Se acerca ya el día de San Juan y la Junta
del Hospital ha enviado a todos sus colaboradores y benefactores la Memoria
correspondiente al ejercicio 2015, como es tradicional y como muestra de la
transparencia que debe guiar a esta Institución popular tan portugaluja.
En ella se muestran los números económicos
por los que se rigen, tras ser supervisadas por una Auditoría independiente, tanto de gastos como de cuotas de residentes, donativos externos, y financiación
propia, como relativos al personal que atiende a los 77 portugalujos y
portugalujas y las actividades que allí realizan.
En la presentación de la misma resaltan textualmente:
“las cifras que ofrecemos nos indican un dato fundamental, como es que el coste
medio anual del servicio de residencia por cada usuario, ha ascendido a 2.103
euros al mes, del que aproximadamente el 50%
de los costes de la actividad se financia a través de las cuotas que abonan los propios usuarios residentes. Pero constatamos con preocupación que ese citado coste medio va aumentando anualmente en mayor proporción que la parte que se financia con las cuotas de los residentes, dada la política tradicional que sobre esta cuestión se ha llevado en esta Institución, lo cual es un potencial problema de cara al futuro.
de los costes de la actividad se financia a través de las cuotas que abonan los propios usuarios residentes. Pero constatamos con preocupación que ese citado coste medio va aumentando anualmente en mayor proporción que la parte que se financia con las cuotas de los residentes, dada la política tradicional que sobre esta cuestión se ha llevado en esta Institución, lo cual es un potencial problema de cara al futuro.
Antes de entrar en los detalles propios de
cada ejercicio, como ya avanzamos con la portada de esta Memoria, queremos dejar
constancia una vez más de nuestro agradecimiento a las religiosas que prestan
su valiosa colaboración para que el funcionamiento de nuestra Residencia
mantenga el nivel de calidad de servicio y humano del que siempre hemos hecho
gala.
El próximo año van a cumplir un siglo desde
que se hicieron cargo del servicio a nuestra Institución. La Memoria de 100
Años (1907-2007), nos lo recuerda así:
“La incorporación de las religiosas al
Hospital se decidió, el mes anterior a su inauguración. Tras pensar en que
pudieran ser “las Siervas de los enfermos o las de la Caridad de Santa Ana”, el
10 de mayo de 1907 se acordó “aceptar la oferta hecha por la Madre Superiora de
las Siervas de María, de las cinco religiosas que han de prestar sus
servicios”.
Las religiosas fueron Sor María Pilar
Yanguas, superiora, Sor Josefa Echevarría, Sor Natividad Aguilar, (mexicana),
Sor Rosalía Moretín y Sor Aurora Gamborena. Y después de ellas han seguido un
gran número de religiosas a las que desde aquí queremos dedicar un recuerdo de
agradecimiento, que se haga presente en el equipo actual, con nuestro deseo de
que la disminución de las devociones religiosas no siga afectando a nuestra
benefactora Congregación de las Siervas de María.”
Como en la portada se recoge una foto de las
primeras religiosas, hace casi un siglo, sirviendo la comida a los asilados en
el jardín (algunos años se llegó a compaginar también con el famoso “rancho de los
pobres”), recogemos en la foto de encabezamiento de esta entrada una portada
del periódico El Liberal de 1927, en que nos muestra la comida del día de San Juan
y que ese año coincidía con la inauguración de un pabellón para desinfecciones.
Ver Memoria en la BDP (pinchar)
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