Tasio Munárriz nos
cubre esta entrada de hoy con dos curiosidades relacionadas con imágenes
portugalujas de la Virgen.
La primera pregunta que se hace
es: ¿Qué hubo dentro de la interna que remata la torre de la basílica? Y nos
muestra las fotografías superiores sacadas desde la misma perspectiva: una en
los años 70 y otra actualmente.
La respuesta: La linterna que está encima del campanario estuvo
siempre vacía para darle a la torre un aire más esbelto. En los años 40 del
siglo pasado al párroco se le ocurrió llenarla con otra estatua de la Inmaculada
confeccionada en cemento por Jesús Torre Goiricelaya. La linterna quedó opaca y
nadie sabía qué había dentro. En la reforma de la torre en los años 90 se quitó
esa imagen y la torre volvió a recuperar su esbeltez.
Referente al Colegio de Santa María, recuerda que recibió
ese nombre hace ya 75 años por indicación del párroco citado. Encima de su
pabellón más alto colocó Jesús Torre una estatua de la Virgen María,
probablemente en su Asunción. Aunque tiene una pose parecida a la de las estatuas
del Sagrado Corazón la imagen no tiene barba, ni asoma su corazón encima de la
ropa y destacan brevemente sus pechos. Aquí sí que se puede remedar el dicho:
“Si sale con barba, San Antón, y, si no, la Asunción”. Fue bendecida el 12 de
octubre de 1956 y sufragada por suscripción popular.
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