La entrada de ayer dio
cabida casualmente a una foto de los últimos años de unos de los bares clásicos
de Portugalete en la calle General Castaños como fue La Posadilla.
Recurrimos a la revista El
Abra, donde Echarte, además de ofrecernos esta imagen con la carreta tirada por
dos mulos frente a su entrada, recogía algunas noticias antiguas que le
facilitaron Pedro Heredia y Julio Gutiérrez Lumbreras, sobre la antigua Posada
de la Marquinesa, popularmente “Posadilla”, donde paraban los arrieros que con
sus carros enlazaban comercialmente Castilla con nuestra Villa.
Del valle de Tobalina
principalmente, nos traían las cerezas, manzanas, nueces y otras frutas, amén
de la miel, huevos, quesos y otros productos, regresando con pescado de nuestro
puerto.
Además de la vivienda la
parte baja estaba ocupada por la taberna, con un amplio patio trasero con su
palmera datilera bajo la cual se jugaba al popular juego de “la rana”. También
disponía de un carrejo de bolos junto al cual se accedía a las habitaciones
altas.
Tras un sonado delito de
sangre, fue traspasado adquiriéndolo el matrimonio Vicente Aróstegui
(guipuzcoano de Segura) y Francisca Ecenarro (de Marquina-Echebarría) de donde
le quedó el nombre de “La Marquinesa”. Este matrimonio tuvo cuatro hijos (dos
de ellos emigraron jóvenes a América) y cuatro hijas.
Convertido exclusivamente
en bar fue muy popular en la Villa con el citado nombre de “La Posadilla”.
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