Como comienzo de esta última etapa del año, quiero hacer
referencia a mi buen amigo Juan Real de Asúa
Arteche, con el que he realizado un viaje de quince días por las míticas
tierras asiáticas de la ruta de la seda en Uzbekistán.
Su abuelo E. Ramón de Asúa, fue uno de aquellos bilbainos
del Campo Volantín que a finales del siglo XIX venía a pasar el verano con toda
su familia a un piso del muelle nuevo, cuya familia fundó la Compañía Vinícola del Norte de España.
Amante de los deportes náuticos fue de los fundadores del
Sporting Club, estando ligado en aquellos años siempre a puestos directivos.
Aficionado a la fotografía, de él son las dos primeras fotos de la balsa
flotante que se conocen, y que recogemos en esta entrada, en 1900 con motivo de
su botadura en Axpe y tras la llegada frente al muelle de hierro. Su archivo
fotográfico fue utilizado por Juan Manuel Zubiría, para ilustrar El libro del Real Sporting Club (1980).
Fallecido repentinamente en 1910, su hijo Ramón (nacido en
1900) cubrió perfectamente el hueco que había dejado ya que con 18 años entró a
formar parte de la Junta Directiva del Club del que llegaría también a ocupar
la presidencia. En la foto superior aparece detrás del portugalujo Pedro J.
Galíndez (chaqueta oscura) como componente de la tripulación de la embarcación
“Fruits” que participaron en la Copa de Oro de Suecia y en la Olimpiada de
Amberes de 1928, junto con José y Luis Vallejo, y Javier Arana. Su presencia en
la Villa fue habitual hasta 1930.
Entre los numerosos cargos que ocupó citaremos que fue decano-presidente del Colegio de
Ingenieros Industriales de Bilbao, y delegado de Auxilio Social de Vizcaya.
Quizás esta última actividad y su amistad con el alcalde José Manuel Esparza,
hizo que en 1966 tras su fallecimiento el Ministerio de Educación pusiera su
nombre a la nueva Escuela Nacional de Educación Especial para enseñanza
especial del Patronato de Auxilio Social, en el edificio del convento y
escuelas de los agustinos, que hoy todavía conserva su nombre.
Con esta entrada damos la bienvenida a su hijo Juan (“Blume”
en sus años jóvenes), que nos ha mostrado su deseo de formar parte de la gente
del Mareómetro, poniendo a nuestra disposición sus fondos fotográficos, unos
referentes a la actividad náutica y del Sporting, que dispone digitalizados
pues serán utilizados en una moderna historia del Club y otras sueltas entre
las que quizás podamos encontrar escenas la vida portugaluja en los veranos de
hace un siglo. Este tipo de álbumes familiares puede que sean, quizás, uno de
los últimos reductos donde encontrar viejas imágenes de nuestra Villa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario