lunes, 23 de enero de 2017

OCTAVILLAS EN EL FINAL DE LA DICTADURA



Desde 1960 se tiraron en la Villa más de 200 octavillas distintas, la mayor parte de ellas de carácter subversivo contra el régimen franquista. El protocolo de las autoridades municipales era el siguiente:
Un policía municipal recogía de la calle la máxima cantidad que podía. Destruía la mayoría y entregaba a su jefe accidental Lindosa 4 o 5 ejemplares. Este se las pasaba al alcalde, que dejaba unas pocas en el archivo y enviaba una al gobernador.
Entre las que se conservan en el Archivo Municipal los firmantes eran:
Partido Comunista de Euskadi, Partido Comunista Internacional, Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista Vasca, ETA, ETA VI – LKI (Liga Comunista Internacional) (Troskista), Movimiento Comunista de Euskadi, LAIA, EHAS, KAS, PSOE, UGT, CCOO de Vizcaya, ELA – STV, Grupo de Obreros Cristianos, Obreros de la Construcción, Comisión Popular de Portugalete, Un grupo de fieles bilbaínos, Una comisión de vecinos, Juventudes Falangistas de Bilbao, Partido Carlista de Euskadi.
Las más frecuentes eran las convocatorias de huelgas, las vísperas del 1º de mayo o del Aberri Eguna.

Además de retirar las octavillas, la Policía municipal arrancaba los carteles que le parecían que estaban puestos sus colores con mala intención, como el anuncio inocente que ofrecemos de un baile organizado por los alumnos del Colegio Santa María. El informe de la Policía Municipal al alcalde estaba firmado por Lindosa.

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