“Qué diría usted del dueño de una casa de juego que, al considerar la disminución de los ingresos en su caja, se quejara del padre de familia, que en uso de su derecho y mirando por el bien de sus hijos, hubiese prohibido a estos la entrada en el mencionado centro de corrupción y de vicio? Apelo al sentido común, ¿tendría derecho a quejarse?
Hoy jocosamente reproducimos un fragmento de un callejero portugalujo, publicado, seguramente desde Bilbao, desconociendo la fama de ateo y anticlerical que le ponían algunos de sus convecinos, donde nuestro protagonista ha sido ya elevado a los altares con el nombre de San José Conde Pelayo. La Plaza de este nuevo santo, se encuentra junto a la avenida de Simón Bolívar. Los seguidores de nuestro médico de los pobres, de fuera de la localidad, si vienen en peregrinación en el Metro a visitar la citada plaza tendrán que bajarse en la estación de Peñota, tomando la salida al Hospital de San Juan Bautista.
Agradecemos al buen amigo “investigador privado” que ha localizado y nos ha enviado este curioso gazapo.
Hoy jocosamente reproducimos un fragmento de un callejero portugalujo, publicado, seguramente desde Bilbao, desconociendo la fama de ateo y anticlerical que le ponían algunos de sus convecinos, donde nuestro protagonista ha sido ya elevado a los altares con el nombre de San José Conde Pelayo. La Plaza de este nuevo santo, se encuentra junto a la avenida de Simón Bolívar. Los seguidores de nuestro médico de los pobres, de fuera de la localidad, si vienen en peregrinación en el Metro a visitar la citada plaza tendrán que bajarse en la estación de Peñota, tomando la salida al Hospital de San Juan Bautista.
Agradecemos al buen amigo “investigador privado” que ha localizado y nos ha enviado este curioso gazapo.
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