El 15-4-2015, Tasio Munarriz
publicó en este blog unas someras notas sobre el frontis de azulejos que corona
la entrada principal a las antiguas Escuelas de los Padres Agustinos, hoy en
día reconvertidas en el CIP (Centro de Iniciación Profesional) y el CEPA
(Centro de Educación de Personas Adultas).
Como bien contó, el edificio fue
construido a expensas de Dª Casilda y contaba con la escuela y un convento
dedicado a Santo
Dado que la capilla con la que
contaba el convento quedó destruida, solo nos queda la magnífica portada llena
de simbolismos. En los azulejos de la parte superior podemos distinguir dos
escenas:
La de su derecha, dedicada a San
Agustín, podemos ver bajo una mitra y un báculo -símbolo de su función
pastoral- por ser atributos de los obispos elevados a santos. También figura un
bastón de mando que se les da al consagrarse. Sobre ellos, un corazón ardiente,
como símbolo de que el Amor de Dios le inflamó el corazón, rescatándole de la
mala vida que llevaba gracias a las oraciones de su madre Santa Mónica,
encendiéndole en la inteligencia de la fe.
Bajo la mitra y envuelto en sus
ínfulas, un libro abierto con el lema TOLLE LEGE (toma y lee) y una pluma de
ave de escribir, soportada por el cordón de la mitra. Parece ser que San
Agustín estaba meditando y mientras miraba un libro que leía su amigo Alipio,
escuchó una voz que dijo ambas palabras.
La de su izquierda, representa a
Santo Tomás de Villanueva, llamado “el obispo de los pobres”, que ingresó en la
orden en 1516. Fue Arzobispo de Valencia y no sabemos si las cúpulas que
coronan la mitra representarán alguna iglesia o catedral relacionada con el
santo.
En el centro, otra mitra con dos imágenes
de la Anunciación de María, con sus ínfulas al viento y sobre estas, una bolsa
con monedas y joyas, al ser los agustinos una orden mendicante. Bajo la mitra,
una custodia con un lazo azul turquesa desde el sol hasta el pie y una cruz
arzobispal procesional. Existe en Madrid, en la iglesia de Santa Magdalena, una
pintura en la que aparecen San Agustín, Santo Tomás de Villanueva y la Virgen,
adorando al Santísimo expuesto en una custodia.
Ambas escenas quedan sujetas en
una maraña de motivos vegetales del que penden cuatro frutos, parecidos a moras
rojas o frambuesas.
En el resto de la portada y de
forma descendente: Entre las dos ventanas y bajo un pináculo neogótico que
separa ambas escenas de los azulejos, la imagen de pie de un imberbe Santo
Tomás de Villanueva con un atuendo poco ornamentado de obispo. En su mano
derecha lleva un libro apoyado sobre su pecho y colgando de la izquierda, una
bolsa de la que extraía las limosnas que entregaba a los pobres, con los que
normalmente aparece representado a sus pies.
Bajo la estatua y sobre el arco
de entrada, un corazón partido, ardiente y asaetado, con el que se representa
de forma simple a los agustinos. Bajo él, un lema atribuido a San Agustín: “In
omnibus charitas” (en todo caridad). El primer edificio quedó destruido por los
bombardeos de 1937, levantándose en 1950 una nueva planta en los antiguos
camarotes, eliminando la cruz que
coronaba la portada al coincidir con el nuevo alero. Los frailes agustinos no
moraron en el restaurado convento y sí en la residencia que fuera de los
Epalza-Iturrizar en el Muelle nuevo.
JOSE LUIS GARAIZABAL FLAÑO
Muy bueno el artículo. Solo señalo dos cosas que pueden llevar a confusión: 1.- Dices que la escena de San Agustín está a la derecha y la de Santo Tomás de Villanueva a la izquierda, cuando es al revés en la mirada de espectador. 2.- El frontis no corona la entrada de las Escuelas sino del convento. Las Escuelas y el convento son dos edificios diferentes, aunque anexos. Tasio
ResponderEliminarTasio. En los escudos o en este caso portada, SU derecha es la izquierda del espectador.
EliminarRespecto a llamar escuelas a lo que es la portada del convento esta claro que es una errata, pero he de decirte que por esa puerta entraban los alumnos a las escuelas a pesar de tener su puerta en la fachada que da al batzoki.