recuerdo mucho en tal función –más bien como lugar de descanso del guardia de El Cristo– y, quien lo atendía, solamente colocaba anuncios oficiales y esquelas en el tablero, a la izquierda de la puerta.
Otro personaje de mi infancia, fue Angel Comonte -cuyo hijo mayor, fue compañero en Zubeldia-, y su carácter animoso en las fiestas de San Roque. De él, hay un recuerdo que no termino de fijar: ¿ se dedicaba también a construir los propios instrumentos de la banda de cartón?.
Hablando del santo, recuerdo la imagen blanca de la ermita de la parte alta de El Ojillo y sus parterres. Veo todavía los pins que reclamaban mantener el precio de los chiquitos en 0,50 ptas.
Voy terminando esta colección con un recuerdo de los recreos de en la escuela de Zubeldia, en un patio sin puertas ni vallas: la Tejavana, que fue cancha de balonmano, de fútbol,… y hasta coso de vaquillas.
Y me vais a permitir cerrar aquí, antes de que el manantial de los recuerdos no pueda cesar de aflorar: un recuerdo muy cariñoso para Carmen, Teodora, Dolores, Filo, Emilia,… Son las amigas de mi abuela Martina, de tiempos de paseo a la recogida de manzanilla y otras hierbas en las campas de Triano, de tiempos de partidas a “la brisca” en la casa de Carmen en el Alto de la Pastora,…

MARTINTXU

jueves, 13 de abril de 2017

RELATOS DE FIN DE SEMANA: RECUERDOS FUERA DEL BAÚL…



Días atrás, os decía que mi residencia aquí ya va para los cuarenta años. Eso, será en mayo, y, por más que lo intento siempre que digo "vamos a casa", o “me voy a casa”, me refiero a que vuelvo a Portu.
Algo hay en mi cerebro, que no actualiza la vivencia. Bueno, qué le voy a hacer, eso tiene como ventaja que, compensando la distancia, debo guardar muchos recuerdos. Y vete a saber si éstos son la causa de la falta de restauración neuronal.
Sí, echo de menos muchas personas y experiencias de Portugalete. Por ejemplo la leche que repartía Petra, en invierno, en la escuela de Zubeldia, usando una cafetera de aluminio muy grande. Su aroma era extraño para quienes teníamos ganado en la familia y lo arreglábamos con un sobre de TODDY, un sucedáneo del COLA-CAO, más asequible en precio, que se ha perdido del mercado español de polvos a base de cacao.
Pero no añoro, por ejemplo, una clase de escuela bajo la vara de Don Eufronio Vidal, en la que estoy sentado entre Toño Amo, con quien mantengo vínculos, y Jose Manuel Bustín, a quien saludé este pasado verano, tras muchos años sin encuentro.
No echo de menos los cantos ni los saludos y desfiles ante la exposición de la heráldica imperante en la cabecera del pasillo principal del piso superior y no hablaré más de ello. Sí que me referiré al canto  “Venid y vamos todos con flores a…”, dedicado a la Virgen María, entonado cada año, cada tarde de su mes, mayo, el de las flores. Una más de las forzadas costumbres que la Iglesia impuso tras la “cruzada”.
Oigo el sonido del silencio en la noche portugaluja, que no era tal, sino que los ruidos en las fábricas estaban tan atenuados por la distancia, que no molestaban al durmiente. Esa situación cesaba con el aullido producido por los cuernos de aire que avisaban de los inicios de jornada y turno. Recuerdo que los mayores conocían sus tonos, sabían a qué hora correspondía cada uno de ellos, y procedían a despabilarse para acudir a la respectiva tarea.
En el otro lado, el del sigilo, recuerdo los mudos resplandores rojizos que reflejaban las nubes nocturnas en el momento del sangrado de las coladas de arrabio desde los hornos altos a los convertidores y de éstos a las cucharas.
Y me falta el espacio vacío en las calles, cuando eran nuestras, de nosotros, de los niños, de los de El Ojillo y de los de otras calles, la suya. En esa época, un coche era un acontecimiento y lo más grande que se veía era un SEAT 1400, de los que tenían redondeces en los ángulos y portaban cubiertas con una banda blanca lateral.
Esos, casi siempre, eran taxis – aunque uno de los taxistas de Portu portaba un vehículo, siempre extranjero y muy vistoso, que se llevaba las miradas de los varones que pasaban a su lado -, pero también algún camión o autobús, en nuestro caso, los de las gaseosas BERRIATÚA y SIRIMIRI, el de FRUTAS MIÑON o el autobús de ENCARTACIONES a Gallarta.
En esas calles libres, nuestras, jugábamos al fútbol, corríamos, y, si había pared suficiente, caso de la Clínica Sabin, hacíamos juegos de frontón.
No usé el tranvía de la línea a Bilbao y Santurce, el servicio fue retirado en el 59, creo. Pero mi falta de recuerdo me ha permitido disfrutar como un niño, pasados los cuarenta, en el tranvía de Gante, en los de Berlín y Ámsterdam, Praga, Budapest, Estocolmo, Varsovia, Wroclaw, Cracovia, Helsinki, Viena, Innsbruck, Lisboa, Leipzig, Bruselas,… y en el de Roma. Ahora, en Barcelona y Bilbao, también hay tranvía, pero… ya no es lo mismo.
Recuerdo mucho la pista de ceniza del estadio de San Roque, dedicado a los Hnos Ibarra, que no sé quiénes fueron, pero sé que no eran de Portugalete. Ahí se cultivaba conocimiento, cortesía y se cocía la afición. Ahí mismo pude ver (allá por 1960/61… creo) a Miguel de la Quadra Salcedo, lanzando la jabalina estilo “barra vasca”, a Ignacio Sola, saltando con la pértiga al foso de arena, y a otros.
Añoro los baños de agua salada en las aguas de la ría, desde la rampa del dique, por donde, cada año, sacábamos el ALIMAR, un bote de remos, propiedad de mi padre, para limpiar fondos y pintar. Para entonces, años 64, 65,… la ría resultaba “sucia” y perdió atractivo como lugar de asueto. Menos mal que llegó la primera piscina municipal. Y ahora, cuando la ría está más limpia que entonces, no parece ya el lugar más indicado para darnos un baño.
No olvido nuestras entradas en las “novenas” de la capilla de las Siervas de Maria, con nuestros seis/siete años, donde nada entendíamos, aparte del susurro devoto de las señoras que asistían en serio. Ahí aprendí el “Tantum ergo sacramentum…” que las monjas entonaban. No lo he olvidado. Nosotros, o sea Manu, Mikel, Mariceles, Julio, Josi, Ali, Iñaki,… nos conformábamos con que nos dejaran estar, sin interferir ni molestar a Don Andrés durante sus oficios, para que no nos echaran a la calle.

Sigo mañana recordando a las personas.

MARTINTXU


martes, 11 de abril de 2017

TXOMIN BERECIARTUA Y SU PARROQUIA DE SANTA MARIA (1982-1991) (4)



Continua hoy Txomin Bereciartúa, reflexionando sobre el Portugalete que se encontró en aquellos años de los 80 y las obras que decidió acometer en la casa parroquial y en la Basílica, y que encabezamos con su presencia en SURPOSA que explica al final de esta entrada:

Me encontré con una Villa, que no pueblo, con su idiosincrasia y gran personalidad. (Un chaval fue a la mili y el Coronel le preguntó que de donde era y él respondió “De Portugalete”. Entonces el Coronel le dijo: Bravo chaval, yo viví durante algún tiempo en Portu y me di cuenta de que todos vosotros os presentáis siempre como “De Portu”, tenéis una gran personalidad. Serás mi asistente y estarás contento”).
Con vida social (contraste con Getxo). Amante de su historia, sus tradiciones y costumbres. Que me acogió amable y colaboradora. Con un Ayuntamiento (Doroteo) abierto. Con Patrimonio en el que destaca la Basílica.
La Casa parroquial.
Pero una familia que funciona necesita contar con una casa acogedora y bien dispuesta. La Parroquia tenía casa o mejor dicho casas, pero ni eran acogedoras ni estaban bien dispuestas. Por eso nos metimos en obras y, dando vuelta al calcetín, arreglamos la Casa Parroquial y la convertimos en el digno y moderno lugar de encuentro de la gran familia parroquial, donde siempre había alguien y todos mayores y pequeños teníamos nuestro hueco. Poco después, renovamos también a fondo la Casa Cural, en la que hoy viven sacerdotes del Sector pastoral de Portugalete.
Pero además de las casas teníamos la gran y monumental Casa por excelencia, la Basílica Parroquial de Santa María, una de las joyas más importantes del Patrimonio Monumental del País y orgullo de la Villa de Portugalete. Sus piedras renovadas son hoy la mejor imagen de la vida de la Comunidad Parroquial.
Quien entre ahora en el templo difícilmente podrá imaginar el estado en el que lo encontramos cuando hicimos nuestra entrada en la Parroquia. Caían goteras sobre algunos altares, la maquinaria de una horrenda calefacción industrial daba bofetadas a la belleza del conjunto apenas vislumbrada entre la oscuridad general reinante, un Cristo “volador” colgado sobre el altar mayor ocultaba el Retablo mayor, por cierto plagado de xilófagos, una instalación eléctrica muy vieja amenazaba peligrosamente con posibles incendios, grandes carteles y elementos sobrantes afeaban el conjunto, la sacristía estaba desplazada, el gran órgano totalmente abandonado,... Mi compañero Javier me tomaba el pelo al verme hacer “safaris” de inspección y limpieza por el Templo movido por mi sensibilidad por cuidar y atender debidamente el Patrimonio. Cuando tocó retirar el Cristo “volador”, creímos conveniente que siguiera siendo útil y lo cedimos para que presidiera la Ermita de San Bartolomé de Leioa recién restaurada.
Y pusimos manos a la obra de la restauración, bueno es un hablar, porque en realidad lo que hicimos fue movernos para que afrontaran las obras quienes podían y debían hacerlo.
Conseguimos que la Diputación de Bizkaia arreglara a fondo los tejados, restaurara el gran Retablo Mayor y los Ventanales, recuperara el monumental Órgano romántico y restaurara también una Tabla y un Tríptico flamencos muy deteriorados. Todos lo hicieron con interés y cariño evidentes, pero sobre todo fue Aingeru Zabala quien más empujó la barca.
A propósito de Órgano tengo que decir que la iniciativa de su arreglo partió del feligrés Adolfo Santiago, quien, al poco de nuestra entrada en la Parroquia, se presentó un día en la sacristía urgiéndonos la restauración del mismo mientras decía: “Y para que la cosa no quede en buenas intenciones y palabras aquí tiene Usted este dinero con el que empezar la tarea”, al tiempo que nos entregaba una buena limosna. Luego vinieron las gestiones con la Diputación y llegaron los arreglos. Y, ya que he mencionado a Adolfo Santiago, quiero recordar aquí a su hermano Arturo, sorprendente inventor de artilugios para su industria y artista y manitas aficionado, sin cuya iniciativa y colaboración jamás hubiéramos soñado con montar por Navidad el monumental Nacimiento parroquial.
Pero el centenario y grandioso Órgano hubiera permanecido en silencio si no hubiéramos contado luego con el buen equipo de organistas artistas, fieles y entendidos, que formaron y forman los portugalujos Rosa Zubiría, José Mari Guantes y Luis Mari Trejo.
Pero, ¿cómo hincarle el diente a la restauración total del templo?
Ya he hablado de mis buenas relaciones con el Ayuntamiento. Yo me llevaba muy bien con el Alcalde sucesor de Pinedo, Gerardo Pradas, que era socialista, algo así como si fuéramos Don Camilo y Don Pepone. Así es que le propuse su obligación de devolver todo su esplendor a la Basílica, para así no romper el espíritu con que el Concejo había cuidado desde siempre de su Iglesia de Santa María. Obedeciendo el mandato fundacional de la Villa había levantado poco después del nacimiento de la Villa un pequeño edificio románico y más tarde el actual Templo. Con el tiempo lo había restaurado tras las carlistadas con la colaboración de Don Víctor Chavarri y lo había dotado de reloj y de campanas. Tocaba ahora al actual Ayuntamiento coger el testigo y salvar el Monumento. “Yo me iré y no me llevaré ni un pedrusco -le decía-, y aquí quedará para siempre vuestra Iglesia de Santa María de la que tan orgullosos os sentís los portugalujos todos, “creyentes y no creyentes”.
Convencidos el Ayuntamiento y su Alcalde, no hizo mucha falta de convencimiento ya que todo portugalujo digno de este nombre toma como cosa suya la iglesia de Santa María, “La Parroquia” buscaron entre la normativa el modo de poner en marcha la restauración total del Templo y lo hicieron montando una Escuela Taller en la que los chicos y chicas aprendían oficios de cantero, albañil y carpintero mientras los aplicaban en las obras. Todo fue muy bien, sobre todo porque tuvimos la suerte de que llevará la dirección de obras Javier Martín eficaz alma de todo cuanto se hizo. Javier Martín era el Gerente de Surposa-Sociedad Municipal de Rehabilitación de Portugalete- y como portugalujo amante de su Villa y gran artista realizó una obra cuidada con gran mimo. Por cierto que yo fui nombrado Consejero de Surposa como vecino sensibilizado y para asegurar así una relación fluida entre esta Sociedad y la Parroquia.