Finalizamos estas entradas sobre el trabajo que ha
investigado José Luis Garaizabal resaltando
la importancia que tuvo, para lo cual solo hace falta analizar las actas de
reuniones municipales, viendo que se celebraron en la casa de Ynnigo Saes del
Casal durante los años 1490, 1496, 1497, 1508 y 1509, siendo alcalde en todas
ellas. El lugar aparece citado como: Casa de Ynnigo Saes del Casal (1497 y
1508) o en la Casa torre de Ynnigo Saes del Casal (1490, 1496, 1497, 1508 y
1509).
Como todos los
edificios medievales, nuestra torre siguió siendo modificada a través de los
siglos hasta alcanzar el aspecto del plano de 1876, donde una serie de ventanas
y balcones le daban un aspecto “moderno” que seguramente hicieron desaparecer
alguna elegante ventana doble.
Pero estos cambios no fueron nada comparados con las
modificaciones proyectadas por Carmen Echaniz y su esposo Juan Echevarria entre
1920 y 1922, cuando construyeron la casa nº 3 de Atarazanas sobre el taller y
procedieron a adelantar la fachada principal de la torre sobre parte del
antuzano, derribando la antigua fachada y construyendo la nueva que es la que
ha llegado hasta nuestros días. Este nuevo espacio, más el antiguo sótano, es
el que ocuparon los Ultramarinos Lavín, el bar Ekarri Sopa, luego Ekarri y hoy
Ekarri Picanha y que se refleja en el plano inferior.
Aitor G. Gato ya nos aportó datos con motivo de la rehabilitación que se realizó en este edificio en 1999 y pudo obtener unas fotografías de varios huecos (ventana y saetera) en los muros de mampostería, pero los secretos de la torre siguen en su interior como lo demuestra el que la antigua fachada lateral que da a Santa Clara sea la misma de la actual casa Santa Clara nº 5 y que en su escalera muestre la elegante ventana ojival cuyo ojo mide (0,78 x 0,36) presentada en la entrada anterior.
Además en el tercer piso, en un dormitorio, se han mantenido
sin tapar las piedras de una saetera (0,70 x 0,09) y las que remataban la
esquina de la torre. Ya dentro de esta, en el primero izquierda, hemos podido
fotografiar una ventana a ras de suelo en una habitación junto a Atarazanas
(0,92 x 0,95) o tal vez la parte superior de una puerta que habría dado paso al
camino de ronda a través de la bodega. Su actual propietario la ha mantenido como
una chimenea decorativa, habiendo tapiado otra similar en el lado del cantón.
En el 3º izquierda, no queda más que un pequeño hueco revocado (0,50 x 0,50),
pero lo más interesante fue la vista al convento desde la terraza que se
construyó al realizar la ampliación citada, que hace comprender la utilidad de
la saetera del otro lado del muro protegiendo la Puerta de San Jorge. Queda por
visitar algún piso de la mano derecha para comprobar si también había estado
exenta por ese lado. En el 2º derecha. su propietaria han mantenido picada la
parte interior de la fachada que da a la plaza de la Ranchería, mostrando una
fantástica saetera (1,38 x 0,52) y dos ventanas obocinadas de 1,15 x 0,93 y
otra similar de 0,97, que fue alargada hasta el suelo para albergar el
frigorífico.
Para finalizar esta reseña, extracto de un largo trabajo,
recogemos la expresión de José Luis,
“los de la calle Coscojales ya pueden fardar de torre al igual que los de la
calle del Medio y Santa María”, así como su agradecimiento por la ayuda
prestada a Aitor, Aintzane, Miren, Víctor, Pedro, Lutxi, Txirri (G.B.), Sonia,
Nagore, Mari Carmen…
En primer lugar felicitaciones por el trabajo de Garaizabal y colaboradores,podriais dar algún detalle o donde buscar las investigaciones de las torres en la calle del Medio y Santa María.
ResponderEliminarEskerrik asko !!