El arquitecto Santos Zunzunegui,
como concejal y alcalde entre 1923 y 1925, impulsó grandes proyectos
urbanísticos en la Villa siendo el principal el del Ensanche de la zona de La
Pajona, comprendido en un espacio de forma triangular comprendido entre las
calles General Castaños, El Ojillo y la estrada de Zomillo,
El 19 de junio de 1929, el
Ayuntamiento aprobó el proyecto elaborado por el entonces arquitecto municipal
Emiliano Pagazaurtundua, que al final de 1930 lo aprueba la Subcomisión
Sanitaria provincial de Bizkaia.
Este proyecto recogía, además de
descongestionar el tráfico de la plazuela del Cristo, la imperiosa necesidad de
encauzar racionalmente el crecimiento urbano, ofreciendo a la iniciativa
privada unos buenos servicios de alumbrado, alcantarillado, aceras y claridad
de espacios. No hay que olvidar que en las tres primeras décadas del siglo XX
la Villa había duplicado su población.
El entramado de calles se
organizaba en torno a un vial que enlazaba el vértice superior de Zomillo y la
parte baja con la calle Nueva. Era la calle con mayor anchura que las
restantes, 15 metros, que estaba llamada a ser la Avenida principal, en torno a
la cual se crearía un entramado de calles.
El proyecto de este vial, el Nº 1
del Ensanche, fue obra en 1932 del arquitecto municipal Juan María de Uribe,
quien prolongó su trazado original hasta el cementerio uniéndola así con la
carretera a Ortuella. Tras varias demoras en su aprobación a falta de acuerdo
entre Ayuntamiento y propietarios, se aprobó en 1936 adjudicándose la obra el 8
de julio.
En las fotos superiores además
del terreno a urbanizar, con el convento de las Siervas asomando a la
izquierda, el alcalde y algunos concejales en el momento de dar por iniciada la
obra, en la foto pequeña inferior.
A los pocos días de iniciarse las
obras, quedaron paralizadas por el estallido de la guerra civil, y en 1938 el
nuevo Ayuntamiento decide suspender el proyecto "sine die" al no
poder hacer frente a su financiación, pero realizando el allanado de las
tierras y las aceras provisionales para dar sensación de urbanizada la llamada
a ser la avenida principal de la Villa y que tras poner el nombre de
Generalísimo, para la Plaza del Solar, y del fundador de la Falange, José
Antonio Primo de Rivera, para Abaro, a esta los carlistas del consistorio
consiguieron que se le pusiera el de su histórico caudillo, Carlos VII.
En esta Avenida principal o
Nagusia etorbidea, que lleva el citado nombre de Carlos VII desde hace 80 años,
sus primeras edificaciones se retrasarían hasta finales de la década siguiente.
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